Brenan regresar¨¢ esta semana a su domicilio de M¨¢laga por iniciativa de la Junta andaluza
El Ayuntamiento de Alhaur¨ªn pagar¨¢ una casa a los amigos del hispanista
Gerald Brenan, el hispanista brit¨¢nico que se encuentra en una residencia de ancianos al norte de Londres, regresar¨¢ a Espa?a a mediados de esta semana gracias al acuerdo al que han llegado la consejer¨ªa de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa y el Ayuntamiento de Alhaur¨ªn el Grande (M¨¢laga), por un lado, y el matrimonio Pranger, amigos ¨ªntimos de donGerardo, por otro. Seg¨²n dicho acuerdo, el matrimonio formado por Lars y Linda Pranger abandonar¨¢ temporalmente la casa del escritor en Alhaur¨ªn, que se encuentra a nombre de Linda, y se trasladar¨¢n a otra cercana, cuyo alquiler pagar¨¢ el ayuntamiento. Tanto la junta como el ayuntamiento se comprometen tambi¨¦n a proporcionar a Brenan una enfermera permanente y a sufragar todos sus gastos.
El ilustre hispanista, que cuenta 90 a?os de edad, recibi¨® ayer la visita de Lars Panger y de una delegaci¨®n andaluza compuesta por el consejero de Cultura de la junta, Javier Torres Vela, el alcalde de Alhaur¨ªn, Francisco Gim¨¦nesz, y el delegado de Cultura de dicha corporaci¨®n. Todos ellos llegaron a Londres a primera hora de la ma?ana en un vuelo procedente de M¨¢laga y se trasladaron directamente a la residencia de ancianos en la que se halla alojado desde hace m¨¢s de un mes el escritor brit¨¢nico del grupo de Bloomsbury, enamorado de Andaluc¨ªa.En el ¨²ltimo momento, y pese a que la junta hab¨ªa sacado tambi¨¦n billete de avi¨®n para Linda Pranger, ¨¦sta prefiri¨® quedarse en M¨¢laga. "Nosotros quer¨ªamos preguntarle a Brenan, formalmente y sin intermediarios, si quiere volver a Espa?a. Nos ha dicho sin lugar a dudas que s¨ª y le hemos asegurado que esta misma semana volver¨¢ a estar en su casa", explic¨® Torres Vela.
Brenan se?al¨® a la delegaci¨®n andaluza que hab¨ªa aceptado voluntariamente ir a Londres, pero que a los tres d¨ªas de estar en la residencia de ancianos comprendi¨® que hab¨ªa cometido un error. Brenan coment¨® con iron¨ªa: "Las viejas se levantan aqu¨ª a las seis de la ma?ana y no hay forma de descansar".
Un nuevo dormitorio
En una peque?a charla con EL PAIS antes de que llegaran sus visitantes, el escritor explic¨® que se sent¨ªa muy fatigado porque no hab¨ªa podido dormir en toda la noche. Al parecer, los encargados de la residencia le trasladaron ayer a un nuevo dormitorio y el anciano no pudo acostumbrarse a la cama. "Tengo muchas ganas de volver a casa y de estar con los m¨ªos".
El escritor se llev¨® una gran alegr¨ªa cuando vio a Lars Pranger. El pintor sueco le explic¨® que no pod¨ªan volver a vivir juntos, pero que el acuerdo al que se hab¨ªa llegado era satisfactorio para todos. Pranger tranquiliz¨® a Brenan sobre el futuro de Linda y de sus dos hijos y le asegur¨® que se encontrar¨ªan bien en la nueva casa, que tiene incluso una peque?a piscina en la que los ni?os -mis nietos, les llama Brenan- podr¨¢n jugar.
