Madrid est¨¢ cambiando
El balance de cinco a?os de gobierno de la izquierda en los grandes ayuntamientos, y en especial en el mayor de todos, el de Madrid, ha sido positivo para el autor de este art¨ªculo, tanto en el orden de la recuperaci¨®n urban¨ªstica de la ciudad como en lo que se refiere al saneamiento econ¨®mico de la corporaci¨®n, a la promoci¨®n de la vida cultural y a la descentralizaci¨®n de los servicios que m¨¢s directamente afectan a los ciudadanos.
Cumplimos ahora el quinto aniversario de las primeras elecciones locales que con car¨¢cter general se celebraron en Espa?a desde el 12 de abril de 1931. En abril de 1983 termin¨® el mandato de las corporaciones locales elegidas en 1979, y ahora cumplimos el primer aniversario de los que fuimos elegidos en 1983.Por encima de los escollos, vicisitudes y peripecias, frecuentemente -y por qu¨¦ no decirlo, algunas veces morbosamente- aireados con exceso, hemos de reconocer que los, ciudadanos que recorren, con esp¨ªritu cr¨ªtico y con una elemental dosis de buena fe, las ciudades, villas y pueblos de nuestra geograf¨ªa, llegan a la convicci¨®n de que la evoluci¨®n, la transformaci¨®n positiva de casi todos ellos ha sido en s¨®lo cinco a?os superior a las habidas durante el ¨²ltimo siglo de nuestra atormentada historia.
Y todo ello fue posible en medio de un f¨¢rrago y caos legislativo agravadocon deficientes sistemas de financiaci¨®n local. El Ayuntamiento de Madrid, el de mayor n¨²mero de habitantes de todos nuestros municipios, no pod¨ªa quedar a la zaga en esta tarea renovadora. Ya lo dec¨ªamos en nuestro programa Por el pueblo de Madrid para las elecciones municipales del 8 de mayo de 1983: "Otros cuatro a?os de gesti¨®n socialista para el ayuntamiento son, por ello, la garant¨ªa de que la obra realizada va a tener una continuaci¨®n. La culminaci¨®n de las iniciativas puestas en marcha y de otras nuevas que surgen de las anteriores permitir¨¢ finalmente lograr un Madrid nuevo, m¨¢s humano y al servicio de los madrile?os".
Al cumplirse en estos d¨ªas el primer aniversario de nuestro mandato, siguiendo nuestra costumbre, comparecemos ante nuestros ciudadanos para dar cuenta de nuestra gesti¨®n y para recibir cr¨ªticas, opiniones, sugerencias e iniciativas de nuestros mandantes, es decir, del pueblo de Madrid.
No a la demagogia
Cuando discut¨ªamos nuestro programa electoral en 1983, nuestros anhelos, nuestros deseos, nuestro af¨¢n de acercarnos a esa sublime utop¨ªa siempre presente en nosotros nos llevaba muy lejos en nuestros proyectos, pero la testaruda realidad nos obligaba a cuantificar, a traducir los deseos en cifras, a establecer las realidades impuestas por una asignaci¨®n de recursos siempre escasos. No pod¨ªamos caer en esa facilona demagogia -rayana en la desverg¨¹enza- de prometer el crecimiento de las prestaciones sin aumentar el gasto y, al mismo tiempo, de aminorar los tributos sin disminuir los ingresos. Hoy, revisando nuestro programa, podemos afirmar sin est¨²pida vanidad, pero con leg¨ªtimo orgullo, que al final de nuestro mandato estar¨¢ cumplido plenamente.
- Desde el punto de vista financiero, hemos cerrado el ejercicio 1983, primero de nuestro mandato, con un d¨¦ficit cero; los ingresos han sido iguales a los gastos. Hemos roto la din¨¢mica de endeudamiento creciente.
- En el ¨¢mbito de la ordenaci¨®n administrativa, hemos avanzado en nuestro doble prop¨®sito de adecuar el entramado burocr¨¢tico a las demandas, a los derechos de los ciudadanos. Por primera vez en nuestra historia, el ayuntamiento conoce la plantilla completa y el puesto de trabajo de sus funcionarios y hemos conseguido la integraci¨®n completa, desde el punto de vista inform¨¢tico, de la gesti¨®n de nuestro personal. La constituci¨®n de la base de datos suministrados por nuestro padr¨®n municipal, con la formaci¨®n de todos los censos y la prestaci¨®n de los numerosos servicios que de ella se derivan, ha sido el resultado de cinco a?os de tenaz trabajo de nuestros organismos de inform¨¢tica y de estad¨ªstica. La inform¨¢tica, con su base de datos en lo que a tributos se refiere, ha hecho posible la conocida mejora en la gesti¨®n de los mismos y posibilitado el mejor control de ingresos y gastos. Y seguimos en nuestro empe?o de conseguir una correcta ordenaci¨®n administrativa.
- Sin menoscabo de la funci¨®n coordinadora y rectora de los organismos centrales del ayuntamiento, hemos continuado el proceso de descentralizaci¨®n iniciado hace cinco a?os. El ciudadano tiene ya su punto de referencia en las juntas de distrito. Madrid, con cerca de tres millones y medio de habitantes, es ingobernable desde organismos ¨²nicamente centrales. Y no s¨®lo aumentaremos las dotaciones presupuestarias de las juntas -2.000 millones en 1983; 7.000 millones en 1984-, sino que ir¨¢n aumentando sus competencias en todos los ¨¢mbitos.
- Recuperar Madrid era la filosof¨ªa que inspir¨® las l¨ªneas b¨¢sicas del plan general. Nuestros ciudadanos perciben claramente que Madrid se recupera y que las corruptelas y desprop¨®sitos que estuvieron a punto de hacer de Madrid una ciudad inviable han desaparecido completamente. Hoy podemos ya asegurar que el plan general de urbanismo es operativo, un plan que reordena la ciudad, que prev¨¦ y controla su crecimiento atendiendo a las necesidades colectivas y no a los intereses particulares.
- El plan de saneamiento inte gral de Madrid toca a su fin. El que el Manzanares tenga agua limpia es un logro muy por encima de Io buc¨®lico: significa una reordenaci¨®n de los territorios de la cuenca del Tajo y una mejora de todo e sistema de alcantarillado y saneamiento del municipio madrile?o 3 de todos los que le rodean.
- Estamos revitalizando el sur madrile?o.
- Si en el aspecto cultural Madrid es hoy una de las ciudades m¨¢s activas de Europa, se debe en buena parte a la tarea impulsora del ayuntamiento.
Realizaciones y proyectos en v¨ªas de ejecuci¨®n los unos y de pr¨®xima ejecuci¨®n los otros, como la rehabilitaci¨®n de edificios, la polic¨ªa de barrio, la protecci¨®n civil la coordinaci¨®n de los transportes los servicios sociales con planes para marginados -como el previsto en Chamart¨ªn-, la reordenaci¨®n de Atocha y de San Francisco el Grande, la de Conde Duque y la de la Vaguada, el nudo sur, el planetario, los aparcamien tos disuasorios, la renovaci¨®n de mobiliario urbano y tantos otros nos permitir¨¢n llegar al finalizar nuestro mandato, en 1987, con la satisfacci¨®n de haber cumplido nuestro programa electoral.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.