El CAl perdi¨® a Mageo, pero gan¨®

La sombra de Magee plane¨® sobre el Cajamadrid con efectos perniciosos, porque s¨®lo su sombra, que no su presencia, fue suficiente para. acabar con la temporada del equipo de Alcal¨¢ de Henares, que se ha visto sorprendentemente eliminado de la Liga cuando ten¨ªa toda la ventaja a su favor. El Cajamadrid cay¨® en su propia trampa de pensar que el CAI, sin Magee, era poco menos que un enemigo irrelevante. Porque ayer Magee se lesion¨® a los cuatro minutos de partido, cuando el marcador estaba en ventaja local. Aun as¨ª, el CAI fue capaz de llegar al descanso con un incuestionable 34-53, que, luego, le sirvi¨® para aguantar el chaparr¨®n por lo justo y clasificarse para las semifinales.Alcal¨¢ de Henares ha vivido dos partidos de infarto en 24 horas resueltos con ventajas m¨ªnimas por el CAI Zaragoza, que se ha convertido en sorprendente semifinalista y deber¨¢ enfrentarse al Barcelona. El de ayer fue el encuentro de la sinraz¨®n. Con 8-7 a favor, el Cajamadrid asisti¨® a una infortunada lesi¨®n de la estrella del CAI, Magee, que deb¨ªa abandonar, con visibles muestras de dolor, la cancha. Magee s¨®lo regresar¨ªa al banquilla en la segunda parte, pero con su pie izquierdo escayolado. Pues el Cajamadrid, lejos de cobrar serenidad con la desgracia, del rival, acrecent¨® su prisa por resolver un encuentro que cre¨ªa, ganado y comenz¨® a descubrir en muy poco tiempo todo un c¨²mulo de errores ofensivos.

El CAI perdi¨® a Magee, es cierto, pero conserv¨® una buena eficacia. en los lanzamientos a canasta y un dominio ejemplar sobre los rebotes, tarea en la que destac¨® Allen. Al minuto 10, el CAI, sorprendentemente, llevaba una ventaja de nueve puntos (14-23), pero el p¨²blico no pudo dar cr¨¦dito a lo que ve¨ªan sus ojos: el Cajamadrid, lejos de reaccionar, entr¨® en barrena y se pas¨® a un espectacular 14-35, aumentado poco despu¨¦s en un insospechado 20-44.

La segunda parte qued¨® reservada para la ¨¦pica y a punto estuvo de tener efecto. El Cajamadrid, alocado como durante todo el encuentro, pero con un pundonor fuera de lo normal, busc¨® la victoria con una incre¨ªble confianza en sus propias fuerzas. Se puso en un 78-80 a falta de 3.30. Pero, se excedi¨® en su propio nervio, porque, posiblemente, le hubiera sobrado un minuto para ganar. El CAI aguant¨® el bal¨®n los ¨²ltimos 45 segundos y fue suya la victoria.