Luis Alberto Monge: "Si cierra Contadora, es la guerra"
Declaraciones a EL PA?S del presidente de Costa Rica, que inicia ma?ana en Madrid una gira por Europa
El presidente Monge es un fun¨¢mbulo entrado en carnes, que domina el paso de la cuerda floja. Probablemente el ¨²nico ser conocido que posee dos manos izquierdas a la vez, conoce el discurso de tiempo largo, la an¨¦cdota con que aligerar el plomo de la ret¨®rica y sobre todo, el tema sabido de la presentaci¨®n a Europa de su pol¨ªtica de neutralidad. Costa Rica es la ¨²nica democracia sin adjetivos de Centroam¨¦rica. "Don Luis Alberto", como se le llama con familiaridad respetuosa, recuerda a la Prensa extranjera que las malas relaciones con Nicaragua no son cosa de anteayer: "En Costa Rica decimos que hay tres estaciones. La que llueve, la que no llueve, y la que tenemos problemas con Nicaragua". En un prolongado encuentro con un enviado especial de EL PA?S, el presidente Monge pas¨® revista al complejo panorama centroamericano en v¨ªsperas de su gira por Europa occidental.Pregunta. La oposici¨®n de izquierda afirma que ya se encuentra en Costa Rica un primer grupo de asesores militares norteamericanos. Al mismo tiempo, se estudia un ofrecimiento de Washington para enviar 700 ingenieros militares a realizar obras de infraestructura.
Respuesta. Aqu¨ª no hay asesores militares norteamericanos. Es cierto que ha habido una oferta para enviar ingenieros de la Guardia Nacional de EE UU, pero los contactos se refer¨ªan a la zona sur de Costa Rica, no la norte, pr¨®xima a donde se producen los incidentes entre fuerzas sandinistas y los guerrilleros de Ed¨¦n Pastora. Pero la verdadera presi¨®n para que aceptemos el ofrecimiento no proviene de EE UU sino de los campesinos costarricenses que piden que les vengan a hacer caminos y obras necesarias. Aqu¨ª no hay antiamericanismo, aqu¨ª nunca ha habido marines, cosa ¨²nica en Centroam¨¦rica, por lo que no hay reservas para que vengan los ingenieros. Pese a todo, creo que no los aceptaremos ni siquiera para la zona sur. El problema de la oferta de EE UU es el costo pol¨ªtico de la obra, para el que no estamos preparados en este momento.
P. ?Es posible recuperar una relaci¨®n de buena vecindad con Nicaragua?
R. No ha sido posible hasta ahora una relaci¨®n normal con Nicaragua. Nos hemos esforzado al m¨¢ximo en nuestra pol¨ªtica de respeto a la autodeterminaci¨®n de los pueblos y al pluralismo de los reg¨ªmenes, como muestra el hecho de que tenemos relaciones con la URSS. Aqu¨ª opera una coalici¨®n marxista-leninista que tiene diputados, Prensa propia, locales, y es solidaria con Managua. Pero, al mismo tiempo, tenemos ahora un movimiento muy difuso de grupos que quieren empujarnos a una confrontaci¨®n, que quieren implicar a Costa Rica en la guerra con Nicaragua. Aunque estoy seguro de que no habr¨¢ una invasi¨®n sandinista se est¨¢ creando una histeria en la Prensa costarricense, y cuando digo que desear¨ªa que los incidentes fronterizos que afectan a mi pa¨ªs no se deban a ¨®rdenes de los altos mandos nicarag¨¹enses, sino a responsables locales, dicen que estoy defendiendo a Managua. S¨®lo quieren que diga que Nicaragua se prepara a agredirnos.