EL PAIS y la vida privada
Seg¨²n explic¨® a esta corresponsal el agregado de Cultura de la embajada espa?ola, Guillermo Brugarolas, que acompa?¨® a Pranger en su visita, el pintor .acusa a la Prensa de dar un trato sensacionalista a lo ocurrido, Seg¨²n Pranger, si no pueden ya vivir todos juntos con Brenan es .porque si se muere nos acusar¨¢n de haberle inatado". El pintor explic¨® al anciano que "nada podr¨¢ ser igual que antes", y le pidi¨® que a partir de ahora diga lo que desea por escrito. Pranger dio tambi¨¦n orden a los encargados de la residencia de prohibir el paso de esta corresponsal, porque considera que EL PAIS se ha inmiscuido en su vida privada.
Gerald Brenan acept¨® encantado los t¨¦rminos del acuerdo e incluso brome¨® con Torres Vela a prop¨®sito de la enfermera que se encargar¨¢ de cuidarle: "Que sea guapa, ?eh?". Cuando Lars Pranger le dijo, en ingl¨¦s: "Lo ¨²nico que queremos es lo que t¨² quieras", Brenan replic¨® inmediatamente: "Lo ¨²nico que quiero es irme, si es posible'hoy misino". Torres,Vela le explic¨® que no era posible porque el matrimonio Pranger ne cesita algunos d¨ªas para hacer la mudanza antes de que ¨¦l llegue, pero le ense?¨® el billete de avi¨®n con su nombre. Brenan lo examin¨® y pregunt¨® a su vez por su pasaporte, que se encuentra al parecer en manos de un hermano de Linda. Pranger le asegur¨® que todo estaba en orden y que muy pronto volver¨¢ a Alhaur¨ªn.
El delegado de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa sugiri¨® a Brenan la posibilidad de crear una fundaci¨®n con su nombre, que ser¨ªa la encargada de sufrag¨¢r sus gastos y de contribuir a la difusi¨®n de su obra. El hispanista contest¨® modestamente que su nombre "no merece tanto". Al parecer, la junta ha propuesto a Lars y Linda Pranger que formen parte de dicha fundaci¨®n, pero por el momento ambos han rehusado. Torres Vela asegur¨®, sin embargo, que la Junta de Andaluc¨ªa "ha encontrdo toda clase de facilidades en el matrimonio Pranger para resolver la situaci¨®n de Brenan".
El hispanista acept¨® trasladarse a la residencia. de ancianos Greenways, en Pinner, al noroeste de Londres, el pasado d¨ªa 14 de mayo, sin que la Junta de Andaluc¨ªa o el Ayuntamiento de Alhaur¨ªn tuvieran la menor noticia de ello. Poco despu¨¦s se arrepinti¨® y as¨ª se lo explic¨® a EL PAIS cuando fue a visitarle. Don Gerardo, que ha vivido casi 62 a?os en Andaluc¨ªa, echaba de menos al matrimonio Pranger y a los ni?os y a sus amigos andaluces y se aburr¨ªa mortalmente en la residencia, limpia y eficaz, pero poco atractiva para un hombre como ¨¦l, acostumbrado a estar rodeado de sus libros y recuerdos.
Gerald Brenan se encontraba muy deprimido y no cesaba de repetir que quer¨ªa morirse. Varios de sus amigos brit¨¢nicos, entre ellos Frances Partrigde, miembro como ¨¦l del grupo de Bloomsbury, se pusieron en contacto con EL PAIS para apoyar la idea de su regreso a Espa?a. La presencia de Brenan en Londres s¨®lo fue descubierta por un peri¨®dico brit¨¢nico, The Observer, a quien Brenan confirm¨® tambi¨¦n que deseaba regresar lo antes posible a Andaluc¨ªa.
Durante estos 33 d¨ªas Brenan ha estado bien cuidado, pero deprimido y ansioso por saber la fecha de su vuelta. Ayer, el escritor, que pese a su avanzada edad se muestra l¨²cido, estaba satisfecho y alegre. "Quiero instalarme otra vez en mi casa y estar tranquilo".
Babelia
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