El paisaje levantino del compositor Rodr¨ªguez AIbert

Orquesta Sinf¨®nica de RTVE.Director: G¨®mez Mart¨ªnez. Solista: Alicia de Larrocha. Obras de Rodr¨ªguez Albert, Mozart y Chaikovsiki.

Teatro Real, Madrid, 23 y 24 de febrero.

Como en la Nacional, tambi¨¦n hubo en la Sinf¨®nica de RTVE estreno de autor, aunque esta vez no de un joven prometedor, sino de un valor ya desaparecido y que goz¨®, en vida, junto a ?scar Espl¨¢ y Joaqu¨ªn Rodrigo, de una consideraci¨®n muy especial. Me refiero a Rafael Rodr¨ªguez Albert (1920-1979), alicantino, cosmopolita y radicalmente nacionalista a la vez.Rodr¨ªguez Albert confesaba el condicionamiento de su ser levantino y la afinidad espiritual con la obra de Gabriel Mir¨®, a cuyo Sig¨¹enza dedic¨® una de sus bellas partituras. No lo es menos el tr¨ªptico de impresiones sinf¨®nicas titulado M¨²sica para un homenaje, en el que una orquesta de colores muy precisos, geogr¨¢ficos y literarios, oreados por las brisas de la Marina y los vientos de la, Aitana, determina la personalidad de cada cuadro: V¨ªspera Orto o Fiesta. Acuarelas m¨¢s que ¨®leos, estas evocaciones, en las que un invidente puede adivinar, a trav¨¦s del sonido, los colores de su paisaje sutilmente conectados con los de su sensibilidad, resultan verdaderamente admirables y se sit¨²an, en la l¨ªnea emocional que inaugurara un d¨ªa Granados, de cuya m¨²sica dec¨ªa Debussy: "Es un perfume m¨¢s persistente que intenso".

La lectura de la orquesta

Bien llevada por G¨®mez Mart¨ªnez, la lectura de la orquesta tuvo calidad suficiente para evidenciar el rostro de la obra, largamente aplaudida.

Antes de una versi¨®n mejor planteada que resuelta de la Cuarta sinfon¨ªa de Chaikovski (quiz¨¢ porque G. Mart¨ªnez quiso hacer su interpretaci¨®n cuando no dispon¨ªa de ensayos suficientes para ello), el maestro granadino colabor¨® muy identificadamente con Alicia de Larrocha en el conmovedor Concierto en do menor, Kv. 491, de Mozart.

Ningunos pentagramas de tan ¨ªntima expresividad como ¨¦stos para dedic¨¢rselos a Rosa Sabater, compa?era de Alicia a lo largo de todos sus estudios con Marshall.

Larrocha hizo gala de gran belleza sonora, juego n¨ªtido y criterio mesurado, quiero decir, carente del menor exceso ret¨®rico, aunque sentido con amplitud. Director, orquesta y solista escucharon muy largas ovaciones.