15.000 espa?oles prestan servicio en buques de bandera de conveniencia

La contrataci¨®n de marineros espa?oles para prestar sus servicios en buques de bandera de conveniencia (Liberia, Panam¨¢, Chipre, Singapur y L¨ªbano, entre otros pa¨ªses) es muy frecuente, y se calcula que unos 15.000 espa?oles prestan sus servicios en este tipo de buques. Se trata de pa¨ªses que prestan libremente su bandera a los buques y armadores de todo el mundo (sobre todo norteamericanos, alemanes de la RFA y japoneses) y les conceden un trato fiscal y laboral muy beneficioso. Apenas existen impuestos sobre beneficios, no se paga Seguridad Social a los tripulantes y se permiten dotaciones inferiores en n¨²mero a las exigidas en pa¨ªses occidentales.Este es, al parecer, el caso del buque hundido, pues se trata de un nav¨ªo liberiano propiedad de una empresa suiza. En general, para los trabajadores espa?oles y sus familias la situaci¨®n es la siguiente:

1. Si los marineros se contrataron directamente con el armador en Rotterdam u otro puerto europeo (como es frecuente) carecen totalmente de Seguridad Social (inexistente en Liberia), y los familiares s¨®lo podr¨¢n cobrar el importe de los seguros particulares que el armador haya suscrito para ellos. Estos seguros oscilan enormemente, pues, si bien existen compa?¨ªas serias que aseguran la vida de sus tripulantes hasta con 10 millones de pesetas (en el caso de titulados), otras suscriben seguros de cuant¨ªa ¨ªnfima o no suscriben ninguno. En cualquier caso, toda reclamaci¨®n de los familiares contra el armador es muy dif¨ªcil, pues ¨¦ste figura legalmente como una sociedad liberiana o paname?a fantasma sin m¨¢s patrimonio que el buque hundido.

2. Muchos marineros enrolados en buques de bandera de conveniencia son contratados en Espa?a por unas agencias dedicadas a suministrar mano de obra espa?ola a armadores extranjeros (son conocidas las firmas Consulmar, J. M. Candina, Marisipan, Valero, Amazsa, Finisterre, entre otras) a cambio de una comisi¨®n.

Este tr¨¢fico de mano de obra est¨¢ legalmente prohibido por el Estatuto de los Trabajadores, la ley de Emigraci¨®n y el convenio de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo sobre colocaci¨®n de marineros, pero la Administraci¨®n espa?ola lo tolera, a pesar de que las magistraturas y el Tribunal Central de Trabajo lo han considerado reiteradamente como ilegal.

Estos marineros llevan el contrato visado por el Instituto Espa?ol de Emigraci¨®n y gozan de una m¨ªnima Seguridad Social en Espa?a: asistencia m¨¦dica y muerte natural -no por accidente, como es el caso del buque Tibur¨®n-, e incluso ello con unas bases de cotizaci¨®n rid¨ªculamente bajas.