Los directores anuncian para hoy cambios en la clasificaci¨®n general

Masciarelli, amigo, socio y sin embargo compa?ero de Francesco Moser, recibi¨® el permiso pertinente para llegar en solitario a Burgos. Es un rodador de cierta clase y ha sabido recorrer 108 kil¨®metros a una media superior a los 45 kil¨®metros por hora. Los espa?oles no pudieron con ¨¦l, aunque el pelot¨®n volvi¨® a discurrir con alta velocidad. El adelanto sobre el tiempo previsto fue, en esta ocasi¨®n, de 40 minutos. Todo queda listo para la eta pa de hoy, entre Burgos y Santander, con dos puertos de primera categor¨ªa al rinal del recorrido. Se anuncian nuevos descartes y cierto revuelo en la general.

Ya no es una sorpresa que se alcancen velocidades altas en estas etapas llanas, como tampoco que los corredores espa?oles demuestren, d¨ªa tras d¨ªa, etapa por etapa, que no disponen de rodadores de cierta entidad. Masciarelli nunca ganar¨¢ un Giro de Italia, pero servir¨¢ mejor a cierto trabajo de conjunto. Una vez m¨¢s, el equipo Hueso envi¨® a un hombre a luchar contra los elementos. Mach¨ªn salt¨® del pelot¨®n y busc¨®, en una competencia individual, la rueda trasera de Masciarelli. Ni se le acerc¨®. La distancia entre estos dos corredores fue ampli¨¢ndose paulatinamente y, por tanto, era una falacia manifestar que Mach¨ªn iba tras Mastiarelli. Final mente, pinch¨® el corredor espa?ol y encontr¨® la disculpa justa para dejarse cazar por el pelot¨®n.Las consecuencias de tanta pe dalada podr¨¢n apreciarse hoy. En tre Burgos y Santander (176 kil¨®metros) discurre la und¨¦cima etapa, preludio de las batallas m¨¢s importantes en la alta monta?a. Dos puertos de primera categor¨ªa (Portillo de la S¨ªa, 1.200 metros, y Alto de Alisas, 674) esperan en la parte final del recorrido con 35 kil¨®metros postreros en descenso.

La etapa perrnite concebir lucha por los primeros puestos de la general; no se esperan diferencias trascendentales pero s¨ª alg¨²n descarte importante. Gonz¨¢lez Linares, director del Teka, es de la opini¨®n de que esta etapa puede ser m¨¢s importante de lo que parece. Ech¨¢varri, director del Reynolds, anuncia una rotura del pelot¨®n, pero conf¨ªa en el l¨ªder, "un corredor de cabeza fr¨ªa".

Delgado colecciona sus jerseis amarillos, ya lleva tres en la maleta, para luego regalarlos a alg¨²n amigo o familiar; ya ha conseguido que se los den de su talla, la 3 y no la 5, y que, por tanto, le queden perfectamente ajustados. Su posici¨®n d¨¦ l¨ªder le permite disfrutar de una renta diaria de 5.000 pesetas, que pasa a engrosar las ganancias generales de todo el equipo Reynolds. Tampoco el liderato le quita la oportunidad de seguir leyendo un libro sobre fisiolog¨ªa del esfuerzo, "un poco pasado de moda por lo que estoy viendo".