Garabandal, la F¨¢tima c¨¢ntabra
A los 23 a?os de la aparici¨®n de la Virgen, una congregaci¨®n de monjas quiere construir un monasterio
El monasterio que se proyecta construir en la localidad c¨¢ntabra de San Sebasti¨¢n de Garabandal, promovido por la comunidad religiosa de las Salesas, que tiene su convento en la calle de San Francisco de Sales de Madrid, se asentar¨ªa sobre una parcela de m¨¢s de 6.000 metros cuadrados, adquirida hace dos a?os y cercana a uno de los lugares donde se produjeron las apariciones. La construcci¨®n de dicho monasterio, de dos plantas y capacidad para albergar a 35 religiosas, podr¨ªa reavivar la pol¨¦mica suscitada en su d¨ªa en torno al supuesto milagro, sobre el cual la Iglesia a¨²n no se ha pronunciado oficialmente.El monasterio que la comunidad religiosa de las Salesas pretende construir en San Sebasti¨¢n de Garabandal cuenta, desde diciembre del pasado a?o, con la autorizaci¨®n de la Comisi¨®n Regional de Urbanismo y con licencia municipal otorgada por el Ayuntamiento de Rionansa, del que depende la citada localidad, desde marzo de este a?o. Falta la autorizaci¨®n del Obispado de Santander, cuyo titular, Juan Antonio del Val, se muestra extremadamente cauto ante unos hechos sobre los que la Iglesia a¨²n no se ha pronunciado oficialmente. Para Mar¨ªa Paz Belosillo, superiora del tercer monasterio de la Visitaci¨®n de Santa Mar¨ªa (Salesas), el comienzo de las obras se demorar¨¢ hasta que se produzca la respuesta del obispo, sin insistir en absoluto. Ser¨¢ una vez concedida la autorizaci¨®n eclesi¨¢stica cuando se inicie la recogida de fondos necesarios para construir el monasterio.
Entre los habitantes de San Sebasti¨¢n de Garabandal la instalaci¨®n en el pueblo de una comunidad religiosa de forma permanente no despierta entusiasmo pero tampoco recelo. No hay opiniones, al menos para los extra?os, y as¨ª la madre de Jacinta Gonz¨¢lez, una de las ni?as que estuvieron presentes en las apariciones, se niega amablemente a comentar la construcci¨®n del monasterio. Es una constante de los 200 vecinos del pueblo c¨¢ntabro, situado en las estribaciones de los Picos de Europa, a m¨¢s de 600 metros de altitud y distante 90 kil¨®metros de la capital, no mostrarse demasiado expl¨ªcitos sobre unos hechos cuyo 23? aniversario se cumplir¨¢ el pr¨®ximo 18 de junio.
Los 'garabandelistas', internacionales
S¨®lo los garabandelistas, fervientes defensores de la realidad del milagro, asentados en el pueblo c¨¢ntabro, unos todo el a?o, los m¨¢s durante temporadas -tras las primeras apariciones, m¨¢s de 34 casas cambiaron de propietario y fueron remodeladas, y numerosas cuadras dejaron su anterior funci¨®n para convertirse en viviendas donde acoger a los visitantes-, contin¨²an firmes en sus convicciones, recordando que las apariciones de F¨¢tima tardaron 13 a?os en ser aceptadas por la Iglesia, que finalmente confirm¨® el car¨¢cter sobrenatural de las apariciones de la Virgen.La comunidad de las Salesas pretende establecer en el monaster¨ªo, que se asentar¨¢ en un terreno colindante con el de los pinos -nueve en total y aislados- en donde se produjeron algunas de las visiones, un lugar de oraci¨®n y silencio, donde la capilla estar¨¢ dedicada a los Sagrados Corazones de Jes¨²s y Mar¨ªa, al igual que el templo con que cuentan en Madrid. Para la superiora de este convento, el anunciado milagro de Garabandal tendr¨¢ lugar antes de finales de siglo. La purificaci¨®n llegar¨¢, seg¨²n Mar¨ªa Paz Belosillo, porque el "mundo est¨¢ muy mal a causa del ate¨ªsmo, que supone lo peor para el hombre. El ate¨ªsmo es contrario a la naturaleza; es una aberraci¨®n antihumana y diab¨®lica". Hasta el momento que se construya el monasterio, los signos externos que recuerdan las supuestas visiones se reparten a lo largo y ancho del pueblo, de casas agrupadas que parecen buscar su protecci¨®n alrededor de la torre de la Iglesia.
En lo alto de una de las empinadas callejas, all¨ª donde presuntamente se produjo la primera aparici¨®n del arc¨¢ngel san Miguel el 18 de junio de 1961 para anunciar a las ni?as Mar¨ªa Cruz Gonz¨¢lez, Jacinta Gonz¨¢lez, Mar¨ªa Dolores Maz¨®n y Conchita Gonz¨¢lez, todas ellas de familias humildes y sin parentesco cercano, la primera visita de la Virgen esa misma noche, un peque?o monolito recuerda el hecho. Una hornacina con una imagen de la Virgen cuelga de uno de los pinos donde se produjeron las apariciones, en tanto que en otro de los lugares una peque?a ermita alberga la imagen del arc¨¢ngel, flanqueada de las banderas de los pa¨ªses donde existen organizaciones de garabandelistas, entre los cuales destaca Estados Unidos. All¨ª residen, precisamente, tres de las ni?as (Conchita, Mar¨ªa Dolores y Jacinta), entonces de edades entre los 11 y los 13 a?os y hoy casadas con ciudadanos de ese pa¨ªs, en tanto que Mari Cruz, casada con un vecino de Pesues, se encuentra en Gij¨®n.
Las apariciones de la Virgen se iniciaron el 18 de junio de 1961 y continuaron de forma pr¨¢cticamente ininterrumpida hasta el 13 de noviembre, cuatro a?os despu¨¦s. En su ¨²ltima aparici¨®n, seg¨²n confesaron las ni?as, la Virgen les hab¨ªa comunicado su tristeza por el escaso eco despertado por su primer mensaje, producido en octubre de 1961, y en el que, seg¨²n transcribieron las ni?as, la Virgen hab¨ªa reclamado sacrificios y penitencia a los hombres, a los que, en caso de no comportarse con bondad, avisaba de la inminencia de un castigo. Este anuncio coincide tambi¨¦n con el de F¨¢tima, producido 44 a?os antes.
Los hechos desencadenaron por un lado, la prevenci¨®n de la Iglesia, con actitudes moderadas de la mayor parte de los obispos que tuvo la di¨®cesis durante el tiempo transcurrido, y, por otro, una masiva atenci¨®n popular, que lleg¨® a concentrar a miles de personas ante las anunciadas -con d¨ªa y hora incluso- apariciones.
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