P. ?Cu¨¢les son esos sectores contrarios a la paz y a la pol¨ªtica de neutralidad costarricense?
R. As¨ª como precisarlos no es f¨¢cil; los medios de comunicaci¨®n m¨¢s importantes del pa¨ªs tratan de levantar una ola de histeria en relaci¨®n a los roces con Managua. Nosotros no negamos que hay problemas, que hay fricciones, que hay incidentes fronterizos, pero lo que no compartimos es que la ¨²nica salida sea la confrontaci¨®n irreversible. Ante la acusaci¨®n nuestra de que si es que nos quieren llevar a la guerra, todos dicen que no, que esa es una interpretaci¨®n maliciosa, pero s¨ª que est¨¢n tratando de crear un estado de ¨¢nimo hist¨¦rico, que si lo hubieran logrado ya ser¨ªa muy dificil de contener.
P. Recientes renuncias en su Gobierno, como la del canciller Volio en diciembre, y rumores de reajuste en Gobernaci¨®n, hacen pensar que no hay unanimidad sobre la pol¨ªtica de neutralidad proclamada en noviembre pasado.
R. Hemos venido a comprobar que el licenciado Fernando Volio no fue nunca partidario de la proclama de neutralidad y eso s¨ª que ya es un hecho b¨¢sico para establecer que s¨ª hab¨ªa una discrepancia que hac¨ªa muy dif¨ªcil coordinar una pol¨ªtica exterior unificada. En cuanto al viceministro de Gobernaci¨®n, Enrique Chac¨®n, ¨¦l todav¨ªa no ha declarado una l¨ªnea de oposici¨®n a la pol¨ªtica de neutralidad, pero s¨ª es cierto que se le est¨¢n formulando serios cargos en cuanto a que su conducta no se ajusta a la proclama. Ese es un asunto a determinar en las pr¨®ximas semanas. En nuestro pa¨ªs y en cuanto a mi forma de conducir los asuntos del Estado nunca tomamos decisiones bruscas, sino que preferimos observar los fen¨®menos y, si ya es inevitable tomar una determinaci¨®n, la tomamos, pero sabemos que la extrema marxista-leninista es violentamente partidaria del r¨¦gimen de Managua y es muy propensa a agredir a aquellos que se manifiestan en contra de su ideolog¨ªa, y eso s¨ª lo ha hecho Chac¨®n y hemos de ser muy cuidadosos respecto a la animadversi¨®n que esos grupos tienen contra ¨¦l.
P. Se afirma que se est¨¢n creando grupos paramilitares costarricenses en la zona lim¨ªtrofe con Nicaragua para repeler las presuntas agresiones sandinistas.
R. Algunos grupos, ante los incidentes con el Ej¨¦rcito Popular Sandinista, han manifestado que Costa Rica debe prepararse para una agresi¨®n general de Nicaragua, y se han atrevido, los que quieren constituirse en l¨ªderes de esos grupos, a decir que somos unos cobardes por proclamar nuestra neutralidad y por no armar al pueblo. Les hemos declarado que no toleraremos la organizaci¨®n de grupos fuera de la autoridad de la Rep¨²blica, de tal modo, que, si llegara a ocurrir la desgracia de que quisieran organizarse militarmente, se nos podr¨ªa plantear una situaci¨®n muy delicada porque el Gobierno no est¨¢ dispuesto a tolerarlo.
P. El s¨¢bado d¨ªa 26 se instal¨® en la localidad fronteriza de Pe?as Blancas la primera comisi¨®n mixta nicarag¨¹ense-costarricense para denunciar toda violaci¨®n de la paz. ?Qu¨¦ mecanismos se pondr¨¢n en juego a partir de una eventual denuncia de la comisi¨®n?.
R. Tenemos muy poca experiencia en todo eso por no haber tenido nunca ej¨¦rcito. Creemos que la instalaci¨®n de la comisi¨®n ya es un paso importante en dos cuestiones. Una, que certifique que no hay tropas, que no hay campamentos de este lado, y que los miembros de la comisi¨®n puedan hacer los recorridos que quieran. Segunda que si detectan acciones b¨¦licas contra Nicaragua las reporten al Gobierno y nos ofrezcan alg¨²n tipo de colaboraci¨®n por lo menos pol¨ªtica, para que nosotros podamos actuar contra estos comportamientos b¨¦licos del lado costarricense. Otra cosa final es que certifique los casos de agresi¨®n contra Costa Rica, porque hasta el momento Nicaragua no ha reconocido ninguno.
