Crucifijos polacos

Los norteamericanos que discuten la frontera constitucional entre Iglesia y Estado quiz¨¢ no aprecien con facilidad c¨®mo la historia ha ligado Iglesia, Estado y naci¨®n en Polonia. Pero los polacos que gobiernan Polonia deber¨ªan conocer mejor el poder de la cruz y no menospreciarlo.La actual agitaci¨®n polaca se centra en la retirada de crucifijos de las escuelas estatales. Tambi¨¦n se sigue protestando por la decisi¨®n que hace un mes tom¨® la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica de trasladar a un sacerdote popular. Y el a?o pasado, el asunto clave fue, desde luego, el esfuerzo aparente del papa Juan Pablo II por contener a

Lech Walesa, dirigente del ilegalizado sindicato Solidaridad.

Durante siglos, la independencia de Polonia ha sido algo tenue, y su Iglesia cat¨®lica romana es el s¨ªmbolo m¨¢s perdurable de la supervivencia nacional. Los polacos, un 95% de los cuales es cat¨®lico, han investido a sus sacerdotes y a sujerarqu¨ªa eclesi¨¢stica de una autoridad moral negada a los Gobiernos, en especial al actual Gobiemo del general Jaruzelski.

(...) As¨ª, cuando los dirigentes comunistas ordenan quitar crucifijos de las aulas escolares y env¨ªan a la polic¨ªa antidisturbios para mantener el orden resulta plausible que un sacerdote diga que las autoridades "no son polacas". (...)

La religi¨®n polaca, imbuida de nacionalismo y populismo como en ning¨²n otro lugar de Europa, ha sostenido el ideal de la naci¨®n durante siglos. (...)

17 de marzo