El d¨ªa en que Mordillo dej¨® de copiar a Walt Disney

Nacido en Argentina en 1932 Guillermo Mordillo reside actualmente en Mallorca tras un trabajoso y dif¨ªcil periplo a trav¨¦s de varias naciones. Argentina, Per¨², Estados Unidos y Francia ampararon durante m¨¢s de 45 a?os el empe?o de Mordillo por crear su propio personaje y el estilo que hoy ilustra las revistas m¨¢s prest¨ªgiosas del mundo. "Desde que a los 13 a?os decid¨ª no copiar m¨¢s a Walt Disney, todo mi esfuerzo y toda mi capacidad de dibujante se centraban en la resoluci¨®n de ese gran dilema de todo creador gr¨¢fico: crearse de nuevo a s¨ª mismo a trav¨¦s de un personaje ¨²nico e irrepetible".Sea hombre, mujer o animal, el personaje de Mordillo es siempre el mismo. El dibujante no presenta en sus creaciones de cartoons, como ¨¦l los llama -"la palabra es justa, pues yo no hago comics"-, ning¨²n repertorio, y sus posibilidades de interpretaci¨®n se reducen a la misma expresi¨®n de un rostro familiar a todo el mundo. En cualquier lugar y en cualquier circunstancia el personaje sin nombre de Mordillo encarna los sucesos m¨¢s simples y sorprendentes, sin provocar en el lector ninguna reflexi¨®n aparente. Las escenas de sus historias acaban y empiezan en s¨ª mismas y raras veces se prolongan m¨¢s all¨¢. Su lectura es incre¨ªblemente ¨¢gil y consigue el gran ¨¦xito de no colmar: tres vi?etas satisfacen y provocan la expectativa de posteriores entregas. "Las palabras", afirma Mordillo, "son para m¨ª puras onomatopeyas, sonidos cuyo significado, convencional, me resulta extra?o y secundario. De hecho, para m¨ª, el verdadero cine es el cine mudo y en blanco y negro".

Guillerino Mordillo colecciona, adem¨¢s de recuerdos de todos sus encuentros con personajes del mundo, expuestos en las paredes de su estudio como en un museo, una rigurosa relaci¨®n de coincidencias que presenta c¨®mo evidencia de nada, s¨®lo de s¨ª mismas, como muestra de las infinitas curiosidades de la existencia: "Disney y Keaton, mis grandes admirados, mueren en 1966, justo cuando nace mi anhelado personaje. Semp¨¦, Quino y yo, dibujantes los tres, nacemos en el mismo a?o. El 12 de enero de 1967, cuando Chaplin visitaba Par¨ªs para asistir al estreno de La condesa de Hong-Kong yo estaba junto al cine y me lanc¨¦ a darle la mano cuando descend¨ªa del coche. Era una mano peque?ita. Chaplin era zurdo, pero me dio la derecha. Pensar¨ªa que yo era una de las personalidades del comit¨¦ de recepci¨®n".

"Poco tiempo despu¨¦s viaj¨¦ a Roma. S¨®lo por tres d¨ªas. Una noche, paseando por V¨ªa Marbutta, se me acerc¨® un tipo a preguntarme la hora. Casi le digo: 'las ocho y media, se?or Fellini, las ocho y media'. Pero eran las nueve menos veinte. Antes de ser director de cine, Fellini era dibujante, y a¨²n ahora dibuja las escenas de sus pel¨ªculas".

El fervor de Mordillo por la peque?a historia de las cosas le permite sistematizar uno por uno los movimientos de su proceso de creaci¨®n art¨ªstica. En su apartamento-estudio no tiene tel¨¦fono, para evitar interrupciones a su estricto plan de disciplina. "Cumplo las horas necesarias. Me encierro en este cuarto sin apenas luz y me acuesto en el div¨¢n. Las ideas centrales de mis dibujos aparecen solas y yo anoto en el cuadernillo los mensajes, a modo de telegramas. Luego, ya sobre la mesa de dibujo, selecciono las m¨¢s oportunas y las otras las dejo reposar. A veces durante a?os enteros antes de ser realizadas".

Los 600 originales de Mordillo se encuentran en Par¨ªs en una caja fuerte. No vende ninguno y nunca se desprende de ellos. Un fot¨®grafo los convierte en fotolitos en color y las copias las env¨ªa desde Mallorca a revistas y editoriales. "Desde 1964 tengo todas mis ideas anotadas y clasificadas de tal modo que en cualquier momento puedo saber la hora, el d¨ªa, el mes y el a?o en que fueron pensadas y el estado actual de su realizaci¨®n".

Aficionado al golf, hijo de extreme?o y de asturiana emigrados, casado con una francesa de origen espa?ol, Guillermo Mordillo vive con su familia en la costa de Blanes, cerca de la vivienda del pol¨ªtico austriaco Bruno Kreisky. Presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Autores de Comies y Cartoons, Guillermo Mordillo asiste anualmente a las reuniones que se celebran en Ginebra (Suiza) en defensa del buen nombre y derechos de una profesi¨®n que "ya se merece todas las letras. Hasta ahora se nos trataba como a saltimbanquis. Pero hemos conseguido imponer una normativa de derechos de autor y de calificaci¨®n profesional consecuente con nuestra tarea. Personalmente yo me considero un cronista, y en Francia dispongo del oportuno carn¨¦ de periodista gr¨¢fico".