Dos puertas abren y cierran simb¨®licamente la antol¨®gica de Duchamp en la Fundaci¨®n Mir
La antol¨®gica de Marcel Duchamp (1888-1968), que se inaugura hoy en la Fundaci¨® Mir¨® de Barcelona, es un montaje cuyos l¨ªmites se establecen a trav¨¦s de sendas reproducciones de dos puertas. La que abre la exposici¨®n tiene su modelo en una puerta que el pintor ten¨ªa en su estudio. Nunca puede estar cerrada y es enga?osa hasta el absurdo. El montante que cierra la muestra es una r¨¦plica de la que Duchamp ten¨ªa en Cadaqu¨¦s y es infranqueable. La antol¨®gica Duchamp, esperada durante dos a?os, es uno de los acontecimientos m¨¢s importantes del a?o art¨ªstico barcelon¨¦s y espa?ol.
Ignasi Sol¨¢ Morales y Eulalia Serra, responsables de este montaje a partir de un gui¨®n art¨ªstico de Gloria Moure, han establecido el hilo conductor que lleva al visitante por los dos momentos en que se divide la exposici¨®n. Una primera parte, siguiendo un orden cronol¨®gico, de 1901 a 1912, quiere mostrar lo que Moure denomina el per¨ªodo de formaci¨®n del pintor. Esta parte, a su vez, se reparte en tres sectores que incluyen desde sus primeros dibujos, hasta sus obras impresionistas o fauvistas, pasando por el cubismo de Dulcin¨¦e y que termina en Nu descendant un escalier, realizado en 1912.Nu descendant un escalier, que marc¨® la ruptura de Duchamp con los cubistas al ser rechazado por el Sal¨®n de los Independientes de Par¨ªs, se present¨® despu¨¦s en la Galer¨ªa Dalmau de Barcelona. ?sta es una de las razones por las que Gloria Moure ha seleccionado esta pieza en lugar de La mari¨¦e, puesto que el museo de Filadelfia donde se concentra la mayor parte de la obra de Marcel Duchamp no estaba dispuesto a ceder ambas telas.
Despu¨¦s de esta primera parte cronol¨®gica, la exposici¨®n sigue por diversos apartados dedicados a una sola obra -como es el caso de Gran Verre y de ?tant donn¨¦s-, o concebidos como "una reuni¨®n de obras que est¨¢n dentro o que son para una idea", explicita Gloria Moure, y entre los que destacan las realizaciones sobre lenguaje, las experiencias ¨®pticas y los ready-made.
La antol¨®gica de la Mir¨® (organizada por esta Fundaci¨®n en colaboraci¨®n con la 'Caixa') re¨²ne un tanto por ciento muy elevado de la obra de Duchamp. "Entre otras cosas", advierte Sol¨¤ Morales, "cabe recordar que Duchamp dedic¨® la mayor parte de su carrera a hacer experimentos sobre su propia obra y que permit¨ªa hacer r¨¦plicas o reproducciones de la misma al igual que ¨¦l hizo con la de otros".
De ah¨ª parte la iniciativa de reconstruir Gran Verre para esta muestra de Barcelona. Con una fotograf¨ªa cedida por Malcolm Varon y con los planos que dej¨® el propio Duchamp -y que van a editarse pr¨®ximamente, 15 a?os despu¨¦s de su muerte, en un libro cuyos derechos est¨¢n en posesi¨®n del Museo de Filadelfia-, se ha recompuesto esta obra de la que existen ya varios ejemplares en diversos museos del mundo y de la que, a partir de ahora, Barcelona tambi¨¦n d¨ªspondr¨¢. Adem¨¢s, en opini¨®n de los t¨¦cnicos de la antol¨®gica, la r¨¦plica de Barcelona re¨²ne mejores calidades que otras.
Del "Parva domus, Magna quies" que Duchamp cita en su obra de juventud, al gran magma demostrativo de ?tant donn¨¦s, el proceso art¨ªstico de Duchamp se centra en unas cuantas ideas que son las q9e la exposici¨®n se propone indicar. En el espacio "no especialmente indicado de la Mir¨®", los organizadores de esta muestra, que se ha esperado durante casi dos a?os, han luchado por no ser ellos "m¨¢s duchampianos que el propio artista y frenar su imaginaci¨®n a tiempo".
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