La flota pesquera de Ond¨¢rroa ya tiene decidido su futuro: "Vamos a volver"

Domeka Solabarrieta, el patr¨®n del Valle de Atxondo, que entr¨® en el puerto de Ond¨¢rroa a las 20.20 horas del s¨¢bado, 125 minutos despu¨¦s que el otro barco envuelto en la aventura, el Burgoa-Mendi, se reuni¨® con ambas tripulaciones y un nutrido grupo de amigos y familiares en una cena que se prolong¨® hasta altas horas de la noche. Todos los presentes estuvieron de acuerdo: "Vamos a volver". Sin embargo, la decisi¨®n deber¨¢ ser refrendada por una asamblea de armadores y pescadores cuando sea informada de los resultados de las reuniones que celebrar¨¢n los pr¨®ximos d¨ªas armadores espa?oles y franceses. "Deben saber los franceses que si no cambian de actitud, la nuestra se va a endurecer. Que no olviden que de por medio est¨¢ el tema de las importaciones de pescado", afirma uno de los patrones del Burgoa-Mendi.

El Valle de Atxondo tuvo que ser ayudado por otra embarcaci¨®n en la maniobra de atraque, dado el inseguro estado de su tim¨®n. Las cicatrices visibles en su casco, apenas unos cent¨ªmetros por encima de la l¨ªnea de navegaci¨®n, testimoniaban de los efectos del ametrallamiento. En la cena hubo un recuerdo para los dos compa?eros que quedaron hospitalizados en Brest. El portugu¨¦s Manuel Fernando Gomes, que a sus 23 a?os ha perdido una pierna, est¨¢, seg¨²n sus compa?eros, algo m¨¢s tranquilo, pero preocupado por su futuro. La mujer de Eusebio Goimendi, una zamorana llamada Tr¨¢nsito del Estal, inform¨® que su marido sigue teniendo metralla en la pierna, por lo que ser¨¢ nuevamente operado a mediados de esta semana. Los hijos del matrimonio, Aitor y Gorka, esperan la llegada del marinero herido.

"Tengo miedo, pero volver¨¦"

El contramaestre del barco ca?oneado, con su hija Ainhoa en los brazos, confes¨® que, tras lo ocurrido, "tengo miedo, claro que lo tengo, pero volver¨¦ a la mar porque yo no dejo que mis hijos se mueran de hambre". "Con licencias o sin ellas", complet¨® otro marinero, engrasador, tripulante tambi¨¦n del Valle de Atxondo. "Estos caladeros fueron descubiertos por pescadores de aqu¨ª, no tienen derecho a echarnos".

Josu Ugalde, uno de los armadores del Burgoa-Mendi, se mostr¨® partidario de esperar durante una o dos semanas, espacio en el que se van a suceder importantes contactos entre la Administraci¨®n espa?ola y la francesa, as¨ª como entre armadores de ambos pa¨ªses, antes de tomar una decisi¨®n definitiva. "Vamos a ir con voluntad negociadora, y de lo que resulte informaremos a la asamblea, para decidir entre todos".

La ampliaci¨®n de sus aguas jurisdiccionales a 200 millas por parte de los pa¨ªses de la CEE ha hecho descender el n¨²mero de tripulantes de pesqueros de altura de un total de 4.010 en 1976 a 2.084 a mediados de 1983. En ese per¨ªodo, 54 barcos de la flota vasca han sido desguazados, tres exportados y siete transformados en congeladores. Adem¨¢s otros 19, 10 de Pasajes y el resto de Ond¨¢rroa, han cambiado de pabell¨®n, acogi¨¦ndose a la posibilidad de faenar libremente en aguas comunitarias a condici¨®n de enrolar en la tripulaci¨®n respectiva a un determinado n¨²mero de pescadores -no menos de tres cuartos del total- procedentes del pa¨ªs a cuya bandera se acoge el barco.

La reacci¨®n a la nueva situaci¨®n ha sido muy diferente en Ond¨¢rroa y en Pasajes, los dos principales puertos de pesca de altura de la costa vasca. En Pasajes hab¨ªa hace una d¨¦cada 212 embarcaciones de arrastre. Hoy quedan 59, de las que tan s¨®lo 32 cuentan con licencia. En ese pe r¨ªodo se ha perdido un total de 2.000 puestos de trabajo. Los armadores de Pasajes son en su mayor¨ªa empresarios que adem¨¢s de los barcos poseen otros negocios. Desde el comienzo optaron por aceptar las limitaciones impuestas por la Comunidad.

