Discutible triunfo de Huston con 'Bajo el volc¨¢n'

ENVIADO ESPECIALVivaz, a¨²n curioso, con ojos inquietos y sonrisa de adolescente t¨ªmido, mostrando una energ¨ªa que su cuerpo no siempre interpreta John Huston, con 77 a?os, ha aparec¨ªdo en el Festival de Cannes para presentar su ¨²ltima pel¨ªcula Aquel Huston que defend¨ªa un concreto placer de la vida que, ine vitablemente, conduce a la marginaci¨®n, ha regresado a esa po¨¦tica, con un riesgo que otros directores no han querido asumir: la adaptaci¨®n a la pantalla de la novela de Malcolm Lowry Bajo el volc¨¢n.

Ni Bu?uel ni Losey, entre otros consideraron transportable una obra tan compleja, para la que las im¨¢genes cinematogr¨¢ficas podr¨ªan resultar insuficientes. Pero Huston, tras varios guiones de ensayo, ha cre¨ªdo encontrar la visi¨®n que tal novela merece. Su resultado es, sin embargo, discutible, probablemente porque la desolaci¨®n que reina en el texto, su siniestro balance de la condici¨®n humana no corresponden exactamente a lo que Huston piensa del mundo. En su negrura, el director de Fat city sabe siempre encontrar una ilusi¨®n nueva, una rara compensaci¨®n en saberse distinto.

La pel¨ªcula, l¨®gicamente, no refleja la totalidad del libro: al elegir fragmentos, Huston ha creado su propia obra, m¨¢s cercana a Vidas rebeldes o El juez de la horca si en ellas hubiera intervenido Humpl¨ªrey Bogart, seguramente el tipo ideal para Huston en ese personaje del suicida c¨®nsul borracho. .

Albert Fidnney hace en el papel de un c¨®nsul ingl¨¦s alcoholizado, sin duda, un tra6ajo brillante, como el que este mismo a?o ha realizado en La sombra del actor, por el que fue premiado en el ¨²ltimo Festival de Berl¨ªn y nombrado candidato en los oscars. Pero si all¨ª interpretaba a un histri¨®n vanidoso e intolerable, en Bajo el volc¨¢n insiste en algunos trucos parecidos. Es tan evidente su calidad, que cabe temer que no aparecieran nuevos matices en otras proyecciones. Desde el primer plano, el espectador sabe que est¨¢ ante un excelente actor, pero quiz¨¢ Finney haya aguado su personaje para ayudar a tal contacto.

Ya se habla de ¨¦l como posible candidato al premio de interpretaci¨®n masculina si el jurado no considera Bajo el volc¨¢n para la Palma de Oro o en un premio especial que valore la admirable trayectoria de John Huston. Las especulaciones este a?o, sin embargo, no son de fiar. A¨²n quedan por exhibirse algunas pel¨ªculas de inter¨¦s y, entre ellas, las de Win Wenders y Satyajit Ray, que deber¨¢n contar en las decisiones del jurado.

Porque probablemente Jerzy Skolimowsky sea descartado. El ¨¦xito a cualquier precio, su ¨²ltima pel¨ªcula, exhibida en la Secci¨®n a Concurso, ha despertado, como todas las dem¨¢s, reacciones dispares, pero nunca tan encontradas. Para buena parte de los cr¨ªticos, esta pel¨ªcula carece de rigor. Su tradicional saber hacer y su f¨¦rtil imaginaci¨®n no parecen compensar en este caso la confusi¨®n de su cr¨®nica, m¨¢s debida a la improvisaci¨®n del gui¨®n que a su exilio en Londres. El protagonista de su pel¨ªcula es, como ¨¦l, un polaco dedicado al arte que trata, en el exilio, de denunciar la represi¨®n en su pa¨ªs. Pero mientras su trabajo se limita al montaje de un espect¨¢culo teatral, isu hijo, de 16 a?os, considera que la¨²nica forma de transformar la patria a su gusto es regresando.

Skolimowsky no va m¨¢s all¨¢ de este simple planteamiento, dando la impresi¨®n de que ha rellenado la pel¨ªcula con an¨¦cdotas banales sin atraverse a llegar a conclusiones m¨¢s comprometidas. La pel¨ªcula pasa con ligereza por todo lo que toca.