Marcos conf¨ªa en asegurar su presidencia

Unos 25 millones de filipinos acudir¨¢n, ma?ana lunes, a las urnas para elegir 183 diputados de la Batasang Pambansa (Asamblea Nacional), en las primeras elecciones legislativas desde el levantamiento, en 1981, de la ley marcial que el presidente Ferdinand Marcos impuso durante casi una d¨¦cada en Filipinas. La oposici¨®n concurre dividida a los comicios, lo que facilitar¨¢ la victoria del partido de Marcos, el Kilusang Bagong Lipunan o Movimiento de la Nueva Sociedad (KBL), que gobierna en el pa¨ªs desde hace 18 a?os. Es la primera consulta que se celebra desde que en agosto pasado fue asesinado Benigno Ninoy Aquino, l¨ªder de la oposici¨®n.

ENVIADO ESPECIALLas elecciones filipinas han contado tradicionalmente con las tres g (gold, guns y goons, o dinero, pistolas y matones), seg¨²n un dicho local, y, pese a algunas concesiones de Ferdinand Marcos a la oposici¨®n, nada parece indicar que la consulta electoral de ma?ana vaya a carecer de esos elementos.

Desde que se abri¨® la campa?a electoral hace mes y medio, los muertos en incidentes relacionados directamente con los comicios rondan los 200 seg¨²n cifras oficiales, que fuentes diplom¨¢ticas elevan a m¨¢s de cuatro centenares. No se incluyen en estas estimaciones las v¨ªctimas de los grupos guerrilleros, el comunista NPA (New Peoples Army o Nuevo Ej¨¦rcita Popular) y el secesionista FMLN (Frente Moro de Liberaci¨®n Nacional), que mantienen una larga disputa en las islas del sur del archipi¨¦lago.

Por otra parte, las denuncias de sobornos, compra de votos y amenazas f¨ªsicas o intimidaciones est¨¢n a la orden del d¨ªa. Para velar por la pureza de las elecciones se ha creado el Movimiento Nacional de Ciudadanos por unas Elecciones Libres (Namfrel, seg¨²n las siglas inglesas), que est¨¢ dispuesto a movilizar m¨¢s de 200.000 voluntarios para que vigilen el desarrollo de la votaci¨®n en los colegios electorales.

Votantes volantes

El presidente Ferdinand Marcos, de 67 a?os, no pone en juego su cargo en los comicios de ma?ana, ya que su mandato dura hasta 1987. Marcos, de cuya habilidad pol¨ªtica nadie duda, ha superado con mayor o menor dificultad la secuela de protestas que provoc¨® el asesinato de Aquino. Pero el presidente-dictador necesita lavar la cara a su r¨¦gimen para conseguir la continuidad de la ayuda econ¨®mica y militar norteamericana y la concesi¨®n de pr¨¦stamos internacionales que ayuden a recuperarse a la maltrecha econom¨ªa filipina.Por ello, Marcos ha hecho ciertas concesiones a la oposici¨®n, como la elaboraci¨®n de un nuevo censo electoral y la disminuci¨®n del n¨²mero de diputados en la Asamblea Nacional designados directamente por el presidente. Ahora, Marcos s¨®lo nombrar¨¢ a 17 de los 200 miembros de la Batasang Pambansa, y se ha procedido a un nuevo registro electoral, con el resultado de casi 25 millones de inscritos, es decir, un 15% menos de los 30 millones que participaron en el plebiscito sobre la reforma constitucional hecho por el presidente en enero de este a?o. Esta volatizaci¨®n repentina de cinco millones de electores se atribuye a diversas causas. De un lado, al control sobre los votantes volantes que se inscrib¨ªan en varios colegios y sobre los muertos. Y de otro, a la campa?a de un sector de la oposici¨®n para boicotear los comicios.

Los ex senadores Jos¨¦ Diokno y Lorenzo Tanada, junto con el hermano del desaparecido Ninoy, Agapito Butz Aquino, dirigen la campa?a en favor del boicoteo electoral. Consideran in¨²til votar una c¨¢mara legislativa cuando la sexta enmienda de la Constituci¨®n confiere poderes a Marcos que le permiten ignorar a la Asamblea a la hora de dictar leyes. Participar en estos comicios, afirman, s¨®lo servir¨¢ para dar al r¨¦gimen una apariencia democr¨¢tica.

Otro sector de la oposici¨®n lo constituyen 12 partidos coaligados bajo las siglas Unido (United Nationalist Democratic Organization), que dirige el tambi¨¦n ex senador Salvador Laurel y a la que ayuda la viuda del pol¨ªtico asesinado, Coraz¨®n Cory Aquino. La tesis de estos oponentes a Marcos, entre los que existen asimismo divisiones y disputas, es que ya que es imposible vencer electoralmente a la poderosa maquinaria del KBL, hay que participar de alg¨²n modo y colocar los m¨¢ximos diputados posibles en un Parlamento que inevitablemente estar¨¢ dominado por el partido de Ferdinand Marcos, y prepararse para las elecciones municipales de 1986 y para las presidenciales de 1987.

Divididos, pues, entre ruptura y participaci¨®n, los enemigos pol¨ªticos de Marcos no parecen capaces de derrotarle en los comicios del lunes.

Devaluaci¨®n del peso

Marcos acusa a la oposici¨®n de no tener un programa concreto de gobierno y de centrar su campa?a en ataques personales contra ¨¦l y contra la primera dama, Imelda Marcos, de 55 a?os, que es gobernadora de Manila. Aunque la maquinaria de su partido funciona bien en los barangays (pueblos) y peque?as ciudades del pa¨ªs, Ferdinand Marcos ha querido jugar seguro y aument¨® el sueldo en un 10%, hace unas semanas, a los militares y otros funcionarios.Tambi¨¦n el viernes, Marcos lanz¨® una amenaza contra los acaparadores que, en espera de una nueva devaluaci¨®n del peso, han hecho desaparecer del mercado productos b¨¢sicos como el az¨²car, el aceite y el arroz.

Aunque no se presenta a estas elecciones, Imelda Marcos desarrolla una activa campa?a a favor del KBL y hace d¨ªas hizo las delicias de sus partidarios al bailar rock and roll y cantar una canci¨®n de amor en un mitin celebrado en un suburbio de Manila. La se?ora Marcos ha buscado adem¨¢s un nuevo significado para las siglas de su Partido, KBL: "Know it, believe it, love it" (con¨®celo, cr¨¦ele, ¨¢malo).

Los sondeos de opini¨®n realizados hasta la fecha, de relativa credibilidad, otorgan una aplastante victoria al KBL de Marcos y conceden a la oposici¨®n una veintena de los 183 esca?os en juego. Los m¨¢s optimistas sue?an con que la oposici¨®n llegue a tener una minor¨ªa de 60 u 80 puestos en la Asamblea Nacional.

Una columnista del diario Business Day, el ¨²nico en la oposici¨®n, escrib¨ªa ayer: "Durante a?os hemos sido optimistas incurables que no hemos aprendido una lecci¨®n muy valiosa: nunca luches en el terreno del enemigo. Supongo que tendremos que crecer alg¨²n d¨ªa y despertar a esta realidad: que por cada aplastante victoria electoral debemos derramar l¨¢grimas por la verdadera democracia".