Apellidos hist¨®ricos y pol¨ªticos c¨¦lebres entre una gran masa de desconocidos
Phillip von Bismarck, sobrino bisnieto del Canciller de Hierro -que puso en cuesti¨®n la supremac¨ªa austriaca sobre Centroeuropa: en el siglo XIX-, se sienta muy cerca de Otto de Habsburgo, el hijo de la emperatriz Zita, en el Parlamento de Estrasburgo. El segundo se presenta a la reelecci¨®n en las listas del CSU por Baviera y el primero vuelve a concurrir en las listas del CSU por Hessen.La C¨¢mara europea favorece algunos otros encuentros, m¨¢s bien improbables al margen de ese foro, como el de Antoinette Spaak, la hija de Paul Henry Spaak, uno de los padres fundadores, con los furibundos daneses del Movimiento Contra la CEE, o el de Heidi, La Roja, la ex presidenta de los jusos -que va en las listas de los ecologistas alemanes occidentales-, con el reverendo irland¨¦s Ian Paisley.
Hay tambi¨¦n nombres c¨¦lebres de las letras y de las artes que quieren debutar este a?o en el ¨¢mbito pol¨ªtico europeo, como el escritor italiano Alberto Moravia, en las listas comunistas, o el director del Piccolo Teatro de Mil¨¢n, Giorgio Strelher, que va con los socialistas italianos, o incluso el franc¨¦s Max Gallo, que, antes de ser portavoz del presidente Mitterrand, ejerci¨® de historiador comprometido.
De la industria concurren ante las urnas el director de Alfa Romeo, Ettore Massaccessi, y el de Fiat France, Vittorio Chiusano. Los restantes nombres c¨¦lebres corresponden a pol¨ªticos consagrados en sus propios pa¨ªses, que, por lo general, s¨®lo toman parte all¨ª donde algo importante de pol¨ªtica interior est¨¢ en juego. ?sa es la raz¨®n de que Lionel Jospin, secretario general del PSF, haya decidido presentarse este a?o en competencia con el comunista Georges Marchais y con Simone Veil, que encabeza la primera lista conjunta RPR-UDF.
A falta de estad¨ªsticas, parece un hecho que el resto de los eurodiputados sigue siendo tan desconocido como cuando empez¨® su primer mandato, hace cinco a?os, hasta el punto de que pocos saben en la calle que el actual presidente del Parlamento es el socialista holand¨¦s Piet Dankert ni que ha tenido problemas para volver a presentarse, porque en un debate sobre euromisiles se mostr¨® menos beligerante que el partido del que procede.
Menos del 20% de los eurodiputados es miembro de sus Parlamentos nacionales, aunque la doble representaci¨®n s¨®lo est¨¢ actualmente prohibida en Grecia y B¨¦lgica. Perciben sueldos variables, que les pagan sus propios Gobiernos, y, pese al ajetreo que suponen los continuos viajes de Estrasburgo, sede de la C¨¢mara, hasta Luxemburgo, sede de la secretar¨ªa del Parlamento, y a Bruselas, donde se re¨²nen las comisiones, la mayor¨ªa de ellos repite: la proporci¨®n de los elegidos en 1979 que no se presentan a estos comicios apenas representa una cuarta parte.
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