Arnulfo Arias, el ¨²ltimo caudillo vivo de Am¨¦rica

ENVIADO ESPECIAL La principal fuerza de oposici¨®n en Panam¨¢ presenta como candidato a las elecciones presidenciales del pr¨®ximo domingo al ¨²ltimo caudillo vivo de Am¨¦rica Latina. Arnulfo Arias Madrid naci¨® en la ciudad paname?a de Penonom¨¦, capital de la provincia de Cocl¨¦, el 15 de agosto de 1901. Tiene, pues, 83 a?os. Pertenece a la gene raci¨®n de los Per¨®n, Velasco Ibarra, Bela¨²nde Terry... y aspira a su cuarta presidencia. De las tres anteriores fue derrocado por sendos golpes de Estado; el ¨²ltimo de ellos encabezado por el general Omar Torrijos.

Arnulfo Arias es un ca.so ¨²nico de supervivencia pol¨ªtica. A su edad, con, dificultades para hablar y para moverse, sigue siendo, por tradici¨®n, por su lenguaje simple y populista, el l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico de Panam¨¢, al que siguen los campesinos del interior del pa¨ªs y los pobladores de los suburbios m¨¢s pobres de la ciudad de Panam¨¢. Su ideolog¨ªa y la de su Partido Paname?ista Aut¨¦ntico es una amalgama de conservadurismo, anticomunismo y nacionalismo. Su prestigio est¨¢ fundamentado a¨²n en dos importantes decisiones pol¨ªticas tomadas en sus anteriores mandatos: la instauraci¨®n del seguro social y la concesi¨®n del voto a la mujer. Adem¨¢s, los tres golpes de Estado de que fue objeto y las sucesivas condenas a c¨¢rcel y exilio le han conferido una imagen heroica transmitida de generaci¨®n en generaci¨®n. Muchos j¨®venes confiesan que votar¨¢n por ¨¦l porque antes lo hicieron sus padres y sus abuelos. La ¨²ltima vez que lleg¨® al poder, en 1968, fue derrocado despu¨¦s de 11 d¨ªas de gobierno. Su m¨¢xima duraci¨®n en la presidencia fue de poco m¨¢s de un a?o. La persona de Arnulfo Arias es centro permanente de pol¨¦micas y leyendas. Se le acusa de un pasado nazi, que sus seguidores desmienten, pero que confirma la comunidad jud¨ªa de Panam¨¢, atribuy¨¦ndole implicaciones en una matanza de jud¨ªos durante la segunda guerra mundial.El primer golpe del que fue v¨ªctima, en 1941, estuvo directamente relacionado con su autorizaci¨®n para que la flota nazi cruzara el canal de Panam¨¢, lo que molest¨® profundamente a Estados Unidos, que se preparaba entonces para intervenir en la segunda guerra mundial. Los comentaristas m¨¢s imparciales consideran que la relaci¨®n de Arias con el nazismo no pas¨®, en todo caso, del encanto temporal que esta ideolog¨ªa le caus¨® cuando era embajador en Alemania. Se le atribuye tambi¨¦n su pertenencia a la Orden de la Rosacruz, lo que desmiente Carlos Rodr¨ªguez, candidato a la primera vicepresidencia con Arnulfo Arias y mano derecha del anciano l¨ªder. Arnulfo Arias interviene durante esta campa?a en un mitin por d¨ªa. Sube a la tribuna entre el delirio sincero de los asistentes muchos de ellos negros y mulatos, para traer, durante 10 minutos escasos, recuerdos de sus etapas presidenciales o lanzar dur¨ªsimas acusaciones contra los que han gobernado los ¨²ltimos 16 a?os.

En un mitin en Oc¨², Arias afirm¨®: "Dios nos ha dado suficiente inteligencia, y nos ha dado piernas, ojos y brazos para trabajar pero no para robar. Y por eso tenemos el ejemplo de esa justicia divina, del difunto que muri¨® contra una monta?a", en una clara alusi¨®n al accidente a¨¦reo en el que perdi¨® la vida el general Torrijos.

Apartado de los periodistas

Sus jefes de campa?a le mantienen apartado de la Pxensa. Toda la explicaci¨®n p¨²blica del arnulfismo corre a cargo de Carlos Rodr¨ªguez, quien se reconoce como la persona elegida para suceder al caudillo y a quien sus rivales no perdonan su descendencia espa?ola. "Me critican por pronunciar alguna zeta o alguna ce, porque no pueden acusarme de ser un ladr¨®n", comenta. Carlos Rodr¨ªguez, licenciado en Econom¨ªa por la universidad norteamericna de Harvard, asegura que "el pa¨ªs est¨¢ inundado por la corrupci¨®n y ya ni siquiera hay confianza en la corte de justicia" y cree que el candidato oficialista, Nicol¨¢s Ardito Barletta, "representa el continuismo".

Rodr¨ªguez, candidato de la Alianza Democr¨¢tica de Oposici¨®n, una coalici¨®n de derechas cuyo soporte es el Partido Paname?ista de Arnulfo Arias y su principal respaldo el Partido Democristiano de Ricardo Arias Calder¨®n, candidato a la segunda vicepresidencia, defiende una econom¨ªa de libre mercado y reivindica el apoyo de EE UU.

La candidatura de Arnulfo Arias cuenta con grandes posibilidades de ganar las elecciones del domingo. No dispone de cuadros tan preparados como los del partido oficial y no presenta una alternativa pol¨ªtica coherente pero tiene la opci¨®n de aprovecharse, como ¨²nico partido importante de la oposici¨®n, del malestar en numerosos sectores por 16 a?os de r¨¦gimen militar.