Pasternak
Alrededor de la sombra de Boris Pasternak, de su rostro anguloso, taciturno, difuminado como la fotograf¨ªa imprecisa de un lejano antepasado, y de sus poemas transparentes y dolorosos, flota todav¨ªa una aureola de tristeza.En 1958, le concedieron el Premio Nobel por su Doctor Zhivago. Hab¨ªa en este libro algunos de los jirones de lirismo m¨¢s bellos de este tiempo, los poemas a Lara, pero estos jirones y la prosa que les preced¨ªa eran contrarrevolucionarios (?contra qu¨¦ revoluci¨®n?), porque hablaban de los rusos blancos como si tambi¨¦n fueran hombres. Fue la ef¨ªmera gloria de Pasternak, que de su tierra hacia dentro se le hizo infierno.
Pero esta gloria era peque?a comparada con la que le aguardaba. Los bur¨®cratas del Kremlin lo ennoblecieron mucho m¨¢s al hacerle un proscrito de ellos mismos. El poeta ten¨ªa ambiciones austeras. Ambicionaba, por ejemplo, morir en su tierra e intent¨® suicidarse antes de que lo exiliaran, pero los piadosos bur¨®cratas estalinianos lo expulsaron hacia los espacios interestelares del silencio sovi¨¦tico. Luego vino la muerte, que un humorista llam¨® natural.
Desde entonces, un sombr¨ªo goteo de noticias escapa de lustro en lustro de las fronteras de la tierra del poeta y trae algunos ecos de la tumba de este callado fundador de. archipi¨¦lagos. Las ¨²ltimas im¨¢genes que le ofreci¨® a Pasternak la luz rusa que ¨¦l reaviv¨® eran de hombres de espaldas; lo enterraron de madrugada y casi a escondidas; el vac¨ªo asedi¨® durante muchos a?os su sepulcro; pero transcurri¨® una d¨¦cada y alguien se atrevi¨® a llevarle, protegido por las sombras, un ramo de flores.
Pasaron dos d¨¦cadas y ya son muchos los ramos an¨®nimos para el apestado; y ahora los que le ennoblecieron degrad¨¢ndolo han comenzado los primeros tr¨¢mites burocr¨¢ticos para su perd¨®n. Pero, lo mismo que el melanc¨®lico resucitado del L¨¢zaro de Leonid Andreiev, las momias de los ex rusos libres que sufren expediente del exculpaci¨®n por sus verdugos estalinistas son nada m¨¢s que r¨¦plicas mudas y heladas de s¨ª mismas. Van a rehabilitar a Pasternak: van a matarlo de verdad.
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