Miterrand confirma el ingreso de Espa?a en la CEE en enero de 1986
Espa?a podr¨¢ ingresar el 1 de enero de 1986 -el presidente Fran?ois Mitterrand lo confirm¨® ayer- en una Comunidad Econ¨®mica Europea saneada y relanzada a la altura de los tiempos. Esto ser¨¢ as¨ª aunque la negociaci¨®n de ingreso se retrase m¨¢s all¨¢ del 30 de septiembre y queden problemas concretos sobre el vino, la pesca y las relaciones entre la agricultura y la industria, que Mitterrand cit¨® ayer al clausurar la cumbre europea m¨¢s trascendental de las celebradas en los ¨²ltimos a?os.
, La Europa del futuro renaci¨® ayer en el castillo de Fontainebleau, que pasar¨¢ una vez m¨¢s a la historia por este motivo. Tras resolver, al menos por unos a?os, el tema de la contribuci¨®n brit¨¢nica -con concesiones importantes de todos, pero principalmente de Margaret Thatcher-, los jefes de Estado y de Gobierno de los diez concluyeron los dos d¨ªas de reuni¨®n del Consejo Europeo con decisiones importantes para un "fuerte relanzamiento" de la CEE y de su idea primigenia, que tanto hab¨ªa deca¨ªdo en los ¨²ltimos tiempos.En la cumbre se decidi¨® ayer el aumento, a partir del a?o 1986, de los recursos financieros de la Comunidad Econ¨®mica Europea. Con esta medida, absolutamente indispensable para acoger en las condiciones adecuadas a Espa?a y a Portugal, la puerta de la Comunidad Econ¨®mica Europea ha quedado finalmente abierta.
Fran?ois Mitterrand se?al¨®, como presidente de esta reuni¨®n, que la cumbre de Fontainebleau hab¨ªa dado unas orientaciones b¨¢sicas para mantener la fecha fijada previamente, el 30 de septiembre, para el fin de las negociaciones. Pero "es previsible", a?adi¨® el presidente franc¨¦s, "que haya un retraso para Espa?a, en cuyo caso se pedir¨ªa firmemente a los negociadores que concluyeran su tarea en el curso de 1984. As¨ª, la entrada de Espa?a y Portugal tendr¨ªa lugar el 1 de enero de 1986".
El comunicado final de la reuni¨®n, hecho p¨²blico anoche, no menciona, sin embargo, la fecha de ingreso de Espa?a, y se limita a se?alar "que el Consejo Europeo reafirma que las negociaciones de adhesi¨®n de Espa?a y Portugal deber¨ªan terminarse a m¨¢s tardar el 30 de septiembre de 1984".
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Los 'diez' llegan a un arreglo que resuelve la quiebra de la CEE y el problema de la contribuci¨®n brit¨¢nica
Viene de la primera p¨¢gina
El presidente franc¨¦s no falt¨® al realismo y habl¨® de la necesidad de examinar entre los diez y Espa?a y Portugal el control de la pesca, de la producci¨®n vin¨ªcola y del lazo entre la agricultura y la industria. Con el desbloqueo del problema brit¨¢nico, para el presidente de la Comisi¨®n Europea, Gaston Thorn, "la ampliaci¨®n vuelve a ser posible".
Aunque Mitterrand mencion¨® la fecha de 1986 para el ingreso de Espa?a, ¨¦sta no se recoge en el comunicado final presentado anoche como conclusiones de la presidencia.
"La comunidad deber¨¢ de aqu¨ª al 30 de septiembre de 1984 hacer todo lo posible para asegurar las condiciones del ¨¦xito de esta ampliaci¨®n, de una parte en la negociaci¨®n con Espa?a sobre el cap¨ªtulo de la pesca, para asegurar la conservaci¨®n de las reservas de pescados y, por otra parte, por una reforma de la organizaci¨®n com¨²n del mercado vitivin¨ªcola para asegurar un control de las cantidades de vino producidas en la comunidad, y por un equilibrio equitativo entre los acuerdos agr¨ªcolas e industriales", afirma el comunicado hecho p¨²blico al t¨¦rmino de la reuni¨®n. La cumbre s¨ª fij¨®, sin embargo, la fecha del 1 de enero de 1986 como plazo m¨¢ximo para la entrada en vigor de los nuevos recursos financieros de la CEE.
