Un contraste inquietante

Menos de una hora de debate necesit¨® la Audiencia Territorial ayer para declararse incompetente en la querella que hab¨ªa presentado el fiscal general del Estado contra 25 antiguos administradores de Banca Catalana, entre los que figura el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.El mismo fiscal general del Estado, se?or Bur¨®n Barba, hab¨ªa reconocido que el problema de la competencia del ¨®rgano judicial estaba un poco embarullado, pues el que deber¨ªa conocer del asunto es el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. Pero tal tribunal no existe todav¨ªa. Ciertamente, el fiscal general puede ahora recurrir ante la misma Audiencia Territorial, pero tambi¨¦n es cierto que la Audiencia puede desestimar el recurso, y entonces ser¨¢ el Tribunal Supremo el que decida si debe ser competente la Audiencia Territorial o si el propio Tribunal Supremo la asume.

Todo este recorrido inicial, mientras los ¨¢nimos est¨¢n tan caldeados, puede, pues, terminar donde estaba hace 24 horas, pero con la diferencia de que la Audiencia Territorial entender¨ªa del caso por modo imperativo, por decisi¨®n del Supremo. ( ... )

En esta primera cuesti¨®n de competencia, el asunto puede, pues, quedarse en la Audiencia Territorial que ahora se ha declarado incompetente o en el Supremo. Y en el segundo caso, a partir de ese momento el mismo tribunal ver¨¢ si acepta a tr¨¢mite o no la querella. Y aceptarla a tr¨¢mite tampoco significa por s¨ª mismo que vaya a haber procesamientos. Desde ahora se ve ya, en definitiva, que el asunto no se presenta r¨¢pido y que el recorrido jur¨ªdico es sumamente complicado. Los recursos pueden multiplicar los pasos y retrasar los tiempos. Las vacaciones judiciales no est¨¢n tampoco tan lejos, y a las primeras se ha visto ya que, a los ojos de la opini¨®n, el caso se presenta un poco como la t¨ªpica patata caliente, que pasa de mano en mano, con gran susto y descontento del que se la encuentra en las suyas. ( ... )

Hay, efectivamente, que salvar la normalidad; en un pa¨ªs donde tantas cosas que debieran existir no existen -el mismo Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a puede servir de ejemplo- hay que extremar las precauciones y prudencias. Necesitamos que las instituciones funcionen y que no act¨²en en un ambiente de crispadas provisionalidades. Bastantes motivos de preocupaci¨®n ten¨ªamos ya para que se a?ada ¨¦ste y, sobre todo, para que no se acierte a encauzar las cosas del Gobierno por una v¨ªa de normalidad institucional. ?sta es la mayor necesidad del momento.

29 de mayo