M¨²ltiples privilegios jam¨¢s dispensados

Los dirigentes chinos dispensaron ayer un recibimiento triunfal al presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, que gozar¨¢ de numerosos privilegios jam¨¢s dispensados a un visitante extranjero. La diplomacia de Pek¨ªn busca as¨ª ganarse los favores de un dirigente norteamericano que, en un principio, parec¨ªa nada favorable a los intereses chinos.Para hacer m¨¢s agradable la visita de Reagan, los chinos no han ahorrado nada. Calurosa acogida a pesar del d¨ªa h¨²medo y fr¨ªo, alfombra roja a los pies de la pareja presidencial norteamericana, salvas de ca?¨®n, banderas de Estados Unidos en las calles.

Pero, adem¨¢s, el r¨ªgido protocolo chino ha hecho excepciones a sus propias reglas. Ning¨²n invitado de la Rep¨²blica Popular China ha podido beneficiarse de privilegios como los otorgados a Reagan. El presidente norteamericano no s¨®lo tuvo derecho a utilizar su propio coche blindado y helic¨®ptero, sino tambi¨¦n el honor de poder viajar en su propio avi¨®n, el Air Force One, en sus desplazamientos a Xian y Shanghai.

Durante los seis d¨ªas de estancia de Reagan, Pek¨ªn vivir¨¢ al estilo norteamericano. El presidente ofrecer¨¢ a sus anfitriones un banquete a base de pavos congelados rellenos, tra¨ªdos de Estados Unidos, regados con vinos de California.

Aparte del programa oficial, el presidente norteamericano dispondr¨¢ de un fin de semana tur¨ªstico. El s¨¢bado se trasladar¨¢ a la Gran Muralla y el domingo visitar¨¢ la antigua ciudad imperial de Xian, c¨¦lebre por los famosos guerreros de terracota del emperador Qin Shi Huang.

El lunes se trasladar¨¢ a Shanghai, ¨²ltima etapa de su gira, donde pronunciar¨¢ un discurso en la universidad de Fudan y visitar¨¢ una empresa chino-norteamericana. El martes emprender¨¢ el regreso a Washington, v¨ªa Alaska, donde se entrevistar¨¢ con el papa Juan Pablo II.