La 'cumbre' de Bruselas, bajo el signo de la esperanza
El desbloqueo del tema agr¨ªcola de la CEE abre las puertas al optimismo en la reuni¨®n que comienza ma?ana en la capital belga
Se trata, seg¨²n el documento de la presidencia francesa de la CEE, de "dar un impulso a la econom¨ªa europea comparable al que le hab¨ªa traido, al principio de los a?os sesenta, la creacion de la Uni¨®n Aduanera". Es un proyecto ambicioso. Requiere a la vez ahorro, m¨¢s dinero y voluntad. Thatcher ya lo hab¨ªa dicho claramente: "No aumentar¨¢n los recursos de la CEE sin un justo y responsable sistema de financiaci¨®n, ya que, como reza la canci¨®n, "no va lo uno sin lo otro". Existe ya un acuerdo general¨ªzado sobre la necesidad de un mayor rigor presupuestario, y la presidencia francesa ha propuesto un sistema de estricto control del aumento de estos gastos, especialmente el agr¨ªcola -exceptuando los costes que supondr¨¢ la ampliaci¨®n a Espa?a y Portugal que, seg¨²n el texto presidencial, "ha de hacerse en condiciones satisfactorias"- El tema del aumento de los recursos propios de la CEE aparece, l¨®gicamente, como ¨²ltimo punto. El presupuesto de la CEE se nutre esencialmente de tres fuentes: una parte de la base imponible del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) de los diez -un punto como m¨¢ximo en la actualidad-, los aranceles comunes frente al exterior y los grav¨¢menes agr¨ªcolas percibidos a la importaci¨®n de productos agr¨ªcolas provenientes de pa¨ªses terceros.El problema brit¨¢nico viene arrastr¨¢ndose desde 1979, con cheques de devoluci¨®n anuales a Londres, renegociados a?o trasa?o. El Reino Unido, con una agricultura peque?a y con fuertes importaciones de estos productos, contribuye al presupuesto comunitario m¨¢s que lo que recibe de ¨¦l. Es, con la RFA, el ¨²nico pa¨ªs contribuyente neto, pero es m¨¢s pobre que ¨¦sta.
Puntos en el aire
En este tema, el proyecto franc¨¦s deja muchos puntos en el aire, y en algunos aspectos no es aceptable por Londres. Pero podr¨ªa ser la base de una soluci¨®n. Reconoce la realidad del problema y aboga por una f¨®rmula de contribuci¨®n que se basar¨ªa en la riqueza per c¨¢pita del pa¨ªs. No cita cifras, pero c¨¢lculos oficiosos muestran que la diferencia entre la oferta francesa y lo que, por su parte, pide Londres oscilar¨ªa entre 30.000 y 50.000 millones de pesetas anuales. No es mucho.La soluci¨®n durar¨ªa lo que durasen los nuevos recursos propios, y el cheque de devoluci¨®n lo tendr¨ªan que financiar todos los dem¨¢s pa¨ªses, incluida la RFA. La factura de Bonn sigue siendo elevada desde la segunda guerra mundial. Por otra parte, Londrers tendr¨ªa que financiar, como los dem¨¢s, el coste del ingreso de Espa?a y Portugal.
Pero el problema no es s¨®lo brit¨¢nico. Hay indicaciones de que Francia est¨¢ interesada en una soluci¨®n de este tipo, pues pr¨®ximamente, y en particular despu¨¦s de una ampliaci¨®n, se convertir¨¢ en un importante contribuyente neto a la CEE.Todo esto, sin embargo, forma parte de un paquete global que incluye la reforma agr¨ªcola y presupuestaria, la ampliaci¨®n y las nuevas pol¨ªticas. No puede haber lo uno sin lo otro. Lo que puede ocurrir es que los 10 jefes de Estado y de Gobierno fijen s¨®lo los grandes principios de un acuerdo. Pero, de haberlo, no ha de ser una chapuza.
