El presidente de Guatemala reconoce la responsabilidad moral, pero no pecuniaria, del asalto a la Embajada espa?ola en 1980
El Gobierno guatemalteco est¨¢ dispuesto a reconocer su responsabilidad moral en el asalto a la Embajada espa?ola, que se sald¨® con 38 muertos, el 31 de enero de 1980, pero no a indemnizar a las v¨ªctimas. Esto declar¨® el martes en una conferencia de prensa el presidente, general Oscar Mej¨ªa V¨ªctores, que admit¨ªa as¨ª por primera vez la culpabilidad de las autoridades guatemaltecas en el suceso. El general manifest¨® que la llegada al poder de un Gobierno civil puede contribuir favorablemente a la reanudaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas entre los dos pa¨ªses, aunque a?adi¨® que el actual Ejecutivo ha hecho esfuerzos en este sentido, sosteniendo conversaciones bilaterales en Par¨ªs, Nueva York y Bogot¨¢. "Pero mi Gobierno no quiere responsabilizarse pecuniariamente de aquellas acciones".
"Nosotros no rompimos relaciones", a?adi¨®, "fue Espa?a quien las rompi¨®. Ah¨ª estar¨ªa el asunto. Si el partido que llegue al Gobierno aceptara las, condiciones espa?olas y el reconocimiento de la culpa, las Fuerzas Armadas estar¨ªan de acuerdo". Como una idea recurrente, Mej¨ªa V¨ªctores repiti¨® al menos en cuatro ocasiones que su Gobierno no tiene intenci¨®n de aceptar responsabilidades pecuniarias para restablecer relaciones con Espa?a. A t¨ªtulo de justificaci¨®n, vino a decir que fue otro Ejecutivo el culpable.Vinicio Cerezo, l¨ªder del partido triunfador en las elecciones del domingo, ha manifestado que ¨¦l est¨¢ dispuesto a cerrar definitivamente este cap¨ªtulo reconociendo la responsabilidad guatemalteca. Al informarle de esto, Mej¨ªa V¨ªctores contest¨®: "Si Cerezo quiere pagar con las contribuciones del pueblo de Guatemala, ser¨¢ cosa de ¨¦l".
Se le replic¨® que la posici¨®n espa?ola no pone tanto ¨¦nfasis en las indemnizaciones como en las responsabilidades de ¨ªndole moral. "La ¨ªndole moral y ¨¦tica se me puede mencionar", dijo, "pero uno de los puntos (de la reclamaci¨®n espa?ola) dice que hay que pagar". A t¨ªtulo de corolario a?adi¨®: "Responsabilidad moral, s¨ª, pero pecuniaria, no". De esta forma, el actual Gobierno militar de Guatemala parece haber convertido el asalto a la Embajada espa?ola, con sus 38 v¨ªctimas, en una cuesti¨®n de dinero.
Mej¨ªa V¨ªctores se present¨® en la conferencia de prensa como "presidente de un Gobierno militar de facto, que propicia la vuelta a la constitucionalidad". Sobre este punto, el l¨ªder de la Democracia Cristiana, Vinicio Cerezo, hace el siguiente an¨¢lisis: "No hay que pensar que el Ej¨¦rcito se ha vuelto dem¨®crata porque el Esp¨ªritu Santo le haya pasado por encima. Ha tomado una decisi¨®n estrat¨¦gica por mayor¨ªa para llevar al pa¨ªs a la democracia. Es una decisi¨®n, por tanto, reversible".
"Lo que hay que hacer ahora", a?ade Cerezo, "es meter al Ej¨¦rcito en el paquete democr¨¢tico, y en la medida en que se avance por este sendero la vuelta atr¨¢s ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil. Esto no significa que vayamos a negociar con el Ej¨¦rcito, porque eso ser¨ªa aceptar un chantaje, pero s¨ª vamos a dialogar El avance democr¨¢tico permitir¨¢ tambi¨¦n controlar la violencia".
Mej¨ªa V¨ªctores neg¨® que haya violaciones de derechos humanos en el pa¨ªs. "Desde hace rato que no las hay". Las denuncias que se presentan son, a su juicio, chismes sin fundamento ni pruebas, y los desaparecidos, fruto de la inestabilidad de la juventud. "Se investigan casi todos los casos de desaparecidos", dijo, "pero resulta que a muchos les gusta viajar y a veces regresan con otros nombres. En todos los pa¨ªses, la juventud se va de sus casas y est¨¢ fuera mucho tiempo. Es cosa de la ¨¦poca".
Calific¨® al Ej¨¦rcito guatemalteco como eminentemente profesional. "Solo, sin la ayuda de nadie, ha acabado con la guerrilla y ha devuelto la paz a los guatemaltecos a costa de la sangre de muchos oficiales y soldados". Reconoci¨® que hubo en esta guerra "muchas muertes de personas inocentes que nada ten¨ªan que ver", pero en cierta manera las justific¨® por la eliminaci¨®n de quienes s¨ª estaban involucrados en la insurgencia.
Las ambiciones personales y la presi¨®n de los partidos fueron las causas de que algunos militares se metieran en actividades pol¨ªticas, "pero ya no hay nada de eso. Desde la cabeza del Ej¨¦rcito, que yo represento sin ninguna ambici¨®n personal, hasta los comandantes y todos los oficiales, nadie tiene ninguna ambici¨®n pol¨ªtica".
Los partidos centristas, que en la recta final del escrutinio se consolidan como triunfadores, con la Democracia Cristiana en primer lugar y la Uni¨®n del Centro Nacional en. segundo, tienen ahora la palabra, aunque nadie quiere poner en peligro la incipiente democracia enfrent¨¢ndose abiertamente al Ej¨¦rcito. El primer pulso vendr¨¢ con la legalizaci¨®n de los comunistas. Mej¨ªa adelant¨® que el Ej¨¦rcito no se opondr¨¢ a su actividad pol¨ªtica "si es constitucional".
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