Una mujer, el paro y un viaje al final del mar integran la ¨²ltima aventura de Carvalho
Acaba de publicar una novela, apenas un a?o despu¨¦s de la pen¨²ltima, y ya anda en la redacci¨®n de la siguiente. Es Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y la obra, La rosa de Alejandr¨ªa, un viaje al final del mar, por poner un lugar inexistente aunque so?ado, un paseo por Albacete y por el Mundo, el r¨ªo Mundo que discurre por la provincia ayer murciana y hoy manchega, un r¨ªo que V¨¢zquez Montalb¨¢n describe como "una verdadera provocaci¨®n". Pero adem¨¢s del Mundo, Pepe Carvalho visita paisajes menos id¨ªlicos y remotos: el paro y diversos fragmentos de vidas sin origen ni final y la mujer de doble vida, sacada de una pel¨ªcula recordada desde la infancia.
Hay un libro que Carvalho tardar¨¢ en quemar: Poeta en Nueva York de Federico Garc¨ªa Lorca. En algunos versos de ese libro se encierra toda la ternura evocadora del, en apariencia imperturbable, detective. Evocaciones de infancia, epifan¨ªas de olores y sabores, no siempre placenteros, pero siempre ingenuos, ni?os. Como bajo la piel de tantos otros detectives, bajo la dura mirada de Carvalho se oculta la emoci¨®n de la apuesta perdida, de la esperanza inconmovible por una sociedad mejor, aprendida en los libros -los mismos que condena ahora a la hoguera-, pero anhelada desde cada poro de su vida que quiere, para siempre, viva.V¨¢zquez Montalb¨¢n permite en su novela que se salve el poemario, pero no permite que se salve el asesino pese a que "me horripila la idea del asesino absoluto" y, a medida que iba escribiendo la narraci¨®n, la ternura hacia el personaje, nost¨¢lgico hasta el crimen por amor, le fue forzando a buscarle compa?¨ªa. La tentaci¨®n de salvarlo se traslad¨® del escritor al detective, pero sucumbi¨® ante la necesidad de que Carvalho "no sancione conductas, se limite a fragmentos de vida, sin proyectar finales, sin convertirse en juez".
La novela, seg¨²n explica ¨¦l mismo, "responde a varias provocaciones. La primera, el tipo femenino. La mujer de doble conducta, de ah¨ª, y del cancionero popular, toma el nombre la obra. La rosa de Alejandr¨ªa es colorada de noche y blanca de d¨ªa, dec¨ªa la copla. El tema me rondaba desde la infancia, cuando vi La madona de las 7 lunas, una pel¨ªcula en la que una mujer inglesa se convert¨ªa, una vez al a?o, en una prostituta en Italia. Est¨¢ tambi¨¦n la provocaci¨®n del paisaje literario. Esta es la primera novela de Carvalho en la que lo urbano no es predominante. La elecci¨®n de Albacete es deliberada, naturalmente pod¨ªa haber sido cualquier otra ciudad similar. Pero en Albacete est¨¢ un r¨ªo que se llama Mundo y eso fue todo un descubrimiento".
La fascinaci¨®n del r¨ªo
V¨¢zquez Montalb¨¢n reconoce que, si en Los p¨¢jaros de Bangkok qued¨® fascinado por un personaje femenino, en La rosa de Alejandria ha quedado fascinado por el r¨ªo albacete?o, adem¨¢s de por determinados paisajes de la ciudad que ha visitado en tres ocasiones para escribir la novela.Otros elementos que componen su ¨²ltima obra publicada son el paro y el viaje. En el primer caso, V¨¢zquez ha retratado, desde dentro, las sensaciones que provocan en un hombre formado en la cultura del trabajo, la situaci¨®n del desempleo, la dependencia de los sueldos de otros miembros familiares y el desmoronamiento personal y familiar, asociado al recuerdo de ?guilas, el para¨ªso perdido que nunca existio, pero que sirve de constante referencia para vivir en Catalu?a una situaci¨®n de exilio eterno. Respecto al viaje, adem¨¢s de las visitas de Carvalho a esa Espa?a donde los caciques evolucionan o mueren, simbolizada en Albacete, V¨¢zquez Montalb¨¢n ha relatado el deseo del viaje imposible a donde el mar se acaba. La promesa de una huida nunca realizada.
Como en otras novelas, alg¨²n personaje se le ha desmandado y ha terminado cobrando m¨¢s importancia de la prevista. Es el caso de un autodidacta catal¨¢n que acaba asumiendo, la perversidad desperdigada en otros personajes. V¨¢zquez Montalb¨¢n no quiere ni pensar lo que puede ocurrir si alguien se entretiene en juegos semi¨®ticos de sal¨®n a partir del hecho de esa casual catalanidad.
La pr¨®xima novela, que se llamar¨¢ Balneario, asoma ya en las ¨²ltimas p¨¢ginas de La rosa de Alejandr¨ªa. "Se trata de una met¨¢fora de Europa que me inspir¨® Javier Pradera en una de las entrevistas publicadas en Por favor". Ya ha empezado a escribirla. Ser¨¢ la antepen¨²ltima aventura de Carvalho.
Babelia
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