Llegan a Beirut 78 pasajeros y tripulantes del buque chipriota interceptado por Israel
Extenuados por su largo viaje y a¨²n asustados por la aventura desagradable que acaban de vivir, 54 pasajeros y 24 miembros de la tripulaci¨®n del barco Alizur Blanco, secuestrados el viernes de madrugada por la Marina de guerra israel¨ª, llegaron el s¨¢bado, sanos y salvos, al peque?o puerto recientemente improvisado en Beirut en unas antiguas instalaciones militares.
Pero no todos aquellos pasajeros que viajaban entre el puerto chipriota de Larnaca y Beirut, a bordo del Alizur Blanco, un barco vetusto que en sus d¨ªas de gloria naveg¨® entre las islas Canarias, pudieron regresar a su pa¨ªs de residencia porque las autoridades castrenses israel¨ªes decidieron -retener en el puerto de Haifa a ocho ciudadanos libaneses -incluidas dos mujeres- y a uno sirio, considerados todos ellos como "sospechosos".Interceptada en aguas territoriales libanesas poco despu¨¦s de las cinco de la madrugada del viernes por dos lanchas patrulleras israel¨ªes, que efectuaron varios disparos de advertencia, la embarcaci¨®n paname?a, de 50 metros de largo, se vio obligada a seguir a los nav¨ªos secuestradores hasta el gran puerto del norte de Israel, en un acto que el ministro liban¨¦s de Educaci¨®n, Selim. Hoss, encargado por su Gobierno de ocuparse del asunto, calific¨® de "pirater¨ªa internacional".
10 horas de interrogatorios
Durante 10 largas horas, militares israel¨ªes y agentes de paisano del Servicio de la Seguridad registraron el buque, comprobaron los pasaportes e interrogaron detenidamente en tierra a todos los pasajeros y tripulantes sobre sus relaciones con los "terroristas palestinos", el motivo de su viaje al extranjero, las razones que les incitaban a residir en Beirut oeste -zona de la capital controlada por las milicias musulmanas- y el lugar donde pod¨ªan haber sido escondidas armas en el nav¨ªo.Todos fueron correctamente tratados, se les sirvieron comida y bebidas, aunque los hombres j¨®venes tuvieron que desnudarse ante los irael¨ªes, deseosos de comprobar si ten¨ªan cicatrices provocadas por heridas de bala o armas blancas, mientras las mujeres y los pasajeros no ¨¢rabes -un periodista holand¨¦s y un norteamericano apenas fueron interrogados.
"A pesar de su aparente hospitalidad, no cab¨ªa la menor duda de que ¨¦ramos sus prisioneros", coment¨® ya en el muelle beirut¨ª el periodista holand¨¦s, que es corresponsal aqu¨ª del semanario londinense The Observer, y al que los israel¨ªes reprocharon en t¨¦rminos velados ser residente en el sector occidental de Beirut y, por consiguiente, en su l¨®gica, tener simpat¨ªas propalestinas.
Al t¨¦rmino de un per¨ªodo que dur¨® m¨¢s de 30 horas, el Alizur Blanco ancl¨® ayer por la ma?ana a escasa distancia de la costa beirut¨ª, mientras los empleados de la compa?¨ªa de navegaci¨®n, los aduaneros y los polic¨ªas de servicio en el peque?o puerto disparaban al aire sus armas para darle la bienvenida.
El barco a Chipre es el ¨²nico medio de viaje, junto con la carretera que, conduce a Damasco, de que disponen los libaneses para salir de su pa¨ªs desde el cierre del aeropuerto y del puerto principal de Beirut, hace casi cinco meses.
Presentada oficiosamente en Israel como una "operaci¨®n dirigida contra un buque que transportaba a combatientes de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina", el secuestro no ha permitido a los israel¨ªes detener a ning¨²n palestino, y los tres ¨²nicos palestinos que viajaban a bordo -un joven matrimonio con un ni?o peque?o- apenas han sido molestados por sus captores en Haifa.
Dirigentes palestinos
Sin embargo, las autoridades irael¨ªes se segu¨ªan mostrando ayer convencidas de que al menos "un dirigente de la OLP se encontraba entre los pasajero?, seg¨²n informa desde Tel Aviv Victor Cygielman. El principal sospechoso parece ser un hombre que subi¨® al barco chipriota minutos antes de que este zarpar¨¢ de Larnaca, a?aden las mismas fuentes.Los 9 pasajeros retenidos segu¨ªan ayer en situaci¨®n de arresto, y los servicios de seguridad israel¨ªes continuaban interrog¨¢ndoles. El ministerio jud¨ªo de Asuntos Exteriores negaba, entretanto, las acusaciones de pirater¨ªa formuladas por L¨ªbano y una parte de la prensa internacional, aunque las mismas autoridades reconocen que el buque abordado se encontraba en aguas internacionales.
Tel Aviv sostiene que el Alisur Blanco fue interceptado, y no pirateado, ya que, seg¨²n la Convenci¨®n Internacional sobre el Derecho del Mar define la pirater¨ªa como un ataque realizado con el objetivo de apropiarse de bienes y riquezas en posesi¨®n de los pasajeros. Por otra parte, se?alan las autoridades israel¨ªes, el derecho internacional relativo a estados de guerra autoriza expresamente a que un pa¨ªs en conflicto armado con sus vecinos aborde "todo nav¨ªo sospechoso, aunque sea neutral, que se encuentre en la zona de beligerancia, con el fin de inspeccionarlo y efectuar investigaciones". Entre estas fuerzas beligerantes se encuentra la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) uno de cuyos barcos fue hundido, hace poco d¨ªas, despu¨¦s de que abriera fuego contra una patrullera israel¨ª.
En el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, se lamentan los inconvenientes que han tenido que sufrir los pasajeros y la tripulaci¨®n del nav¨ªo, pero se a?ade: "la guerra es la guerra".
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