La CEE est¨¢ al borde de la asfixia financiera. Ya para este a?o faltan unos 300.000 millones de pesetas para financiar la PAC. El aumento de los recursos propios es un imperativo. El documento franc¨¦s no fija la cuant¨ªa, se?alando tan s¨®lo que ser¨¢ inferior a un punto m¨¢s de la base imponible del IVA. Pero este aumento habr¨¢ de ser ratificado por los parlamentos nacionales. Los diez han de de cidir qu¨¦ har¨¢n entre tanto, pues falta dinero.
El anhelo de Frangois Mitterrand ser¨ªa resolver estos temas el lunes y el martes, en Bruselas, y dejar la cumbre de Par¨ªs, en junio, para el relanzarniento de la integraci¨®n europea.
No es por casualidad que el documento franc¨¦s se abre con este tema, con la necesidad de lanzar nuevas pol¨ªticas comunitarias, tanto para crear un verdadero mercado interior en la CEE como un espacio social o una investigaci¨®n integrada en los campos de la electr¨®nica, telecomunicaciones y biotecnolog¨ªa. No quedan olvidados los programas de ayuda a las zonas mediterr¨¢neas m¨¢s pobres de la CEE, que entrar¨ªan en vigor en 1985 para permitir la adaptaci¨®n de estas zonas a la adhesi¨®n de Espa?a y Portugal.
Los campesinos se aprietan el cintur¨®n
Los agricultores europeos tendr¨¢n que apretarse el cintur¨®n de confirmar la cumbre europea el acuerdo de principio a que llegaron ayer -tras 25 exhaustivas e ininterrumpidas horas de discusi¨®n- los ministros del ramo de la CEE. "Desde un punto de vista europeo hemos trabajado bien, pero desde un punto de vista nacional, mal", manifest¨® el presidente de esta reuni¨®n, el franc¨¦s Michel Rocard. El esfuerzo pol¨ªtico y econ¨®mico ha sido considerable. Pero al fin hay un documento global sobre la reforma de la pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria (PAC). El camino ha quedado desbrozado para los jefes de Estado y de Gobierno.Yendo m¨¢s all¨¢ de las propuestas de la Comisi¨®n Europea, los diez fraguaron ayer un documento que supone la reducci¨®n de los precios agr¨ªcolas en un 1%, en t¨¦rminos absolutos (hay que sumar adem¨¢s la inflaci¨®n) para alemanes, holandeses y brit¨¢nicos, una baja real sustancial, contando la in fiaci¨®n, para B¨¦lgica, Italia, Luxemburgo y en cierta medida, Francia.
Anteriormente se hab¨ªa llegado a un acuerdo sobre un sistema de cuotas de pro ducci¨®n de leche -revolucionario para la CEE, pero que producir¨¢ a¨²n dos millones de toneladas m¨¢s de leche de lo que pueden beber los europeos- y un m¨¦todo para desmantelar en tres fases los engorrosos montantes monetarios compensatorios.
Ayer lleg¨® el acuerdo -de principio- sobre el nivel de precios para la campa?a 1984-1985. Aunque var¨ªa seg¨²n las monedas nacionales, bajan, expresados en ECU (unidad de cuenta europea), los precios de los cereales, aceite de oliva, tomates, vino y carne bovina. Estables quedan los de la leche, el az¨²car y la cebada. Otros suben ligeramente. Entre otras medidas asociadas se prev¨¦ la prohibici¨®n de plantar nuevas vi?as hasta 1992 y la fijaci¨®n de techos de garant¨ªa para todos los productos excedentarios. Italia y Grecia consideran que hay un desequilibrio para el sur de Europa.
Este paquete agr¨ªcola, destinado a frenar los galopantes gastos de la PAC, que se come un 60% del presupuesto de la CEE, costar¨¢, sin embargo, unos 60.000 millones de pesetas m¨¢s en 1984 que los previstos en el presupuesto. Y no hay m¨¢s fondos. En 1986 comenzar¨¢ un ahorro real, pero son los jefes de Gobierno los que han de decidir c¨®mo financiar lo que falta.
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