Hart no acepta la derrota y luchar¨¢ hasta la convenci¨®n

El senador Gary Hart, que ya gan¨® la primera de las elecciones primarias en New Hampshire, ha ganado tambi¨¦n arrolladoramente la ¨²ltima en California. Todos los c¨¢lculos y predicciones daban al senador por Colorado el doble de delegados que a su principal contrincante, el ex vicepresidente Walter Mondale.Sin embargo, las cifras precisas no se conocer¨¢n hasta el mediod¨ªa del mi¨¦rcoles, hora de Los ?ngeles. Un fallo en el ordenador central de Sacramento, la capital de California, ha impedido que las cifras oficiales fueran dadas a conocer a lo largo de la noche electoral.

Quiz¨¢ intuyendo el resultado, Mondale no estaba el martes en Los ?ngeles, al contrario que sus dos rivales. Hart lleg¨® por la tarde precedido de una gran expectaci¨®n, luego de que el avi¨®n que lo tra¨ªa desde Filadelfia tuviera que aterrizar al poco tiempo de despegar, por el incendio de uno de los motores del aparato. Afortunadamente el susto no tuvo consecuencias y el candidato pudo reemprender el vuelo hasta California.

Desde su cuartel general, en el hotel Beverly Hilton, Hart volvi¨® a insistir en su intenci¨®n de seguir luchando hasta el final para conseguir la candidatura en la convenci¨®n de San Francisco, para lo que espera poder convencer a los delegados indecisos de que, a pesar de que los n¨²meros hayan favorecido a su rival, su candidatura tiene muchas m¨¢s probabilidades de derrotar a Ronald Reagan en noviembre. Para ello se basa en que a lo largo de la campa?a ha ganado en m¨¢s Estados y ha conseguido m¨¢s votos populares que su oponente Walter Mondale. Aprovech¨® tambi¨¦n Hart para criticar de nuevo las reglas que rigen el sistema de selecci¨®n de candidatos, poniendo su caso como el ejemplo m¨¢s flagrante de la injusticia que representan.

El tercero en discordia

El tercero en discordia, Jesse Jackson, cuyos resultados en California han estado muy por debajo de lo esperado, ha apoyado las mismas tesis. El candidato de raza negra, a pesar de sus esfuerzos, no ha conseguido hacerse con el voto de la minor¨ªa hispana, aunque entre sus votantes se ha incluido un 10% de blancos. Sin embargo, al haberse llegado al final sin un vencedor definido, la posici¨®n de Jackson, al convertirse en el posible ¨¢rbitro de la contienda, ha adquirido una gran importancia.La participaci¨®n de votantes dem¨®cratas ha sido m¨¢s bien baja, observ¨¢ndose una cierta abstenci¨®n entre las clases trabajadoras, que no se f¨ªan de Hart pero tampoco quieren a Mondale. Se calcula que, al contrario que el resto del pa¨ªs, m¨¢s de una tercera parte de los trabajadores sindicados ha votado a Hart, en contra de la consigna de los sindicatos. Tampoco los hispanos han acudido a las urnas.

En el campo republicano -donde s¨®lo se presentaba el presidente Ronald Reagan- se ha observado la batalla campal entre los dem¨®cratas con gran satisfacci¨®n. La perspectiva de un oponente fuertemente dividido y con escasas posibilidades de reconciliaci¨®n no puede ser m¨¢s halagadora.