El consumo de los motores turboalimentados, baza fundamental ma?ana en Kyalami

El r¨¢pido circuito de Kyalami, en las proximidades de Johannesburgo, en Sur¨¢frica, ser¨¢ escenario este s¨¢bado de la segunda cita del calendario del mundial de esta temporada. Debido al trazado y a la considerable altura en la que est¨¢ enclavado el circuito (1.600 metros), el consumo de combustible de los motores turboalimentados volver¨¢ a ser una baza fundamental en el desarrollo de la carrera. En los entrenamientos privados, disputados a puerta cerrada durante la pretemporada, el finland¨¦s Keke Rosherg, con su Williams con motor Honda, fue el m¨¢s r¨¢pido, con un escalofriante promedio de 225 kil¨®metros por hora.

En los cuatro kil¨®metros de recorrido total de cada vuelta de Kyalami, el circuito s¨®lo tiene nueve curvas. Algunas de ellas tienen un radio suficientemente abierto como para permitir afrontarlas a velocidades ampliamente superiores a los 200 kil¨®metros por hora. De ah¨ª que se pueda completar una vuelta a un promedio de 225 kil¨®metros por hora, lo que convierte a Kyalami en uno de los circuitos m¨¢s r¨¢pidos de todos cuantos integran el calendario.En estas condiciones, los pilotos tendr¨¢n que mantener de forma casi constante los aceleradores pisados a fondo, en lugar de hacer bruscas frenadas y violentas aceleraciones. Esto, unido al problema derivado de la altura donde est¨¢ el circuito, provocar¨¢ un consumo excesivo en los coches, especialmente grave desde la entrada en vigor de las nuevas medidas, que restringen a s¨®lo 220 litros la capacidad m¨¢xima de los dep¨®sitos de combustible.

Por ello, los pilotos deber¨¢n vigilar, especialmente en las ¨²ltimas vueltas, y probablemente con buenas dosis de angustia, los nuevos contadores de gasolina instalados en los tableros de instrumentos de sus respectivos coches.

Con un extra?o sistema de comunicaci¨®n recientemente implantado al efecto, desde el box avisar¨¢n al piloto, cada vuelta y por medio de una pancarta, de la cantidad de litros que te¨®ricamente deber¨ªan quedarle en el dep¨®sito. Le¨ªda la pancarta, el piloto tendr¨¢ que contrastar esa informaci¨®n con la que le brinda el nuevo reloj de su sobrio tablero de instrumentos.

En funci¨®n de los datos obtenidos, si le queda suficiente gasolina, por haber consumido menos de la que en teor¨ªa el coche deber¨ªa haber gastado, estar¨¢ en condiciones de forzar su ritmo. En caso contrario tendr¨¢ que aminorar su marcha, o, como m¨¢ximo, podr¨¢ mantener el mismo ritmo que llevaba antes. Un error de c¨¢lculo en el piloto o un exceso de fogosidad en su tipo de conducci¨®n podr¨ªa costarle el quedarse tirado sin gasolina unas vueltas antes de que terminen las 77 previstas.

Por otro lado, el franc¨¦s Patrick Tambay, con Renault, hizo el mejor tiempo en la. primera sesi¨®n de entrenamientos libres, con 1.06.752, por delante de Nelson Piquet (Brabham), 1.06.972.