Recurso de amparo
Lo o¨ª en Noticias y m¨²sica, un informativo particularmente marchoso de Radio 3. Resulta que Isabel Mench¨®n R¨ªos entr¨® a trabajar en una empresa. Por seis meses nada m¨¢s (ella ya lo sab¨ªa y lo aceptaba); seis meses y luego el paro. Es decir, una de esas chapuzas recientemente institucionalizadas bajo el nombre de contrato temporal, groser¨ªa legal que convierte al trabajador en marioneta, inerme bailar¨ªn de cuerda floja. Isabel, claro est¨¢, admiti¨® el contubernio seismesino -qu¨¦ remedio- y es probable que incluso se diera con un canto en los dientes. Es ¨¦sta una perniciosa costumbre que est¨¢ dejando sin incisivos a los trabajadores que consiguen cualquier tipo de empleo, resultando que los pobres desdentados ya no pueden morder y se ven obligados a un comportamiento primorosamente d¨®cil. O sea, que lo de los contratos temporales viene a ser como una pedrada en plena boca.Pero a Isabel, por lo que se ve, le quedaba alguna pieza en las enc¨ªas, porque en el transcurso de esos seis meses se le ocurri¨® participar en una huelga. Una huelga que dur¨® un solo d¨ªa y que era legal, para m¨¢s se?as. Semanas despu¨¦s, la mujer acab¨® su contrato y gestion¨®, insensata de ella, el seguro de paro prometido. Pero el Instituto de Empleo se lo neg¨®: la empresa no hab¨ªa pagado la Seguridad Social del d¨ªa de su huelga y, por tanto, a Isabel le faltaba una jornada para completar los seis meses m¨ªnimos de cotizaci¨®n.
Fue in¨²til que ella pretendiera pagar ese d¨ªa o que llevara el caso a la Magistratura de Trabajo, que fall¨® a favor del INEM. Desesperada, Isabel present¨® un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, puesto que la huelga era legal y es un derecho. Pero el recurso acaba de ser rechazado; ni siquiera se ha jugado la compasiva pantomima de admitirlo. Ah¨ª est¨¢ Isabel, con las enc¨ªas sangrando del cantazo, los dientes temblorosos, la piorrea del ¨¢nimo avanzando. Las sentencias negativas rubrican la indefensi¨®n, instituyen la dejaci¨®n de tus derechos, sientan un precedente desolador. Qu¨¦ mayor desamparo puede haber que esta denegaci¨®n legal de amparo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Recurso amparo
- Sentencias pol¨¦micas
- Tribunal Constitucional
- Servicio Nacional de Empleo
- Huelgas sectoriales
- Opini¨®n
- Subsidio paro
- Cotizaci¨®n Seguridad Social
- Recursos judiciales
- Despido
- Organismos judiciales
- Desempleo
- Empleo temporal
- Tribunales
- Huelgas
- Sentencias
- Poder judicial
- Conflictos laborales
- Empleo
- Sanciones
- Juicios
- Relaciones laborales
- Seguridad Social
- Proceso judicial
- Pol¨ªtica laboral