Los 'siete' se comprometen a ayudar a los pa¨ªses deudores y a reactivar la econom¨ªa
Las siete democracias m¨¢s ricas del mundo se comprometieron ayer, al t¨¦rmino de la reuni¨®n en la cumbre celebrada en Londres, a acelerar la recuperaci¨®n econ¨®mica, tender una mano a los pa¨ªses m¨¢s endeudados -los latinoamericanos principalmente-, reducir las tasas de inter¨¦s, contraer los d¨¦ricit presupuestarios y embarcarse -sin prisas, pero sin pausas- en una nueva ronda de negociaciones comerciales, a rin de reducir el proteccionismo y liberalizar al m¨¢ximo el mercado.
Los estadistas aprovecharon su asistencia a la d¨¦cima cumbre de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados de Occidente para reafirmar su compromiso con los valores deniocr¨¢ticos lanzar un nuevo llamamiento a la URSS-"desde la unidad y la firmeza", en palabras de Margaret Thatcher- para que vuelva a la mesa de las negociaciones nucleares, comprometerse a luchar conjuntamente contra el terrorismo internacional y expresar su esperanza de que Ir¨¢n e Irak pongan fin a la guerra que desde hace m¨¢s de tres a?os amenaza el suministro de petr¨®leo procedente del golfo P¨¦rsico.
Margaret Thatcher (Reino Unido), Ronald Reagan (Estados Unidos), Fran?ois Mitterrand (Francia), Bettino Craxi (Italia), Helmut Kohl (Rep¨²blica Federal de Alemania), P¨ªerre Trudeau (Canad¨¢) y Yasuhiro Nakasone (Jap¨®n) firmaron ayer en. Londres, minutos antes de que se cumpliera la tradicional hora de tomar el t¨¦, un documento en el que los siete reconocen que si fracasan en su prop¨®sito de reducir los altos tipos de inter¨¦s y los ¨ªndices de inflaci¨®n, la recuperaci¨®n econ¨®mica se ver¨¢ seriamente amenazada y los efectos negativos tendr¨¢n repercusiones particularmente graves en los pa¨ªses m¨¢s pobres.
El 12,5% de inter¨¦s que pesa sobre los pr¨¦stamos que concede la banca norteamericana y la creencia europea de que parte de la culpa recae en las alegrias presupuestarias de la Administraci¨®n Reagan absorbieron largas horas de las discusiones que durante tres d¨ªas tuvieron por escenario la sala de m¨²sica de Lancaster House y las cenas de trabajo, en las que los siete hablaron de lo divino y de lo humano. Hasta de leninismo, como fue el caso de Reagan y Mitterrand.Los siete se han hecho eco del llamamiento lanzado por los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela, Per¨², Ecuador, M¨¦xico y Bolivia, y, sin apearse de su convicci¨®n de que cada caso merece un tratamiento por separado, han aceptado crear un marco general que englobe a todas las naciones afectadas, pero prime sobre todo a aquellas que demuestren haberse adentrado con ¨¦xito por la senda del sacrificio y la austeridad.
El documento final de la reuni¨®n en la cumbre de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados de Occidente incluye el compromiso de volver a reunirse dentro de un a?o en la Rep¨²blica Federal de Alemania, responder a la invitaci¨®n italiana de asistir en 1985 a una conferencia internacional sobre la innovaci¨®n tecnol¨®gica y la creaci¨®n de nuevos empleos y estudiar la propuesta del presidente norteamericano y candidato a la reelecci¨®n, Ronald Reagan, de que los otros seis pa¨ªses presentes en la cumbre de Londres participen en el desarrollo de una estaci¨®n espacial norteamericana.
Los asistentes a esta nueva cumbre, continuaci¨®n de la celebrada hace un a?o en la localidad colonial norteamericana de Williamsburg y la d¨¦cima desde la de Rambouillet (Francia) en 1975, acordaron reafirmar su actual estrategia econ¨®mica con el cumplimiento de los siguientes objetivos:
- Proseguir y reforzar, en los casos en que sea necesario, las pol¨ªticas destinadas a reducir la inflaci¨®n y las tasas de inter¨¦s, controlar el crecimiento de la masa monetaria y, all¨¢ donde sea necesario, recortar los presupuestos.
- Intentar desterrar los obst¨¢culos que se interponen a la creaci¨®n de nuevos empleos.
- Fomentar la comprensi¨®n de las fuentes y esquemas de las transformaciones experimentadas por la econom¨ªa y favorecer una mejor aceptaci¨®n del cambio tecnol¨®gico.
- Mantener e incrementar, si ello es posible, el flujo de ayuda econ¨®mica a los pa¨ªses en desarrollo, y, particularmente, a los m¨¢s pobres, y fomentar las inversiones privadas en estas naciones.
- Confirmar la estrategia actual para encarar el problema de la deuda de las naciones en v¨ªas de desarrollo (m¨¢s de 800.000 millones de d¨®lares) y flexibilizar su materializaci¨®n caso por caso.
- Invitar a los ministros de Finanzas a acelerar el estudio, ya en marcha, destinado a diagnosticar en qu¨¦ forma se puede mejorar el sistema monetario internacional, a fin de que est¨¦ disponible en el primer semestre del a?o pr¨®ximo para su debate por el comit¨¦ interino del Fondo Monetario Internacional (FMI).
- Intentar mejorar el funcionamiento y estabilidad del sistema financiero internacional. - Urgir a todos los pa¨ªses, industrializados o en desarrollo, a resistir las crecientes presiones proteccionistas, reducir las barreras aduaneras y multiplicar sus esfuerzos para liberalizar y ampliar el comercio internacional de manufacturas, materias primas y servicios.
- Recalcar cu¨¢n importante ser¨ªa la celebraci¨®n de una nueva ronda de negociaciones comerciales y consultar al respecto a los restantes miembros del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).
El documento incluye un balance optimista sobre las reservas de petr¨®leo aun en el hipot¨¦tico caso de que empeore la guerra del golfo P¨¦rsico y se suspenda el suministro del crudo procedente de la zona. En una declaraci¨®n paralela, los siete expresan su confianza en que los dos pa¨ªses directamente enfrentados en el conflicto, Ir¨¢n e Irak, "cesar¨¢n de atacarse mutuamente" y de bombardear los barcos de terceros pa¨ªses, al tiempo que insisten en la necesidad de que se respete la libertad de navegaci¨®n.
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