El presidente Betancur declara la guerra a los traficantes de drogas en Colombia tras el asesinato del ministro de Justicia
El presidente de Colombia, Belisario Betancur, implant¨® ayer el estado de sitio en todo el territorio nacional y declar¨® la guerra a los traficantes de drogas, tras el asesinato de? ministro de Justicia, el senador Rodrigo Lara Bonilla, en la madrugada de ayer (hora peninsular). El ministro asesinado hab¨ªa intensificado la lucha contra el tr¨¢fico, de narc¨®ticos. El Gobierno justific¨® la medida de excepci¨®n por el incremento de las actividades guerrilleras en los ¨²ltimos d¨ªas.
El asesinato del ministro de Justicia se produjo cuando regresaba a su domicilio, a primera hora de la noche del lunes (hora local, 2.30 horas de la madrugada del martes, hora peninsular), en un barrio residencial de la periferia de Bogot¨¢.En la operaci¨®n particip¨® un comando de ocho personas, al parecer, pagado por las mafias dedicadas al tr¨¢fico de drogas. Un veh¨ªculo, que simul¨® una aver¨ªa, bloque¨® el coche en que viajaba Rodrigo Lara, mientras desde una motocicleta ocupada por dos hombres fue disparada una r¨¢faga de metralleta. El ministro recibi¨® 11 impactos de bala.
Los miembros del servicio de escolta dieron muerte a uno de los ocupantes de la motocicleta, y capturaron al otro, que fue identificado como Byron Vel¨¢squez Arenas, de 18 a?os. Sus declaraciones parecen confirmar la hip¨®tesis de que el asesinato del ministro fue ordenado por traficantes de droga. Vel¨¢squez dijo que fue contratado por 3.150.000 pesetas.
El ministro asesinado hab¨ªa intensificado con ¨¦xito la represi¨®n del tr¨¢fico de drogas, en un pa¨ªs como Colombia, que es uno de los. m¨¢s importantes centros del tr¨¢fico de narc¨®ticos de occidente por lo que hab¨ªa sido amenazado de muerte. El pasado mes de octubre denunci¨® un compl¨® para asesinarle. Por otro lado, se desat¨® una campa?a para desacreditarle, en la que se lleg¨® a afirmar que recibi¨® de los narcotraficantes m¨¢s de un mill¨®n de pesetas para su propaganda electoral.
Lara decidi¨® presentar su dimisi¨®n la pasada semana, y el presidente Betancur estaba a punto de aceptarla y designarle embajador en Checoslovaquia.
Inmediatamente despu¨¦s de conocerse el atentado, el presidente Betancur convoc¨® una reuni¨®n urgente del Gobierno, en la que fue decidida la implantaci¨®n del estado de sitio en todo el territorio nacional. Betancur y el ministro del Interior justificaron la medida en una intervenci¨®n televisiva, y anunciaron su compromiso de desencadenar una lucha a muerte al tr¨¢fico de drogas.
"El Gobierno responder¨¢ al desaf¨ªo; debemos salvar el honor nacional secuestrado por los narcotraficantes", afirm¨® Betancur.
El estado de sitio estuvo vigente en Colombia casi ininterrumpidamente durante los 30 ¨²ltimos a?os. Levantado en 1982 por el entonces presidente Turbay Ayala, fue restablecido el pasado mes de marzo en cuatro departamentos donde la guerrilla hab¨ªa recrudecido sus actividades. La m¨¢s espectacular de ellas fue el ataque contra Florencia, efectuado por guerrilleros disidentes del M-19, al parecer, como represalia por una operaci¨®n del ej¨¦rcito contra una planta procesadora de coca¨ªna. El ministro de Defensa, Gustavo Matamoros, dijo entonces que los "droguerrilleros" reciben dinero y armas de los narcotraficantes, a cambio de la protecci¨®n de sus plantas de procesamiento.
El establecimiento del estado de sitio -que atribuye poderes m¨¢s amplios a las fuerzas,de seguridad, restringe los derechos de reuni¨®n y proh¨ªbe la tenencia de armas- ha sido decidido tambi¨¦n por el incremento de las operaciones guerrilleras en los ¨²ltimos dos d¨ªas, en los que han muerto 25 personas.
Seg¨²n los observadores, el asesinato de Lara puede suponer un paso atr¨¢s en la pol¨ªtica de negociar con la guerrilla.
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