Pantano
En el ojo de esta lumbre de verano, en plena combusti¨®n, observando c¨®mo se nos van las carnes derretidas, descubrimos c¨²anto nuestro cuerpo es contingente y lo ¨²nico constitutivo son, si cabe, las ideas. Pero las ideas son en este tiempo tambi¨¦n fl¨¢ccidas, como la llama de esa indudable palmatoria en la que nos vemos significados. ?Qu¨¦ es esta situaci¨®n tan espesa y blanda, convertida ominosamente en calor y s¨®lo calor, en un tedioso grosor sin consecuencias? Esto es como un tremedal. Una pel¨ªcula de la selva donde las aguas pantanosas son aqu¨ª todo el paisaje y la vida intelectual su presa. Este lento sofoco lo desguaza todo. ?Han observado que si se quitan las risas, los premios culturales, todo vernissage es un vapor? ?Recuerdan apenas hace poco qu¨¦ excitaci¨®n, qu¨¦ v¨¦rtigo el de las almas inquietas? ?No ocurre, sin embargo, ahora que la dificultad para hallar una idea novedosa es ya tan ardua como la de encontrar un frigor¨ªfico que no gotee? ?Y no han observado por otra parte c¨®mo se desmigan las madalenas que venden en papel de celof¨¢n? Esto, qu¨¦ duda cabe, es la decadencia.A menudo asaltan los consumidores culturales reclamando de la intelectualidad profesional alguna sorpresa, una raci¨®n de aventura en los conocimientos. Pero es ya lo que faltaba. El vuelo en Iberia sin confirmar, el editor que no liquida, un hijo en la Davis School estival con tifus y veinte mil duros de matr¨ªcula, este abrumador calor que derrite el poliuretano del salpicadero, ese pelo ondulado que se ha hecho la esposa para estar c¨®moda a la hora de veranear. ?C¨®mo alcanzar¨¢ el animador cultural una idea refrigerante, un pensamiento l¨²cido o estilizado? La intelligentsia se nutre de un perol con el guiso t¨®rrido y recocinado. Este calor que se padece no es ya otra cosa que la directa emanaci¨®n de un cerrado hogar con la idea monda humeando en el mismo caldo.
Algo hay que hacer, se dice, para animar la escena. Efectivamente, qu¨¦ m¨ªsera indolencia. Algo hay que hacer, y pronto: perder el miedo, arremeter, sacudir la mente, investigar. De acuerdo, pero, Dios m¨ªo, si al menos, incluso el PSOE olvidando todas las otras promesas, mejorara esas malditas madalenas del desayuno...
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