La polic¨ªa uruguaya dispersa a los grupos que esperan la liberaci¨®n de Seregni
ENVIADO ESPECIALGranaderos de la polic¨ªa metropolitana uruguaya disolvieron a primera hora de la noche del mi¨¦rcoles la concentraci¨®n de ciudadanos que permanec¨ªa desde hace ocho d¨ªas y siete noches acampada frente al domicilio del general L¨ªber Seregni.
Durante toda la noche, sin embargo, varios centenares de personas continuaron su espera en la intersecci¨®n de Bulevar Espa?a-Bulevar Artigas, esperando la llegada del general.
Todos los obst¨¢culos legalistas, burocr¨¢ticos o, en el peor de los casos, la negativa de Seregni a firmar su sentencia de 14 a?os, pueden estar retrasando su liberaci¨®n. No obstante, tanto su esposa y sus hijas como sus dos abogados, esperan un desenlace inmediato. Tan es as¨ª que, en el balc¨®n de la vivienda, se ha instalado un proyector que pueda iluminar al general si ¨¦ste desea dirigirse a quienes llevan m¨¢s de una semana esper¨¢ndole en la calle.
En un piso particular del edificio contiguo al de la familia Seregni, el Frente Amplio instal¨® el mi¨¦rcoles un centro de Prensa, que incluso facilita acreditaciones plastificadas, y al que la polic¨ªa intenta infructuosamente evitar el acceso: 70 periodistas uruguayos y extranjeros esperan bebiendo mate la llegada del general que al d¨ªa siguiente del golpe militar de 1973 encabez¨® una manifestaci¨®n en Montevideo en la que se exig¨ªa el restablecimiento de la democracia y la vigencia de la Constituci¨®n.
La atenci¨®n de la Prensa internacional ser¨ªa otro de los factores obstaculizadores de la liberaci¨®n del m¨¢s destacado preso de conciencia de Am¨¦rica Latina; la dictadura uruguaya es altamente susceptible a la posibilidad de que se crea que libera a sus presos bajo presi¨®n internacional.
Por otra parte, es inminente la reanudaci¨®n de los trabajos de la multipartidaria uruguaya para lograr una estrategia com¨²n ante el Gobierno Militar. Alg¨²n dirigente colorado ha expresado su aceptaci¨®n a unas elecciones con proscripci¨®n de partidos y personas, lo que ha motivado una airada reacci¨®n del Partido Blanco, cuyo l¨ªder, Wilson Ferreira, est¨¢ en el exilio.
La bronca entre los dos partidos mayoritarios uruguayos est¨¢ siendo publicitada con satisfacci¨®n por la Prensa oficialista.
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