Descubierto un 'agujero' de 40.000 millones de pesetas en el fondo para pensiones de los empleados de Telef¨®nica

Entre 40.000 y 45.000 millones de pesetas se cifra el desequilibrio patrimonial o agujero existente en las reservas de la Instituci¨®n Telef¨®nica de Previsi¨®n (ITP), que garantiza de forma exclusiva las pensiones de los 65.000 empleados que integran la plantilla de la Compa?¨ªa Telef¨®nica Nacional de Espa?a (CTNE), seg¨²n un reciente estudio actuarial. El desfase en las reservas, conocido desde 1979 y denunciado por UGT, fue ocultado entonces por los directivos de Telef¨®nica. Inmediatamente, a ra¨ªz de haberse limitado las pensiones de la ITP, los directivos suscribieron p¨®lizas de un seguro privado para los altos cargos de la CTNE. La antigua direcci¨®n eludi¨® afrontar un asunto tan espinoso como antipopular, cuyo alcance y magnitud no ha podido ser conocido por los empleados hasta que lo ha divulgado la actual comisi¨®n rectora, presidida por Francisco Mart¨ªnez.

El trabajo, realizado a instancias de los actuales responsables de la instituci¨®n, indica que para garantizar las prestaciones previstas, principalmente pensiones, la entidad deber¨ªa contar a finales de 1983 con unas reservas de de 65.000 a 70.000 millones de pesetas, cuando en realidad esta partida s¨®lo ascend¨ªa en dicha fecha a 26.000 millones de pesetas.Este desfase no supone ning¨²n riesgo inmediato para los empicados que se jubilen en los pr¨®ximos 15 a?os. Sin embargo, transcurrido este per¨ªodo de tiempo, y de seguir los criterios de cotizaci¨®n actuales, los fondos de la ITP resultar¨¢n insuficientes para cubrir las pensiones previstas.

De momento, los ingresos de la ITP son superiores a sus gastos. As¨ª, en 1982, la recaudaci¨®n ascendi¨® a 12.618 millones de pesetas, mientras que los gastos sumaron 8.249 millones, lo que signific¨® un excedente de 4.368 millones. No obstante, seg¨²n el estudio actuarial el excedente deber¨ªa ser de 10.000 a 12.000 millones de pesetas.

Para 1985, se prev¨¦n unos ingresos de 17.000 millones de pesetas, de los que 13.000 millones se dedicar¨ªan a pagar pensiones y dem¨¢s prestaciones y los 4.000 millones de excedente se acumular¨ªan a las reservas. Pero para este a?o ser¨ªa necesario destinar al fondo de la ITP unos 10.000 millones de pesetas, a fin de lograr que las reservas acumuladas totalizasen los 98.000 millones de pesetas.

?ndice de cotizaci¨®n

La Instituci¨®n Telef¨®nica de Previsi¨®n es una entidad de previsi¨®n libre, de estructura mutual, que se nutre de las cuotas de los empleados y de la compa?¨ªa, y de las rentas e intereses que genera el patrimonio de la entidad. Los empleados cotizan una cantidad equivalente al 4,3% de sus ingresos brutos y la compa?¨ªa aporta otro 9% sobre la misma base.

La existencia del agujero en el capital reservado de la ITP ya fue puesta de manifiesto en el estudio actuarial de 1979, cuyas conclusiones no fueron divulgadas por sus responsables.

Aunque el control de la ITP escapaba entonces de las manos de los trabajadores, las presiones sindicales consiguieron limitar las pensiones de los directivos que hab¨ªan alcanzado cifras desorbitantes. As¨ª, en 1980 se estableci¨® un tope m¨¢ximo de pensi¨®n y, en consecuencia, tambi¨¦n de cotizaci¨®n, utilizando el criterio del salario m¨¢ximo en el convenio. Ello signific¨® que, para 1982, el tope establecido era de 249.256 pesetas mensuales, por lo que resultaba una pensi¨®n m¨¢xima de 224.330 pesetas al mes.

A ra¨ªz de la limitaci¨®n de pensiones y coincidiendo con los datos de que indicaban que el futuro de las pensiones era incierto, Telef¨®nica contrat¨® unas p¨®lizas de seguros con la compa?¨ªa Metr¨®polis para garantizar el nivel de pensiones de sus altos directivos.

El coste de estas p¨®lizas, de las que se beneficiaron unos 200 directivos, se elev¨® a unos 1.250 millones de pesetas, de los que 1.200 fueron aportados por la compa?¨ªa y los 50 millones restantes por los directivos. Ello significaba un aut¨¦ntico regalo para los directivos beneficiarios del seguro, y una ser¨ªa discriminaci¨®n con el resto de personal, ya que mientras ¨¦stos aportaban un 32% al fondo de ITP, los directivos s¨®lo aportaban un 4% a los seguros garantizados por la aseguradora.

El desfase en el capital reservado de la compa?¨ªa pudo remediarse f¨¢cilmente en 1980 cuando ya se conoc¨ªa el resultado del estudio actuarial. Los estudios actuariales indican que para garantizar el nivel de pensiones al salario real de jubilaci¨®n hubiera sido suficiente con una cotizaci¨®n conjunta de empleados y trabajadores del 21,5%, de la que el 2,5% se dedicaba a cubrir el agujero existente en aquel momento. Sin embargo, para conseguir ahora los mismos resultados se precisa una cotizaci¨®n conjunta de casi el 30%, pues ahora se necesita destinar un 9% de la misma para cubrir el desfase en las reservas en el momento actual.