Desbandada

Explosi¨®n s¨²bita en la cima del poder. El Gobierno Mauroy, tres veces remodelado y desgastado, se va. Se est¨¢ gestando otro con Fabius como jefe designado.(...)Este acontecimiento es todo menos una peripecia. Ante todo por s¨ª mismo, pero sobre todo por el encadenamiento que le ha hecho madurar y por la responsabilidad que le incumbe directamente al presidente de la Rep¨²blica.

En el plazo de cinco d¨ªas, Mitterrand ha pasado efectivamente de la jugada brillante del refer¨¦ndum anunciado a la defecci¨®n a campo abierto de su equipo ministerial. Lo jam¨¢s visto en la V Rep¨²blica; y lo jam¨¢s visto que pone en causa, directamente, la autoridad de quien, en el El¨ªseo, la encarna y asume por la decisi¨®n del sufragio popular.

La primera impresi¨®n no es la de un perfecto dominio de la situaci¨®n. Ser¨¢ especialmente dif¨ªcil explicar lo bien fundado de un orden de factores que da: anuncio de refer¨¦ndum y posterior cambio de Gobierno. Hubiera sido mil veces m¨¢s coherente decir: cambio de Gobierno, seguidamente lanzamiento del refer¨¦ndum.

Por lo menos se hubiera podido entonces presentar una reflexi¨®n pol¨ªtica estructurada: despu¨¦s de los buenos puntos conseguidos en pol¨ªtica exterior, despu¨¦s de la aparici¨®n de signos menos inquietantes en econom¨ªa, apertura de una nueva fase. Con un Gobierno rejuvenecido y m¨¢s t¨¦cnico para llevar m¨¢s r¨¢pidamente a cabo la modernizaci¨®n del pa¨ªs, con una consulta referendaria atestiguando que el poder de izquierdas quer¨ªa confiar al pueblo la salvaguardia de las libertades p¨²blicas.

En vez de esto, es la impresi¨®n de una desbandada alrededor de un jefe de Estado cada vez m¨¢s aislado la que corre el riesgo de marcar profundamente al pa¨ªs.