Una comitiva multitudinaria sin un solo extranjero

Comparado con el modesto grupo que acompa?¨® en enero al primer ministro chino, Zhao Ziyang, a Estados Unidos, el s¨¦quito que viaja con el presidente Ronald Reagan a China se parece m¨¢s a una multitud que a una comitiva.Adem¨¢s de Reagan y su esposa, Nancy, son 560 los norteamericanos que llegaron ayer a Pek¨ªn, en la primera visita de un titular de la Casa Blanca desde la de Gerald Ford, en 1975, y la primera desde la normalizaci¨®n de relaciones entre los dos pa¨ªses, en 1979.

Aunque se haya calificado de hist¨®rica esta visita, el Gobierno chino hubiera preferido que el presidente norteamericano optara por una comitiva m¨¢s modesta. En un principio, los chinos propusieron un m¨¢ximo de 200 personas. Estados Unidos quer¨ªa bastantes m¨¢s de 600. La Prensa extranjera, que normalmente tiene el mismo derecho que sus colegas norteamericanos para acompa?ar al presidente en. sus viajes oficiales, ha tenido que quedarse en casa para poder limitar a 260 el contingente period¨ªstico.

Funcionarios y ayudantes de la Casa Blanca, Departamento de Estado (el secretario, George Shultz, tambi¨¦n integra la comitiva) y Consejo de Seguridad Nacional suman casi otras 100 personas.

Los dem¨¢s pertenecen al personal de seguridad -tema que preocupa a los chinos, ya que, al parecer, hubo amenazas contra la vida de Reagan- y de comunicaciones.

Nancy Reagan lleva un equipo propio, incluido su peluquero, Julius, y cuenta con un programa especial, en el que habr¨¢ de encontrar tiempo para redactar a diario sus Cr¨®nicas de China, que se publicar¨¢n, el d¨ªa antes del regreso a Washington de la pareja, en el diario USA Today. La Prensa, que tuvo que aceptar recortes en efectivos, tambi¨¦n tuvo que aceptarlos en el apartado de la comodidad. En lugar de desplazarse una vez en China en el charter habitual de la Pan-Am -donde las azafatas son casi como madres adoptivas para los agotados periodistas-, tendr¨¢ que viajar en tres aviones chinos Boeing 737.

Pero, en cambio, no se limit¨® a los periodistas el peso: unas 17 toneladas de equipos de televisi¨®n y radio, o sea, cuatro toneladas m¨¢s que cuando Reagan viaj¨® a Jap¨®n el a?o pasado.