La Compa?¨ªa del Metro busca destino a 80 coches de la ¨²ltima serie adqurida, que resultan innecesarios para el servicio

La Compa?¨ªa Metropolitano de Madrid busca alguna utilidad a 80 coches de la serie 5.000, cuya adquisici¨®n y puesta en servicio finaliza este a?o. Los coches, la mitad dotados de elementos motores, resultan innecesarios al aplicarse un criterio restrictivo a los planes de crecimiento del Metro, impuesto por la falta de viajeros y de rentabilidad de las nuevas l¨ªneas. La serie fue adquirida en dos fases, en 1972 y 1980. En total se pidieron 260 unidades, contratadas por 15.730 millones de pesetas, aunque la compa?¨ªa del metropolitano pag¨® en realidad, despu¨¦s de varias revisiones de precio, 21.255 millones.

Un portavoz de la Compa?¨ªa Metropolitano, que fue intervenida por el Estado en 1979 y depende en la actualidad de un consejo, en el ¨¢mbito del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, confirm¨® ayer que en el estado actual del servicio, inclu¨ªda la pr¨®xima prolongaci¨®n de la l¨ªnea nueve, entre Avenida de Am¨¦rica y Sa¨ªnz de Baranda, "sobran 80 coches de la serie 5.000, cuyo destino a¨²n no est¨¢ decidido".Las unidades sobrantes no pueden usarse en las l¨ªneas antiguas, porque la anchura de los t¨²neles y el g¨¢libo (medidas de altura) son distintos a los de los nuevos tramos. Fuentes de la Compa?¨ªa indicaron que la contrataci¨®n de los coches, en dos series de 130 unidades, fue decidida en junio de 1972 y septiembre de 1980 para cubrir necesidades derivadas de los planes de ampliaci¨®n de la red.

Los t¨¦cnicos del Metro estudian diversas posibilidades para conseguir alguna rentabilidad de las unidades sobrantes, cuyo precio medio es superior a 81 millones de pesetas por coche. Una de las hip¨®tesis es la creaci¨®n de tramos de premetro, l¨ªneas de superficie en ¨¢reas perif¨¦ricas que transportar¨ªan viajeros hasta el arranque de las l¨ªneas subterr¨¢neas. Esta instalaci¨®n exige una inversi¨®n mucho m¨¢s reducida que la perforaci¨®n de t¨²neles y galer¨ªas bajo tierra.

La Compa?¨ªa, sin embargo, no descarta la posibilidad de vender los 80 coches, aunque el ¨²nico comprador potencial parece ser Renfe, que podr¨ªa usar las unidades en trayectos de cercan¨ªas. Otro empleo posible para los coches sobrantes ser¨ªa la l¨ªnea del Suburbano, entre Plaza de Espa?a y Aluche (Carabanchel), pero para ello habr¨ªa que sustituir las v¨ªas actuales y ampliar el t¨²nel entre las estaciones de Plaza de Espa?a y Lago, en la Casa de Campo, o bien dedicar la galer¨ªa subterr¨¢nea actual a la circulaci¨®n en un s¨®lo sentido y construir otra paralela. Si no se concreta ninguna de las soluciones apuntadas, la Compa?¨ªa se ver¨ªa obligada a mantener en cocheras 80 unidades de la primera serie, contratada hace 12 a?os.

Menos viajeros

La entrada en servicio de los nuevos tramos ha demostrado que la afluencia de viajeros es mucho m¨¢s reducida de lo que se hab¨ªa previsto cuando se pusieron en marcha los planes de ampliaci¨®n, antes de la intervenci¨®n estatal del Metro. As¨ª, la cobertura del servicio ha requerido en el tramo Avenida de Am¨¦rica-Las Musas cuatro coches menos de los previstos; en Fuencarral-Nuevos Ministerios, 18 menos;Pavones-Sa¨ªnz de Baranda, 10 menos; Herrera Oria-Avenida de Am¨¦rica, 22 menos, y el tramo Avenida de Am¨¦rica- Sa¨ªnz de Baranda, a¨²n por inaugurar, se calcula que quedar¨¢ suficientemente atendido con 12 coches menos de los previstos.Precisamente, la intervenci¨®n p¨²blica de la compa?¨ªa fue explicada ante el Congreso de Diputados por el entonces ministro de Transportes, Salvador S¨¢nchez Ter¨¢n, de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, por la insuficiencia de los ingresos de la Compa?¨ªa para cubrir los costes totales y el consiguiente proceso de descapitalizaci¨®n, que le imped¨ªa abordar satisfactoriamente sus compromisos de inversi¨®n en infraestructura y material m¨®vil. La infraestructura del Metro (apertura de nuevas galer¨ªas subterr¨¢neas), corr¨ªa a cargo del Estado, de acuerdo con la ley del Plan de Transportes de 1956.