El acuerdo alcanzado entre los diez, ha sido el triunfo del sentido com¨²n y de la idea comunitaria. Y con ¨¦l, la CEE gana un respiro de tres o cuatro a?os. Esta cumbre europea resolvi¨® el problema brit¨¢nico, decidi¨® el aumento de los recursos propios de la CEE -demasiado t¨ªmidamente quiz¨¢- y se lanz¨® en la promoci¨®n de nuevas pol¨ªticas comunitarias, en un examen para reformar y reforzar las instituciones. Dos grupos especiales examinar¨¢n ahora estos desarrollos e informar¨¢n en los pr¨®ximos seis meses.
La CEE se finanza fundamentalmente de tres fuentes: en un 70%, de aportaciones directas de los Estados miembros, calculadas como una proporci¨®n de lo que cada uno de ellos recauda mediante el Impuesto sobre el Valor A?adido (IVA). El resto de los. fondos de la CEE proviene de los derechos y aranceles aduaneros sobre productos importados de pa¨ªses terceros. Hasta ahora, las aportaciones directas estaban limitadas por un techo m¨¢ximo equivalente al 1 % de lo recaudado mediante el IVA. A tenor de lo decidido ayer, los Parlamentos nacionales deben ahora ratificar el aumento de esta partida a 1,4 puntos, de modo que esta medida entre en vigor el 1 de enero de 1986.
Problema b¨¢sico
Todo ¨¦sto fue posible en Fontainebleau, gracias a un acuerdo sobre el problema de la contribuci¨®n brit¨¢nica al presupuesto de la CEE que ven¨ªa paralizando a la comunidad desde 1979 y que llevo al fracaso rotundo en las dos anteriores cumbres en Atenas y Bruselas. El problema b¨¢sico estriba en que Gran Breta?a recibe menos de la CEE -dado que la mayor¨ªa del gasto com¨²n subvenciona a la agricultura y el Reino Unido tiene escasa potencia agr¨ªcola- que lo que paga a los fondos de Bruselas
Thatcher ha aceptado que s¨®lo se cuente, para calcular su d¨¦ficit presupuestario con la CEE, su aportaci¨®n directa vinculada al IVA, y no los derechos y aranceles aduaneros que perciben los Esta dos miembros (y en el caso del Reino Unido estos derechos son tan importantes como sus importaciones de la Commonwealth) por cuenta de la propia Comunidad. Londres recibir¨¢ como compensaci¨®n en 1984 un total fijo de mil millones de unidades europeas de cuenta (ECU), equivalentes a unos 128.000 millones de pesetas. A partir de 1985, Londres se ver¨¢ compensado en un 66% de su d¨¦ficit.
El sistema durar¨¢ tanto como los nuevos recursos financieros de la CEE, los cuales, se prev¨¦, no bastar¨¢n especialmente tras el ingreso de Espa?a y Portugal.
Los nueve, y eventualmente los once han de repartirse la carga de este cheque. Pero dado su car¨¢cter de financiera de la CEE, la RFA s¨®lo soportar¨¢ las dos terceras partes del peso que le correspond¨ªa de esta compensaci¨®n a Londres. En cuanto a las subvenciones a sus agricultores, el canciller de la RFA, Helmut Kolh, consigui¨® pr¨¢cticamente el ben¨¦volo favor que buscaba de esta cumbre: como contrapartida al reciente reajuste de montantes compensatorios que favorece a los franceses, los productos agr¨ªcolas alemanes quedar¨¢n desgravados de un 5% del IVA.
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