La juventud europea
Bryce-Echenique ha descrito la apat¨ªa de la juventud europea -principalmente francesa- en 1984. Se trata de los j¨®venes hijos de los protagonistas de los sesenta, de aquellos que se opusieron al stablisment, que saludaron a la revoluci¨®n cubana, promovieron la revoluci¨®n de las costumbres, abandonaron las formas escol¨¢sticas y jer¨¢rquicas de los sistemas de estudio y/o de ense?anza a favor de la permisividad, que se desga?itaron en los festivales de protesta y crearon sus mitos, como Joan Baez, Bob Dylan, Pete Seeger, Jimmie Hendrix y Janis Joplin, los que fueron penetrados por la droga -con droga destruy¨® la polic¨ªa estadounidense al Black Panther-, bajo la serenante y anestesiante concepci¨®n de Leary, la psicodelia, la creaci¨®n de comunas -fue una moda- o el irresistible atractivo de Carnaby Street.Los posters fueron un artilugio del sistema, su modo peculiar de capturar la protesta, de convertir el impulso revolucionario en una grotesca caricatura. Recuerdo una p¨¢gina de publicidad que apareci¨® en el Village Voice, de Nueva York, en 1971: la se?ora Marx est¨¢ tejiendo sentada en una mecedora y dice: "Si mi hijo Karl no hubiese escrito El capital y hubiese depositado sus ahorros en el Chase Manhattan Bank hoy tendr¨ªa un capital". Y la l¨®gica de? capital prevaleci¨®, a¨²n lo hace, ya que, como es sabido, "se trata del menos malo de los sistemas", seg¨²n expresi¨®n de un importante protagonista de los sesenta. (...)
Poco despu¨¦s de la segunda guerra mundial, Sartre escrib¨ªa: "Nunca fuimos m¨¢s libres que durante la ocupaci¨®n. Entonces una m¨ªrada, un gesto, una palabra bastaban, sab¨ªamos que ¨¦ramos libres". Y la nostalgia del enemigo ha invadido el alma de los pap¨¢s de esos chicos, de esos padres que no han Regado al poder y han perdido la imaginaci¨®n.
Pero coincido con Bryce-Echenique cuando habla del asombro con que los latinoamericanos ven este fen¨®meno, sobre todo europeo. Aunque la anestesia ya ha comenzado a aplicarse en Latinoam¨¦rica. Sin embargo, ¨¦sta es una ¨¦poca en la que hay mucho de qu¨¦ hablar, incluso del sujeto de la revoluci¨®n (Marcuse dixit).-
Gerona.
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