La cultura, el escaparate mas espectacular de la gesti¨®n de Pujol
![Llu¨ªs Bassets](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fb52bac44-bbf8-4c43-8262-d941e3035cee.png?auth=337ba15f44fd2f942b63c49c4b096c7803f1378c919a5897e4f84a34be8cb6f0&width=100&height=100&smart=true)
Uno de los escaparates mas vistosos de la acci¨®n de gobierno del Gabinete de Jordi Pujol ha sido el cutural. La tarea desarrollada es ciertamente vast¨ªsima, y se corresponde al volumen de traspasos en el ¨¢mbito cultural, en el que la Generalitat tiene competencias exclusivas. Destaca la labor desarrollada en el terreno de la normalizaci¨®n de la lengua catalana, gracias fundamentalmente al consenso existente. Este hecho no ha impedido, sin embargo, que se hayan producido diversas actuaciones de discriminaci¨®n . El presupuesto de Cultura de la Generalitat, que oscila entre el 1,43% en 1980 y el 1,39 % del ¨²ltimo ejercicio, es proporcionalmente mayor al departamento de la Administraci¨®n central.
La orientaci¨®n del Departamento de Cultura se ha ce?ido con fidelidad a la escasa definici¨®n del programa electoral presentado por CiU en 1980: creaci¨®n de infraestructura cultural, recuperaci¨®n de la propia identidad catalana y una gen¨¦rica promoci¨®n cultural en todos los ¨¢mbitos. Fer coses, hacer cosas, ha sido el eje central de esta pol¨ªtica, en continuidad con la actividad del pujolismo m¨¢s o menos difuso de las instituciones creadas ya durante el franquismo bajo la consigna de fer pa¨ªs. El propio departamento se ha constituido en una institucionalizaci¨®n de las sociedades y entidades construidas por el voluntarismo del catalanismo de la resistencia. Para esta tarea, Pujol fue a buscar a Max Cahner, uno de los personajes m¨¢s distinguidos en esta actividad. La elecci¨®n contaba con otra ventaja: Cahner era una persona pr¨®xima a Nacionalistes d'Esquerra, y con ello Pujol se abr¨ªa hacia la izquierda nacionalista.Los resultados de esta pol¨ªtica han permitido la aparici¨®n, por primera vez en la historia de Catalu?a de los ¨²ltimos 60 a?os, de una cultura oficial, con su correspondiente funcionarizaci¨®n de artistas e intelectuales, aparici¨®n de difusos criterios de gusto e inicio de un control efectivo de circuitos e instituciones catalanas.
El criterio del departamento de ofrecer el protagonismo a las entidades y asociaciones profesionales de cada ¨¢rea de actividad ha colaborado en la consolidaci¨®n de un gremialismo intelectual, instrumento de reparto de recursos -como becas, viajes, subvenciones-, y en la contrapartida, de marginaci¨®n y rechazo por parte de grupos de creadores, que no han querido sumarse a la calificada cultura sovi¨¦tica a la catalana.
El aspecto m¨¢s claramente sovi¨¦tico -es decir, dirigista y asfixiante, aunque pl¨¢cidamente asfixiante para muchos de los afectados- de la cultura oficial ha sido el teatral. El Centre Dram¨¤tic se ha convertido en un pulpo, hasta el punto de que ya parece imposible estrenar sin acogerse a sus tent¨¢culos de oro.
La pol¨ªtica teatral ha sido tambi¨¦n calificada de subvenci¨®n de butacas vac¨ªas y de pases de favor, como demuestran las cifras de balance de Teledeum presentadas por Els Joglars, en las que se asegura que algunos de los espect¨¢culos de mayor ¨¦xito han tenido hasta un 45% de entradas gratuitas y escolares. La escasa iniciativa privada teatral ha desaparecido ante el f¨¢cil y obligado patrocinio oficial. En muchos casos los proyectos m¨¢s costosos no han pasado ni por el director general de M¨²sica, Teatro y Cinematograria, Jordi Maluquer; ni por el del Centre Dram¨¢tic, Hermann Bonnin; ni por el consejo asesor; y han sido asumidos por el conseller, aunque existe la evidencia de que fueron tomadas en el despacho presidencial, como iniciativas de inter¨¦s nacional. Esta pol¨ªtica se manifiesta en el proyecto de ley de museos, que preve¨ªa el traspaso de los museos barceloneses, en su mayor¨ªa gestionados por el municipio, a manos de la Generalitat. El proyecto fue motivo de dimisi¨®n de cuatro miembros de la cornisi¨®n asesora de Museos.
El esp¨ªritu con que el Departamento de Cultura ha afrontado el protocolo y la coordinaci¨®n con otras instituciones responde a una mentalidad competitiva, que se acoge al enunciado de las competencias exclusivas en Cultura como patente de exclusiva intervenci¨®n en la vida cultural por parte del Gobierno aut¨®nomo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Llu¨ªs Bassets](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fb52bac44-bbf8-4c43-8262-d941e3035cee.png?auth=337ba15f44fd2f942b63c49c4b096c7803f1378c919a5897e4f84a34be8cb6f0&width=100&height=100&smart=true)