Recetas m¨¦dicas
Recientemente, no s¨¦ si por desconocimiento o a prop¨®sito, algunos medios period¨ªsticos han ofrecido unas cifras que pudieran desinformar a la opini¨®n p¨²blica. Se cita a aquellos m¨¦dicos que m¨¢s gasto en recetas y en importe total de gastos econ¨®micos hicieron en el pasado mes de noviembre. Y esto se hizo sin tener en cuenta el n¨²mero de cartillas y de beneficiarios de cada uno. No es lo mismo tener 300, 400, 1.000 o 1.500 que unos 4.500 beneficiarios, como tengo yo. Es l¨®gico pensar que el m¨¦dico que m¨¢s cartillas tenga recete m¨¢s. Esos datos se deber¨ªan haber referido a la desviaci¨®n en exceso de cada m¨¦dico del gasto medio provincial o nacional del consumo de recetas o del consumo econ¨®mico. Adem¨¢s, no se han analizado las circunstancias que pudieron haber existido durante dicho mes, y que hubieran disparado el consumo de recetas. No se puede juzgar la, labor de un profesional porque en un mes se haya sobrepasado un determinado n¨²mero de recetas. Se podr¨ªa haber hecho si se hubiera realizado un seguimiento de varios meses de duraci¨®n y atendiendo a las circunstancias que concurren en cada caso.As¨ª, por ejemplo, en el mes de diciembre los datos aportados por el Insalud son los siguientes: n¨²mero de recetas facturadas por m¨ª, 4.307; en noviembre, 5.226. Importe total, 2.253.110 pesetas; en noviembre, 2.640.000. Promedio del consumo provincial: trabajador activo, 960 pesetas y 2,32 recetas; pensionista, 2.659 pesetas y 5,46 recetas. Promedio de mi consumo: trabajador activo, 981 pesetas y 2,03 recetas; pensionista, 2.849 pesetas y 5,00 recetas.
Como se puede apreciar, no solamente he bajado la facturaci¨®n y el gasto farmac¨¦utico en pesetas, sino que en consumo de recetas estoy por debajo de la media provincial, y en cuanto al gasto econ¨®mico por recetas, la diferencia es muy peque?a. Pienso que si hubiera habido alg¨²n problema ser¨ªa en primer lugar el propio Insalud el que se hubiera interesado por los problemas existentes, y hasta el momento no ha habido ninguna queja.
Yo no tengo la culpa de tener una consulta masificada, unos 120 diarios, a los que la mayor¨ªa de las veces tengo que recetar uno, dos o los medicamentos que seg¨²n mi capacidad cient¨ªfica creo que es conveniente para el enfermo, am¨¦n de realizar la prescripci¨®n de los especialistas de zona, de los pacientes con documentos de desplazamiento, de los que vienen con tratamiento de las residencias sanitarias, de aquellos que veo fuera de los horarios de consulta, ya sea por motivo de urgencia o por aviso domiciliario.
No hay derecho a que tengamos un horario de trabajo anticonstitucional de 24 horas diarias, 335 d¨ªas al a?o, ya que aparte del horario de ocho horas diarias tengo que hacer los servicios de urgencias las restantes 16 horas, incluyendo domingos y festivos; que no tengamos un auxiliar contratado por el Insalud para que nos ayude en consulta como ocurre en todos los ambulatorios de la S.S.; que tengamos que pagar el material de oficina -papel, bol¨ªgrafos, etc¨¦tera-; que tengamos que pagar el instrumental puesto a cargo de los beneficiarios de la Seguridad Social; que tengamos que utilizar nuestro propio veh¨ªculo para los desplazamientos a domicilio, a veces a varios kil¨®metros, sin la correspondiente remuneraci¨®n; que no tengamos posibilidades hasta el momento del necesario reciclaje profesional ni el tiempo suficiente para el ocio, para el estudio, etc¨¦tera; que mi familia tenga que mantener vigilia continua mientras yo estoy fuera de casa atendiendo a los enfermos. / M¨¦dico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.