El fiscal presentar¨¢ querella contra los jueces Rodr¨ªguez Hermida y Var¨®n Cobos

Viene de la primera p¨¢gina

El fiscal General del Estado recibi¨® el pasado martes informaci¨®n sobre el desarrollo de las investigaciones policiales, actualmente encaminadas a confirmar a qui¨¦nes se pagaron los 10 millones de pesetas por el citado soborno. Antonio Bardellino, de 38 a?os, capo de la Nuova Familia, uno de los clanes de la Camorra, mafia napolitana, es considerado el jefe del tr¨¢fico de droga entre Europa y Suram¨¦rica. Huy¨® a principios de febrero de la justicia espa?ola, despu¨¦s de que el 30 de enero fuera puesto en libertad provisional, bajo fianza de cinco millones de pesetas, por el magistrado juez Ricardo Var¨®n Cobos.

Bardellino hab¨ªa sido detenido en Barcelona en noviembre de 1983, junto a su guardaespaldas Raffaele Scarnato y dos de sus hombres , Pasquale Pirolo y Roberto Ferrara, debido a que contra ellos pesaba una orden internacional de captura y varias m¨¢s de la magistratura italiana. Las autoridades italianas reclamaron a los cuatro mafiosos, y mientras Pirolo y Ferrara accedieron a volver a Italia, los dos primeros se opusieron a la extradici¨®n.

A Var¨®n no le correspond¨ªa en principio el caso Bardellino, ni tampoco el de los otros tres camorristas. Este juez realizaba la sustituci¨®n del titular del juzgado central n¨²mero 5, Francisco Castro Meije, cuando puso en libertad a Bardellino. Al tener conocimiento de la resoluci¨®n, Castro se incorpor¨® al juzgado y cit¨® a Bardellino, pero ¨¦ste no compareci¨®. Tambi¨¦n dispuso la vigilancia del domicilio en el que viv¨ªa la compa?era del camorrista, Rita De Vita, pero Tonino no pudo ser apresado. A partir de ese momento, Francisco Castro revoc¨® el auto de libertad y decret¨® la captura e ingreso en prisi¨®n de Bardellino.

Al tener conocimiento de la puesta en libertad del mafioso, las autoridades judiciales italianas denunciaron la existencia de protecciones y atacaron duramente a los jueces espa?oles. El presidente de la Audiencia Nacional, Rafael de Mendiz¨¢bal, inform¨® al titular del Consejo del Poder Judicial sobre las sospechas que ten¨ªa de que el magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo Jaime Rodr¨ªguez Hermida hab¨ªa presionado sobre el juez Ricardo Var¨®n Cobos para que pusiera en libertad a Bardellino.

Versi¨®n de Hermida

Como consecuencia de estas sospechas, y a ra¨ªz de informaciones que aseguraban que a Bardellino le hab¨ªa costado su puesta en libertad los buenos oficios de una mujer y 15 millones de pesetas, de los que s¨®lo 5 se hab¨ªan utilizado para pagar la fianza impuesta, la secci¨®n disciplinaria del Consejo del Poder Judicial orden¨® una investigaci¨®n. Las pesquisas iban dirigidas a comprobar estos extremos, la existencia de las presiones y las razones por las que el magistrado juez de la Audiencia Nacional citado puso en libertad a Bardellino, pero no a su guardaespaldas Raffaele Scarnato. Este ¨²ltimo est¨¢ reclamado por delitos mucho menos graves que Tonino, quien est¨¢ condenado en Italia a cinco a?os de c¨¢rcel.

Seg¨²n la versi¨®n de los hechos que Rodr¨ªguez Hermida facilit¨® al intructor del expediente, ¨¦l se interes¨® por la situaci¨®n de Bardellino cuando se lo insinu¨® Josefa, Su¨¢rez, con la que manten¨ªa relaciones sentimentales.

Rodr¨ªguez Hermida, por amistad con Josefa, coment¨® a Var¨®n Cobos en un cafeter¨ªa pr¨®xima a la Audiencia Nacional el inter¨¦s de su amiga por el italiano. El magistrado declar¨® que ni ¨¦l, ni Var¨®n Cobos conoc¨ªan exactamente la importancia de Bardellino, y que ninguno de los dos hab¨ªa recibido dinero por la puesta en libertad del mafioso. Tambi¨¦n aleg¨® que ni siquiera se lo han ofrecido, aunque no descart¨® que personas ajenas a la Justicia hubieran recibido una recompensa econ¨®mica en vista de los resultados de sus gestiones.

De acuerdo con esta versi¨®n, el magistrado del Supremo advirti¨® a Var¨®n para que el italiano no pudiera escaparse, y por eso el magistrado de la Audiencia Nacional impuso una fianza de cinco millones de pesetas, que suele ser poco usual en delitos no monetarios.

El magistrado Rodr¨ªguez Hermida manifest¨®, a ra¨ªz de su implicaci¨®n en el caso, que cree en "la justicia divina" y que "siento tranquilo mi coraz¨®n, porque mi trayectoria profesional es inmaculada".