Polic¨ªas de barrio, con pistolas anticuadas y sin transmisores-receptores, caminan 15 kil¨®metros en San Blas
A las siete de la ma?ana de ayer, Pedro, de 45 a?os, y Ram¨®n, de 38, ya estaban en la agrupaci¨®n de Polic¨ªa Municipal del distrito de San Blas. La ma?ana del primer lunes de abril iba a ser especial para ellos. Por primera vez iban a actuar como verdaderos polic¨ªas de a pie por un bardo que ya hab¨ªan pateado en numerosas ocasiones para poner multas de tr¨¢fico, realizar informes de convivencia o buena conducta y repartir notificaciones municipales. Otros 10 agentes, entre ellos tres mujeres, estaban en la misma situaci¨®n por la ma?ana. Por la tarde seis parejas tornar¨ªan su relevo.Siete horas y media despu¨¦s, Pedro y Ram¨®n, dos hombres de mediana altura, gruesos, aspecto bonach¨®n y m¨¢s de tres lustros en el cuerpo, hab¨ªan caminado unos 15 kil¨®metros por rutas de San Blas previamente establecidas por sus superiores en funci¨®n de estudios sobre la inseguridad ciudadana. Hab¨ªan recorrido tres veces la calle Amposta, donde son frecuentes los robos y atracos a tiendas. Hab¨ªan dado varias vueltas por una galer¨ªa comercial y por un par de ambulatorios del barrio, lugares favoritos de los practicantes del tir¨®n al bolso de se?ora. Circularon tambi¨¦n por el parque de San Blas, escenario de bisnis o negocios de drogas y, de asaltos a punta de navaja. En fin, se hab¨ªan dejado ver.
Caminando despacio, deteni¨¦ndose al observar una conducta sospechosa o preguntando a un comerciante si todo estaba en orden, los polic¨ªas municipales-de-barrio intentaron parecerse lo m¨¢s posible a los bobbies brit¨¢nicos de las pel¨ªculas, el modelo cl¨¢sico de agentes pr¨®ximos al ciudadano. "El p¨²blico", dec¨ªan, "ha respondido bien, nos ha alentado a seguir as¨ª".
Robo de un coche
A media ma?ana los agentes fueron interpelados por un se?or que denunci¨® el robo durante la noche anterior del coche de su hija, un Seat 600, matr¨ªcula M-520.658. El veh¨ªculo hab¨ªa desaparecido de la calle de San Mariano. Los polic¨ªas municipales tomaron nota en sus cuadernos y prometieron que estar¨ªan atentos. Dos horas despu¨¦s, frente a la comisar¨ªa de San Blas, el denunciante volvi¨® a abordar a los agentes. Hab¨ªa buscado a pie el autom¨®vil por el distrito y lo hab¨ªa encontrado al final de la avenida de Arag¨®n. Dentro todo estaba revuelto, pero no faltaba ni un papel. En cambio, el ladr¨®n se hab¨ªa olvidado unas llaves.Salvo ese incidente y algunas escapadas de vendedores ambulantes al divisar la pareja de azules, la ma?ana de ayer fue tranquila en las calles de San Blas patrulladas por los dos polic¨ªas. La actividad delictiva en esa zona es m¨¢s intensa a ¨²ltimas horas de la tarde y primeras de la noche, cuando traficantes y consumidores de droga dura est¨¢n ya bien despiertos. Pero la vigilancia entonces, seg¨²n el modelo de polic¨ªa de barrio impulsado por el ayuntamiento, corresponde a otra pareja de la agrupaci¨®n de Polic¨ªa Municipal de San Blas, que cubre el turno desde las tres de la tarde hasta las once de la noche.
Una anticuada pistola Llama del 9 corto, una porra y un callejero constitu¨ªa toda la dotaci¨®n material de los polic¨ªas de barrio que en la ma?ana de ayer patrullaron por el coraz¨®n de San Blas. No llevaban equipos port¨¢tiles de transmisi¨®n y recepci¨®n porque la Polic¨ªa Municipal madrile?a no cuenta a¨²n con un n¨²mero suficiente de ellos. Los contactos con la superioridad se hicieron personalmente: cuatro veces a lo largo de la ma?ana, en puntos y horas prefijados, los agentes dieron el parte de sin novedad a un sargento.
Hace un a?o los dos agentes empezaron a trabajar juntos en la agrupaci¨®n de San Blas. Entonces eran m¨¢s carteros que otra cosa, pero un d¨ªa persiguieron a pie a un joven atracador que acababa de llevarse unas 15.000 pesetas de una mercer¨ªa de la calle de Arcos de Jal¨®n. El joven, que esgrim¨ªa una pistola, se les escap¨®. Poco despu¨¦s fue detenido por la Polic¨ªa Nacional, que descubri¨® que el arma era simulada.
Con toda probabilidad ahora, en su calidad de patrulleros de a pie, esas situaciones se producir¨¢n a diario, Y los dos polic¨ªas, muy serios, afirman que "no nos haremos los ciegos a los delitos que se produzcan ante nuestros ojos porque nuestra misi¨®n en esos casos es intervenir de forma inmediata, aunque, eso s¨ª, evitaremos al m¨¢ximo el uso de las armas de fuego". Los polic¨ªas de barrio piensan que apretar el gatillo "puede ser peligroso para terceros".
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