P. ?No hay una contradicci¨®n
Luis Alberto Monge: "Si cierra Contadora, es la guerra"
viene de la p¨¢gina 6entre las conclusiones del Informe de la comisi¨®n Kissinger sobre Centroam¨¦rica y los trabajos del grupo de Contadora?
R. Yo no lo interpreto as¨ª. La comisi¨®n bipartidista que dirigi¨® Kissinger introdujo un elemento que no hab¨ªa podido ser considerado por Contadora, que lo est¨¢ haciendo ahora. En realidad en una fase peligrosamente prolongada de la crisis centroamericana hab¨ªa quienes s¨®lo enfrentaban los problemas militares y de seguridad. Contadora interviene para enfrentar los problemas pol¨ªticos y la comisi¨®n Kissinger recoge nuestra inquietud de que, en el trasfondo de la tragedia centroamericana, hay tambi¨¦n factores sociales y econ¨®micos, que si hubieran sido atendidos Centroam¨¦rica no habr¨ªa estallado como estall¨®. Claro que la comisi¨®n Kissinger, formada por republicanos y dem¨®cratas, no se puede desligar totalmente de los factores de seguridad y militares; es ah¨ª donde puede entrar en conflicto con los esfuerzos de Contadora. Hay que decir, en cualquier caso, que no hay alternativa a Contadora. Que si cierra Contadora es la guerra.
P. ?Usted dijo en una ocasi¨®n que la ayuda militar a Centroam¨¦rica llegaba en reactor y la econ¨®mica en burro. ?Qu¨¦ espera de Europa en la gira que ahora comienza?
R. Estamos urgidos de una rotunda solidaridad de las democracias europeas hacia el esfuerzo que realizamos para mantener la paz y para evitar que Costa Rica sea arrollada por el torbellino b¨¦lico. No pedimos que condenen a Nicaragua, que le quiten su apoyo, pero s¨ª que aspiramos a que dentro de las limitadas posibilidades de la CEE, pudi¨¦ramos encontrar canales claros para obtener una sustancial ayuda econ¨®mica y t¨¦cnica
P. ?Qu¨¦ papel puede jugar Espa?a en el conflicto centroamericano en relaci¨®n a Costa Rica?
R. Primero, ofrecernos su solidaridad moral, porque la de Espa?a es muy importante para Costa Rica, que siente sinceramente muchas afinidades espirituales. Luego, tenemos algunos proyectos, peque?os para Espa?a pero grandes para nosotros. Por ejemplo, el ministro de Transportes se fue esta semana para Madrid a ver si logramos maquinaria en buenas condiciones para camiones de la Pegaso.
Otro proyecto que est¨¢ totalmente elaborado con el asesoramiento de t¨¦cnicos espa?oles es un programa de fr¨ªo que nos ayudar¨ªa much¨ªsimo, en el ¨¢rea de flores, frutas y legumbres, para que el productor no tenga que caer al mercado v¨ªctima del intermediario. Hay posibilidades tambi¨¦n de que Espa?a nos ayude a impulsar el cooperativismo. Tenemos un movimiento cooperativista, quiz¨¢ proporcionalmente el m¨¢s respetable de Am¨¦rica Latina, y en este sentido le hemos pedido a Espa?a cooperaci¨®n para un nuevo proyecto nuestro, que son las cooperativas juveniles y estudiantiles. Los colegios agropecuarios unos tienen fincas, otros talleres etc. y as¨ª han estado operando muy mal y queremos que operen de una forma paralela a los programas docentes de esos muchachos. Tenemos la ilusi¨®n de que al acabar esta Administraci¨®n en 1986 haya unos cien centros de esta clase en funcionamiento.
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