Robado un valioso manuscrito del XVIII en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasi¨®n

Un manuscrito del siglo XVIII, valorado por sus propietarios en 350.000 pesetas, fue robado en las primeras horas de la tarde del pasado s¨¢bado de la caseta n¨²mero 32 de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasi¨®n, instalada hasta el pr¨®ximo d¨ªa 20 en el madrile?o paseo de Recoletos. La v¨ªctima del robo fue la librer¨ªa sevillana Sebasti¨¢n Rodr¨ªguez Mu?oz, que participa por primera vez en esta muestra especializada de Madrid.El manuscrito robado es una pieza ¨²nica, escrita en castellano por Bernardo de Estrada, que jam¨¢s ha sido publicada. El cat¨¢logo define al manuscrito como "diario de la expedici¨®n que, para recuperar los estados que en Lombard¨ªa ten¨ªa usurpados a Espa?a el Emperador Carlos VI, organiz¨® el Rey Felipe V en 1741 y 1742". Consta de 234 hojas de pergamino con varios dibujos y mapas.

El robo se produjo a las 15.30 horas del s¨¢bado, cuando la caseta 32 estaba atendida tan s¨®lo por la esposa del propietario de la librer¨ªa, que en ese momento se encontraba ausente. Varios j¨®venes distrajeron a la librera ante el mostrador, mientras otro, cuyo rasgo m¨¢s distintivo era que luc¨ªa un pendiente en una oreja, entraba en la caseta y se situaba detr¨¢s de la mujer. En los anaqueles all¨ª situados se encontraba el texto de Bernardo de Estrada, juntos con otros cientos de libros y sin ninguna protecci¨®n particular.

El manuscrito era la pieza m¨¢s valiosa de las que presentaba en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasi¨®n la librer¨ªa Sebasti¨¢n Rodr¨ªguez Mu?oz y, como suele ser habitual en este sector comercial, no estaba asegurado. Instantes despu¨¦s de la partida del joven del pendiente y sus presuntos c¨®mplices, la librera descubri¨® la ausencia del manuscrito, al dar un vistazo general a las estanter¨ªas. El robo ha sido denunciado a la polic¨ªa.

Los responsables de la caseta n¨²mero 32 est¨¢n convencidos que el autor de la sustracci¨®n no es un profesional, y que escogi¨® esa pieza, cuyo precio de venta al p¨²blico figuraba en una etiqueta, por ser la m¨¢s cara de las que se encontraban expuestas.