Sobre muertos y cables secretos

Las organizaciones de derechos humanos que en Estados Unidos se ocupan de la situaci¨®n en El Salvador han sido sorprendidas por un cable secreto del representante de Washington en ese pa¨ªs. El cable dej¨®, r¨¢pidamente, de ser secreto, y no s¨®lo las organizaciones de derechos humanos disponen ahora de copias, sino que tambi¨¦n fue difundido por la Prensa.El embajador de Estados Unidos, utilizando cifras de la oficina de derechos humanos del Arzobispado de El Salvador, conocida como Tutela Legal, certific¨® al Departamento de Estado que en los ¨²ltimos meses hubo una reducci¨®n sustancial de los asesinatos cometidos, por los escuadrones de la muerte. Copias de esta certificaci¨®n fueron entregadas a los miembros del Congreso de Estados Unidos, que analizan la ayuda que el Gobierno prestar¨¢ a El Salvador. Pero la directora de Tutela Legal, Mar¨ªa Julia Hern¨¢ndez, declar¨® al diario Christian Science Monitor que el embajador de Estados Unidos ha distorsionado los informes y estad¨ªsticas preparados por su oficina.

Jugar con las cifras

Seg¨²n las informaciones compiladas por Tutela Legal, las acciones de los escuadrones de la muerte disminuyeron por la simple raz¨®n de que el asesinato de civiles est¨¢ ahora directamente, a cargo del Ej¨¦rcito, responsable de un 76% de las muertes o civiles que ocurren cada mes. Imposibilitado de ocultar estas cifras, el cable del embajador de Estados Unidos las. interpreta, y explica que los civiles muertos por el Ej¨¦rcito pertenecen a organizaciones armadas que luchan junto a la guerrilla y mueren en combates armados, o que forman parte de cuerpos auxiliares que tambi¨¦n toman parte en las batallas.

Por su parte, Tutela Legal declara que, en los ¨²ltimos tres meses, de. 1983, el Ej¨¦rcito ha asesinado a 120 civiles por mes en operaciones donde no hubo enfrentamientos, es decir, en situaciones de no combate. Tutela Legal comenz¨® a compilar sus estad¨ªsticas a partir del segundo semestre de 1982, y desde entonces el asesinato de civiles no combatientes no ha dejado de incrementarse.

?Qui¨¦nes son civiles?

Al hacer referencia a la distorsi¨®n impl¨ªcita en el cable del embajador norteamericano, Mar¨ªa Julia Hern¨¢ndez declar¨®: "Si bien mucho de lo que dice el cable es correcto, lo que omite distorsiona la realidad de la situaci¨®n de los derechos humanos en El Salvadar".

Es evidente que la Embajada de Estados Unidos no se atrevi¨® a discutir las cifras que presenta Tutela Legal" y debi¨® recurrir al procedimiento de tergiversar -su significado, pero la operaci¨®n tendente a enga?ar a los legisladores norteamericanos se complet¨® con un art¨ªculo y un editorial sobre el tema salvadore?o aparecidos en un mismo d¨ªa en el diario conservador Wall Street Journal.

M¨¢s libre de responsabilidades que el embajador de su pa¨ªs, el periodista David Asman intenta, por un lado, redefinir el concepto de civiles en contraposici¨®n a la caracterizaci¨®n que formula Tutela Legal. Para ello considera que todo muerto por el Ej¨¦rcito ha sido un combatiente por el solo hecho de que as¨ª lo definen los voceros de las fuerzas armadas.

Por otra parte, como siguiendo este m¨¦todo quedan a¨²n muchos asesinatos de civiles sin ex,plicaci¨®n, el periodista del Wall Street Journal afirma muy suelto de cuerpo: "Muchas de las as¨ª llamadas ejecuciones pol¨ªticas resultan ser, cuando los casos se examinan con m¨¢s detenimiento, cr¨ªmenes por razones econ¨®micas o pasionales que se intentan encubrir como cr¨ªmenes pol¨ªticos". Esta brillante idea el periodista la logra luego de una edificante conversaci¨®n con el vocero del Ej¨¦rcito salvadore?o teniente coronel Ricardo Cienfuegos.

Es curioso que la inquietud del Wall Street Journal, tanto en el art¨ªculo de David Asman como en su pieza editorial, no incluya alguna reflexi¨®n sobre. el asesinato de las cuatro religiosas norteamericanas por el Ej¨¦rcito de El Salvador. Precisamente en estos d¨ªas el Departamento de Estado recibi¨® el informe final, mantenido a¨²n en secreto, sobre ese crimen cometido en diciembre de 1980.

El informe concluye que la investigaci¨®n fue dificultada por el hecho de que los asesinos recibieron la protecci¨®n del entonces coronel Carlos Eugenio Vides Casanova. Hoy, el coronel es general, y el gtneral es m¨ªnistro de. Defensa. Sus hombres est¨¢n a cargo de la lucha contra la guerrilla, de calificar qui¨¦n es civil y qui¨¦n es combatiente, y de compilar estad¨ªsticas sobre qui¨¦n muere en El Salvador.

Los periodistas del Wall Street Journal prefieren sus n¨²meros a los del Arzobispado de El Salvador. Posiblemente, las cuatro religiosas no fueron incluidas en las estad¨ªsticas que maneja el general Carlos Eugenio Vides Casanova porque no fueron muertes por razones econ¨®micas o pasionales.