Un juez de Matar¨® impone sendas multas, por insultos, a un religioso y al padre de un alumno
El escolapio Francisco Mart¨ªnez Soria fue condenado ayer a paga 1.000 pesetas de multa en un juicio de faltas por haber insultado al padre de un alumno dici¨¦ndole que era "un hijo de puta". El denunciante, Jos¨¦ Luis Mu?oz Pinedo, fue condenado a su vez a abona 2.000 pesetas de multa y al pago de las costas por mitad, por haber insultado tambi¨¦n al sacerdote "reiteradas veces y con premeditaci¨®n". El incidente se inici¨® cuando el padre del alumno devolvi¨® un evaluaci¨®n escrita en catal¨¢n por el escolapio con la siguiente apostilla: "en la pr¨®xima evaluaci¨®n, como usted habr¨¢ estado en misiones puede escribir sus impresiones en chino".
"En cuanto tenga una copia de la sentencia me voy a Roma", declar¨® al t¨¦rmino de la sesi¨®n Jos¨¦ Luis Mufloz Pinedo. "Mi intenci¨®n es lograr del cardenal responsable de la Sagrada Congregaci¨®n para la Educaci¨®n Cat¨®lica que inhabilite al padre Mart¨ªnez Soria para impartir clase", a?adi¨®, insistiendo en que su actitud no obedece a razones ling¨¹isticas, "como muchos peri¨®dicos han dicho", sino "a los insultos que aqu¨¦l profiri¨® contra mi hijo, delante de todos los alumnos, y que revelan una conducta incalificable en un educador que a su vez es sacerdote". El padre Mart¨ªnez Soria, hijo del actor ya fallecido Paco Mart¨ªnez Soria, no quiso hacer declaraciones.
Los hechos
Los hechos, seg¨²n se evidenci¨® durante el juicio, sucedieron en la ma?ana del d¨ªa 2 de marzo del a?o pasado, cuando el hijo del denunciante, Israel Mu?oz, de 12 a?os de edad, entreg¨® la cartilla de las evaluaciones al padre Mart¨ªnez Soria con una nota de su progenitor en que se dec¨ªa que "en la pr¨®xima evaluaci¨®n como usted habr¨¢ estado en mi siones, puede escribir sus impre siones en chino". La respuesta era una evidente referencia al hecho de que las anotaciones de sacerdote escolapio estuviese redactadas en catal¨¢n.Ante la lectura de esa nota, el padre Mart¨ªnez Soria, seg¨²n reconoci¨® en el acto de juicio, pronunci¨® "en un momento visceral esas palabras, pero no fueron dichas ante toda la clase sino en el umbral de la puerta de acceso a la misma", aunque admiti¨® que tal vez pudiesen haber sido o¨ªdas por algunos alumnos.
Seguidamente, el padre Mart¨ªnez Soria mecanografi¨® una nota y mand¨® al ni?o con la misma a su casa. Al llegar a su domicilio "y al ver que mi hijo llegaba llorando y asustado", declar¨® Jos¨¦ Luis Mu?oz, "le ped¨ª que me contase lo que hab¨ªa sucedido y, una vez al corriente de los hechos, sin dudarlo un instante, me dirig¨ª a la escuela encontrando al padre Mart¨ªnez Soria todav¨ªa en el aula, y le dije que el hijo de puta era ¨¦l".
Seg¨²n consta en el expediente judicial, Jos¨¦ Luis Mu?oz profiri¨® varios insultos m¨¢s, realizando algunas amenazas contra el sacerdote dentro del aula. Insultos y amenazas que el denunciante neg¨® en todo momento y que el padre Mart¨ªnez Soria confirm¨® se?alando que lleg¨® al extremo de "no decir misa durante un mes, ya que me hab¨ªa amenazado con formar alg¨²n esc¨¢ndalo en la iglesia". Durante el interrogatorio, el sacerdote escolapio se?al¨® que Jos¨¦ Luis Mu?oz fue al aula acompa?ado "de otra persona muy conocida en Matar¨® y que creo que llevaba un objeto contundente en las manos". Seg¨²n diversas fuentes consultadas por este peri¨®dico, esa persona ser¨ªa un conocido delincuente habitual.
La defensa del padre Mart¨ªnez Soria record¨® que el sacerdote hab¨ªa participado, la semana anterior a los hechos, como testigo en el procedimiento de separaci¨®n insto.'do por la esposa de Jos¨¦ Luis Mu?oz, y que tal vez ello explicase "la animadversi¨®n del denunciante hacia el sacerdote".
Si bienel trasfondo ling¨¹¨ªstico del conflicto fue considerado como secundario por -todas las partes, el padre Mart¨ªnez Soria, a preguntas del juez, se?al¨® que consideraba una incongruencia que si el se?or Mu?oz no quer¨ªa que su hijo aprendiese catal¨¢n lo llevase a un centro cuyo ideario, p¨²blico y reconocido, es el impartir la ense?anza en catal¨¢n". Indic¨®, adem¨¢s, que otra incongruencia era "el llevar a su hijo a una escuela de formaci¨®n religiosa, cuando sus hijos ni estaban bautizados ni hab¨ªan realizado la primera comuni¨®n".
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