La excepcional personalidad de Ivo Pogorelich
Con la expectaci¨®n y la abundancia de comentarios propios de los acontecimientos se?alados, se present¨® el s¨¢bado en Madrid el joven y ya famos¨ªsimo pianista Ivo Pogorelich, quien ya hab¨ªa sido aclamado en Espa?a en el Festival de Santander de 1981: ten¨ªa entonces 23 a?os.Se trata de un pianista realmente excepcional. No conozco un caso semejante de facilidad -al menos tan aparente, tan notoria tan visible- en el modo de resolver los problemas t¨¦cnicos. Esa virtud, casi dir¨ªamos ese don, lleva consigo, felizmente en el caso de Pogorelich, otra m¨¢s trascendental a la hora de hacer m¨²sica: la naturalidad, una naturalidad abrumadora que es arma decisiva para captarnos y seducirnos desde que ataca el primer acorde o construye la primera frase. Enrique Franco ha distinguido alguna vez en estas columnas entre pianistas que convencen, por la profundidad de sus conceptos art¨ªsticos, y los que vencen, apoy¨¢ndose en su poder¨ªo t¨¦cnico. Creo sinceramente que Pogorelich suma ambos caracteres; por eso, repito, es un pianista excepcional.
Sonata K
331 (Mozart), Sonata op. 58 (Chopin) y Sonata op. 82 (Prokofiev).Ivo Pogorelich, piano. Cielo In memoriam Rosa Sabater, organizado por Iberm¨²sica y Hazen. Teatro Real, 31 de marzo de 1984.
Contener la respiraci¨®n
La limpieza del mecanismo llega a ser deslumbrante, impecable. Resulta toda una experiencia, por ejemplo, escucharle en las escalas r¨¢pidas, por la casi milagrosa igualdad con que pronuncia cada nota, haci¨¦ndola clara y distinta Su disposici¨®n natural para este oficio es tal que nos hace preguntarnos si no ser¨¢ un cuento chino la proverbial dificultad de los pasajes en octavas... Y ?qu¨¦ decir de la capacidad de Pogorelich para matizar y colorear el sonido? Por si no hab¨ªa bastado su forma de exponer los mundos sonoros de Mozart, Chopin y Prokofiev, ofreci¨® como segunda propina una Sonata scarlattiana que yo creo nos hizo a todos contener la respiraci¨®n. Antes hab¨ªa obsequiado el Preludio 24 de Chopin entre el clamor general.
Intuici¨®n musical
La personalidad interpretativa de Pogorelich tiene a¨²n un car¨¢cter especialmente singular: su forma de decir, de frasear. Su capacidad para adelgazar el sonido hasta pian¨ªsimos en el l¨ªmite de lo audible, sin que ese sonido deje de tener plenitud e incisividad expresiva, es impresionante, y ello le permite la construcci¨®n de las frases en un arco din¨¢mico marcad¨ªsimo, tanto que podr¨ªa caer en lo artificioso si no fuera acompa?ado de un sentido y una intuici¨®n musical clarividentes.Durante el concierto no cab¨ªa sino recibir en tensi¨®n el mensaje musical. Luego se pudo pensar, y uno no encontraba ning¨²n f¨¢cil paralelismo para tratar de explicar el caso Pogorelich. Acaso en el comentado car¨¢cter de su fraseo, en su personal¨ªsima forma de concebir la interpretaci¨®n musical, pueda alinearse con Celibidache...
Tambi¨¦n en esa capacidad de plantearse las obras de repertorio como si nunca las hubieran escuchado antes a otros int¨¦rpretes, esto es, precindiendo de cualquier est¨¢ndar y siguiendo exclusivamente dictados propios para sonorizar, con escrupuloso rigor, lo escrito por el compositor: de ah¨ª lo sorprendente de algunos tempi o del sentido del rubato, o de la cantidad de cosas, irrelevantes en las versiones al uso, que cobran en sus manos nueva luz.
Pensar en lo que Ivo Pogorelich puede llegar a ser, siendo lo que es a los 26 a?os, realmente impresiona. Que le dejen en paz para serlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.