Casos para toda una vida
Buena parte de los internamientos hist¨®ricos del psiqui¨¢trico de Legan¨¦s tuvieron su origen en una actitud at¨ªpica o asocial, o un leve trastorno mental, que entonces, hace m¨¢s de 20 a?os, signific¨® su ingreso a perpetuidad en la instituci¨®n. En algunos casos, incluso no fueron ajenas motivaciones interesadas de alg¨²n familiar por cuestiones de herencia.As¨ª, nunca lleg¨® a estar claro el porqu¨¦ de la presencia en Legan¨¦s de Jos¨¦ -68 a?os de edad-, a quien en su pueblo apodaban ?rbol Silvestre por su car¨¢cter solitario. Ingres¨® en el psiqui¨¢trico de Palencia en febrero de 1952, a los 36 a?os, con diagn¨®stico de esquizofrenia. En una entrevista m¨¦dica (que se le hizo en 1971 -tras haber venido a parar a este centro, procedente de Ciempozuelos, donde le fueron aplicadas sesiones de electrochoque- se le apreci¨® lo siguiente: "El enfermo est¨¢ perfectamente l¨²cido, coherente y orientado. No se aprecian ni activ¨ªclad psic¨®tica, ni delirios, ni alucinaciones, ni alteraci¨®n del pensamierito. S¨®lo un razonable y justificado negativismo, junto con algunas estereotipias motoras; la m¨¢s llamativa consiste en taparse la boca cuando habla, como si tuviera miedo de comunicarse, cosa que en efecto le ocurre". Muchas veces se encierra en s¨ª mismo cuando se habla de ¨¦l, y habla alegre y precipitadamente, por ejemplo, de su posible permiso, de sus tierras en el campo. Y apunta quiz¨¢ una raz¨®n reveladora: "Tierras s¨ª ten¨ªamos, anda, y cepas, pero to pa ella (para su hermana)".
La orden de admisi¨®n de Cecilia, de 97 a?os de edad, fue expedida a instancias de su marido, que muri¨® en 1948 y era el ¨²nico pariente que iba a verla. Normal hasta la menarqu¨ªa, triste y muy religiosa en la pubertad, llorosa sin motivo aparente y casada por imposici¨®n paterna -seg¨²n consta en dicha orden-, el motivo de su internamiento fue "demencia precoz" (esquizofrenia paranoide). Se relaciona bien con las mujeres, pero reh¨²ye a los hombres.
Aunque la media de permanencia en este hospital es de 23 a?os, hay pacientes, sobre todo mujeres, que superan ese tiempo: Constantina, con esquizofrenia paranoide, entr¨® en 1929; cuatro a?os antes lo hizo Pilar; y Cecilia, en 1928.
"Lo mejor es no pensar en nada"
Son tambi¨¦n pacientes antiguas -y de beneficencia, como las anteriores- las hermanas Concha y Rosario, con antecedentes familiares de trastornos mentales y ambas con oligofrenia. Rosario, la mayor, que antes proteg¨ªa a Concha, es ahora cuidada por ¨¦sta, quien trabaja espor¨¢dicamente como mujer de limpieza en algunos pisos. Rosario sufri¨® un retroceso en su enfermedad hace dos a?os, tras el traslado de las mujeres a otro pabell¨®n del hospital, pues el suyo amenazaba ruina.Juli¨¢n, que lleg¨® a Legan¨¦s con 36 a?os, en 1953, tras viajar por sucesivos hospitales, padece hoy de "hospitalismo grave" y "esquizofrenia residual". Combatiente en la guerra civil en el frente republicano, hizo despu¨¦s el servicio militar, y tras ¨¦l, le sobrevino la catalogaci¨®n de locura. La sintomatolog¨ªa delirante de persecuci¨®n y envenenamiento que presentaba fue la causa de su hospitalizaci¨®n. En 1967 dec¨ªa: "Lo mejor es no pensar en nada, dejar pasar los d¨ªas... Si no, se muere uno aqu¨ª. Vivir en un piso bajo en Madrid predispone a ir a Legan¨¦s".
Gerardo entr¨® en este hospital en 1933, a los 25 a?os; soltero, sin novia conocida, muy afectado por la muerte repentina de su padre. Cuando fue internado, una de sus dos hermanas atribuy¨® la enfermedad mental de su pariente a "excesos de estudios intensivos: en un a?o hac¨ªa dos cursos". De familia labradora, toledana, curs¨® tres a?os de abogac¨ªa. Seg¨²n el testimonio familiar, las primeras se?ales de su trastorno aparecieron cuando, ya hu¨¦rfano, fue a Madrid "con motivo de las quintas, a comprarse un traje negro. Con la pena, entr¨® en relaci¨®n con varios amigos y entraron en casas malas, de tunas. Nos comunicaron luego que estaba en un caf¨¦, hablando cosas incoherentes y-con relajaci¨®n de esf¨ªnteres".
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