Juego nuevo para un seleccionador siempre joven
ENVIADO ESPECIALA D¨ªaz Miguel s¨®lo le falta que le incluyan su cargo de seleccionador en el Documento Nacional de Identidad. En el recuerdo de algunos jugadores j¨®venes la memoria no alcanza a dar otro nombre; los m¨¢s novicios, incluso, nacieron cuando D¨ªaz Miguel ya era seleccionador nacional y ahora se lo encuentran en su estreno internacional. Dir¨ªase que es seleccionador por antonomasia. Pero D¨ªaz Miguel a?ade a sus virtudes la de ser un t¨¦cnico permanentemente dispuesto a estar en la vanguardia de su profesi¨®n y eso le hace parecer a los ojos de muchos aficionados no por m¨¢s viejo cada vez m¨¢s interesante. En Europa es un n¨²mero uno y tardar¨ªa poco menos de cinco minutos en recibir ofertas millonarias del baloncesto italiano si supiesen que estaba dispuesto a cambiar de aires. Con D¨ªaz Miguel, Espa?a puede ganar o perder, pero, al contrario que otros seleccionadores de infausto recuerdo, el juego de la selecci¨®n ser¨¢ siempre observado con respeto y, en ocasiones, con admiraci¨®n. As¨ª sucedi¨® en el pasado Eurobasquet. Ahora, en el pre-ol¨ªmpico, D¨ªaz Miguel no quiere vivir de las rentas y ha anunciado cambios. Ser¨¢ una selecci¨®n distinta.
Para el pre-ol¨ªmpico, D¨ªaz Miguel anuncia una selecci¨®n con menor fuidez ofensiva, y no est¨¢ motivado este cambio s¨®lo por la ausencia de Sibilio. Se espera, sin embargo, que Espa?a se convierta en la selecci¨®n m¨¢s r¨¢pida. D¨ªaz Miguel ha trabajado en los sistemas defensivos y en la llamada transici¨®n entre lo que es defensa a un ataque veloz. ?ltimanente, ha perfeccionado algo m¨¢s el sistema ofensivo a la vista de que se hab¨ªan notado deficiencias importantes ante selecciones como Israel o la URSS. Es un riesgo, pero puede dar un resultado sorprendente. La selecci¨®n espa?ola puede ser una espectacular m¨¢quina de hacer canastas a cambio de pocas personales y una dura defensa o convertirse en un manojo de jugadores que pierdan balones por doquier y fallen en lanzamientos precipitados. D¨ªaz Miguel no conoce el descanso en su cerebro. Lo que est¨¢ fuera de toda duda es que muchos t¨¦cnicos europeos sacar¨¢n papel y l¨¢piz cuando Espa?a empiece a moverse sobre la cancha.
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