La palabra es solidaridad

Casi 10.000 personas escuchando canciones para Uruguay. Casi 10.000 personas cantando canciones para Uruguay y por Uruguay, a trav¨¦s de las ondas de Radio CX-30 de Montevideo, la radio que fue cerrada el pasado mes de diciembre por su apoyo a la lucha democr¨¢tica, que volvi¨® a ser abierta despu¨¦s de la huelga de hambre de su director, el periodista Jos¨¦ Fernando Araujo, que hoy, domingo, retransmitir¨¢ completo el acto. Si es que la censura militar no mete las tijeras.Pocas banderas, pero mucho entusiasmo en el acto, que cont¨® con la presencia del secretario del Frente Amplio en el exilio, Hugo Villar, que hizo un recordatorio de la situaci¨®n que vive Uruguay, para acabar dando las gracias al pueblo espa?ol por su apoyo al proceso democratizador. "Una actitud que nunca olvidaremos los uruguayos que hemos tenido la suerte de vivir nuestro exilio en este pa¨ªs".

El p¨²blico cant¨®, bail¨® y vivi¨® m¨¢s de cuatro horas de una noche de baja temperatura en un "Madrid en el que hoy todos somos uruguayos", como se encarg¨® de indicar Joaqu¨ªn Sabina al comienzo de su intervenci¨®n. Escucharon canciones que ya conoc¨ªan con similar entusiasmo al de otras ocasiones, ?pero c¨®mo pueden escuchar esas mismas canciones los oyentes de la radio uruguaya? Indudablemente, de manera muy diferente.

Seguramente se estremecer¨¢n al escuchar a Jos¨¦ Antonio Labordeta cantar "coge el camino de casa, que all¨ª te espera tu hermano", acompa?ado espl¨¦ndidamente por la Cooperativa Musical del Ebro, que demostr¨® en los dos temas que interpret¨® en solitario ser uno de los grandes grupos que hacen folklore electrificado en Espa?a, a la altura de los mejores, como Osakorri, Milladoiro o All Tall. Se sentir¨¢n identificados con el personaje de Sabina, que "sigue vivo y coleando, muriendo y resucitando", a pesar de militares, dictaduras, muertos, exiliados y desaparecidos.

Gritar¨¢n con V¨ªctor Manuel a los presuntos salvadores de la patria "d¨¦jame en paz, que no me quiero salvar", ya hartos de "medir las palabras con un medidor". Y sentir¨¢n renacer la esperanza al conjuro de Ana Bel¨¦n: "En tu frente hay escrito que lo puedes cambiar".