Una empresa familiar

Por el contrario, nueve de cada 10 armadores ondarreses son a la vez patrones o pescadores. Toda la familia participa de alguna manera en la actividad del barco, que, por lo dem¨¢s, pertenece casi siempre a varios socios. La flota actual la componen 101 embarcaciones de altura, que tienen que repartirse las 23 licencias asignadas a su puerto, Ello significa que cada barco -hay 37 sin posibilidad de disfrutar de licencia por encontrarse en la lista negra de la CEE- dispone de un m¨¢ximo de 50 d¨ªas h¨¢biles al a?o para faenar.

As¨ª las cosas, los ondarreses decidieron en su momento arriesgarse a ser capturados antes de permitir la muerte lenta de su puerto. Con el tiempo, la experiencia ha ido aumentando su audacia.

El comandante Quideau es un bret¨®n, hijo y nieto de pescadores, que durante a?os ha capitaneado la temida patrullera Ancelle -tan temida como burlada, por lo dem¨¢s-, y que desde finales de enero pasado patronea la nueva, y m¨¢s poderosa, Mauve. En una entrevista concedida hace mes y medio, y tras dejar constancia de que "los pescadores de Ond¨¢rroa son los m¨¢s duros de pelar, los que m¨¢s resistencia oponen", hac¨ªa una advertencia que result¨® prof¨¦tica: "Entre civiles", declar¨® el bret¨®n, podemos hablar y entendemos, somos flexibles. Adem¨¢s, muchos de nosotros hemos sido pescadores o venimos de familias de pescadores. Pero si los militares entran en esto -la Marina nacional-, las cosas van a ser muy dif¨ªciles. Deber¨ªan tenerlo en cuenta".

Arriesgar ha sido siempre una caracter¨ªstica de los ondarreses. En la iglesia de Santa Mar¨ªa la Antigua debe conservarse todav¨ªa un candelabro de cobre de grandes dimensiones que, seg¨²n recoge el historiador Carlos Claver¨ªa en su obra Los vascos y el mar, fue arrebatado por los marineros ondarreses, capitaneados por Pedro de Bilbao, a una nave inglesa que se dirig¨ªa a Portugal.

Armadores y pescadores se muestran de acuerdo sobre el futuro inmediato. Hay que negociar, pero tambi¨¦n hay que salir a la mar. Y hay que presionar poniendo freno a las importaciones. La C¨¢mara de Comercio de Bilbao considera conveniente, seg¨²n un escrito que acaba de difundir, demorar los planes de reestructuraci¨®n de la flota en tanto no se conozcan los criterios a aplicar una vez producida la integraci¨®n de Espa?a en el Mercado Com¨²n. Seg¨²n la C¨¢mara de Comercio, "una disminuci¨®n previa de la flota reforzar¨ªa la actual posici¨®n de inferioridad de cara a la negociaci¨®n de las futuras cuotas de pesca y n¨²mero de licencias, una vez producida la integraci¨®n". En los ¨²ltimos tres a?os, y pese a la actitud francesa, la flota ondarresa ha aumentado sus efectivos en una docena de barcos, varios de ellos adquiridos a buen precio la armadores de otros puertos del Cant¨¢brico, como el vecino de Pasajes.

Por lo dem¨¢s, los pescadores de Ond¨¢rroa tienen la impresi¨®n de estar siendo utilizados como moneda de cambio en las negociaciones con la CEE. Seg¨²n Isidoro Echeberria, gerente de la asociaci¨®n de armadores de Ond¨¢rroa, la negociaci¨®n deber¨ªa apoyarse en el criterio de intercambiar acceso al mercado espa?ol por acceso a los caladeros comunitarios. Espa?a es el segundo pa¨ªs de Europa en consumo de pescado por habitante y a?o, con una media de 32,7 kilogramos, y el primero en la industria de productos derivados de la pesca.

El acceso a ese mercado potencial de 38 millones de devoradores de pescado es, seg¨²n Echeberria, un argumento que la Administraci¨®n deber¨ªa utilizar para exigir en contrapartida ventajas sustanciales en la concesi¨®n de licencias, que han disminuido para el conjunto de la flota del Cant¨¢brico desde 250 en 1978 a 106 en la actualidad. Tanto m¨¢s, en opini¨®n de los armadores vascos, cuando existe el factor de los derechos adquiridos por una flota que lleva siglos faenando en esas aguas.