'Las muchachas de azul', el principio de aquel cine
Aunque Las chicas de la Cruz Roja se hiciera m¨¢s popular, fue Las muchachas de azul, que Pedro Lazaga dirigi¨® un a?o antes, en 1957, la que inaugur¨® el ciclo de comedia amable que quiso enterrar el engolado tono del cine oficial de posguerra. Naturalmente, no fue un corte tajante, no nac¨ªan estas pel¨ªculas de enfrentamiento alguno, pero buscaron en el sainete una inspiraci¨®n m¨¢s cercana.El esquema coral de sus historias permit¨ªa ofrecer ¨¢ngulos distintos de una realidad distorsionada pero que prescind¨ªa de la consigna a ultranza y en primer t¨¦rmino. Su conservadurismo era la contrapartida de los movimientos estudiantiles de la protesta generalizada que protagonizaba la gente joven, pero compar¨¢ndolo con el que propon¨ªa el cine folkl¨®rico, de cupl¨¦s o de ni?os prodigio, parec¨ªa realmente otra cosa.
Los j¨®venes de Las muchachas de azul no se planteaban problemas serios. Se sent¨ªan felices de ser contempor¨¢neos de los planes de desarrollo, de los primeros turistas y de la televisi¨®n del Paseo de la Habana: de la Espa?a moderna que quer¨ªa barnizar a la eterna. Simp¨¢ticos y en colores fueron un alivio, a pesar de todo, aunque en aquel momento, los cr¨ªticos m¨¢s serios desvelaran sus trampas y acartonamientos, defendiendo como ¨²nico ejemplo de un cine espa?ol v¨¢lido el que quer¨ªan desarrollar Bardem y Berlanga, Nieves Conde o Forqu¨¦, a pesar de la intransigencia de la censura.
Del mismo a?o de la pel¨ªcula de hoy es Los jueves, milagro, que a Berlanga pr¨¢cticamente le reescribi¨® la censura; El inquilino, para la que Nieves Conde tuvo que filmar otro final; La venganza que, tal como recuerda Bardem, hasta fue manipulada en el t¨ªtulo; y Amanecer en puerta oscura, que enfrent¨® a los censores con las buenas intenciones de Forqu¨¦.
Jos¨¦ Luis Dibildos fue el impulsor de esta nueva comedia. Guionista y productor, diferenci¨® sus pel¨ªculas de cuantas le imitaron, procurando alejarse de la trillada moralina a base de humor. En sus filmes de la ¨¦poca existe un curioso distanciamiento, una oculta iron¨ªa que, hoy, puede ser la raz¨®n de su posible inter¨¦s.
A ese humor colaboraron los actores, muy especialmente Anal¨ªa Gad¨¦ y Fernando Fernan G¨®mez, pr¨¢cticamente imprescindibles en aquel cine de Dibildos. Ella, con su divertido acento argentino, y ¨¦l, con inteligente socarroner¨ªa, dieron vida a aquellas parejas edulcoradas que se casaban tras largas peripecias para iniciar una presumiblemente imposible vida feliz. Los a?os transcurridos dan m¨¢s luz sobre sus esfuerzos. La ¨²ltima pel¨ªcula de Dibildos ha sido La colmena, dirigida por Mario Camus, y el ¨²ltimo trabajo de Fernando Fernan G¨®mez, Feroz, dirigida por Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, es una lecci¨®n interpretativa, fascinante y rotunda, sin la que la pel¨ªcula carecer¨ªa probablemente de la misma fuerza. Disimulado en guiones de poco peso, ese talento lat¨ªa de alguna forma en aquellos filmes. Fernan G¨®mez, meses despu¨¦s de interpretar Las muchachas de azul dirigi¨® La vida por delante, tan divertida como aplastante cr¨®nica de la aut¨¦ntica realidad del momento. Pero la film¨® en blanco y negro. A la hora de la verdad, el color en la comedia era entonces un s¨ªntoma de falsas alegr¨ªas.
Las muchachas de azul se emite hoy a las 16.00 horas por la primera cadena.
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