Lenguaje del piano espa?ol contempor¨¢neo

El joven pianista mexicano ?scar Tarrag¨® desarroll¨® en el Conservatorio madrile?o, el pasado martes, un recital organizado por la Asociaci¨®n de Compositores Sinf¨®nicos Espa?oles en el que se interpretaban obras de seis autores bien representativos de la llamada generaci¨®n del 51 y la inmediatamente posterior.?scar Tarrag¨® es pianista de pulsaci¨®n vigorosa, de t¨¦cnica y sonido poderosos; pero, a juzgar por lo escuchado en este recital, su forma de hacer, un tanto nerviosa y crispada, se traduce en cierto apresuramiento y no brilla precisamente por su capacidad para recrearse en aquellos momentos de las partituras en los que cabr¨ªa esperar delicadezas sonoras.

Ciertamente, el programa era comprometido para el int¨¦rprete, posiblemente enfrentado por vez primera a todas estas composiciones. Se escucharon Cuatro preludios en nivel re y Cuatro preludios en nivel do sostenido, de Ram¨®n Barce, p¨¢ginas en las que el autor investiga acerca de un sistema propio de ordenaci¨®n sonora en el cual, por cierto, se apoya Gonz¨¢lez Acilu en la obra estrenada en el mismo recital; las concisas y sugestivas Dos piezas para piano, de Miguel ?ngel Coria; la temprana Sonata, de Luis de Pablo, reveladora tanto de la inquietud renovadora de su primer lenguaje como de la marcada evoluci¨®n que ¨¦ste ha experimentado con los a?os, y, en cuanto a las obras ya conocidas, la Pieza caprichosa, de Claudio Prieto, sin duda, de todas ellas, la obra que m¨¢s logra equilibrar los recursos sonoros y t¨¦cnicos del piano tradicional con la aportaci¨®n novedosa.

Estrenos absolutos

Dos obras se estrenaron con car¨¢cter absoluto. En Piano-autoformas, Gonz¨¢lez Acilu parte de usos propios de la misma mec¨¢nica interpretativa para construir una dilatada partitura con su peculiar lenguaje, sustentado en continuas crestas expresivas de sonoridad densa y hasta violenta. Acordes consonantes, siempre manchados por Clusters, recorren toda la extensi¨®n del piano en un curso que, como apunt¨¢bamos arriba, es deudor del sistema de niveles propuesto por Ram¨®n Barce.

Carlos Cruz de Castro estrenaba su Estudio para las octavas negras, t¨ªtulo bien expresivo de sus intenciones. Busca el autor la tensi¨®n expresiva mediante la contraposici¨®n de figuras verticales con dise?os r¨¢pidos virtuos¨ªsticos y utiliza, como en otras obras, el recurso de la insistencia en determinadas figuraciones para ir elevando esa tensi¨®n y conducir la m¨²sica a su final natural una vez explotado el procedimiento.