La moda de Ias postales de arte
Los nuevos 'objetos art¨ªsticos' encuentran cada vez m¨¢s editores y mayor aceptaci¨®n en Espa?a
Derivada etimol¨®gicamente del franc¨¦s postal, carte postal, a su vez de poste, correo, la postal, que es como popularmente se conoce a la tarjeta, no aparece citada en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espa?ola hasta su edici¨®n de 1884. De origen decimon¨®nico relativamente incierto, puede decirse que la postal surge hist¨®ricamente de la conjunci¨®n de las tarjas, las vedutte y los christmas.Las tarjas (las tarjetas de visita, conocidas por la cultura china cl¨¢sica y difundidas en la europea desde el foco italiano a partir del siglo XVI, grabadas, de autores reconocidos, hermosas) alcanzaron un notorio aprecio durante el Rococ¨®, que de hecho a¨²n perduraba en tiempos de nuestros abuelos; ennoblecedoras, exigencia del protocolo, lenguaje sin palabras: punta superior derecha doblada, visita; punta inferior derecha doblada, p¨¦same; doblada por la mitad, desaf¨ªo.
Las peque?as vistas de Venecia que los viajeros ingleses del siglo XVIII se llevaban como recuerdo de su estancia en la ciudad, las vedutte, casi fotogr¨¢ficas, seriadas, t¨®picas, anecd¨®ticas, lenguaje del souvenir y del gadget, vinieron en parte a favorecer la aparici¨®n del concepto del arte de masas; pintura para quienes no pod¨ªan llegar a los Canaletto, Bellotto o Cuardi, pintura aplicada, arte de consumo.
Los christmas-card, felicitaciones navide?as, las primeras de las cuales se debieron a W. A. Dobson, o a W. Engley, o a J. C. Horsely, que los especialistas no se ponen de acuerdo salvo en la fecha (d¨¦cada de 1840) y el lugar de aparici¨®n: Londres. Hechas a mano, se?oriales, texto e imagen combinados, representan el advenimiento del viejo lenguaje de los signos, el triunfo del s¨ªmbolo, la irrupci¨®n de lo ic¨®nico.
Un invento decimon¨®nico
Imagen art¨ªstica e industria, memoria y mensaje, signo y met¨¢fora, una de las primeras noticias que se tienen de algo parecido a la postal propiamente dicha data de 1777 -Almanach de la Petite Post de Paris- y habla de unos grabados impresos en forma de carta, que se enviaban sin cerrar y que, seg¨²n parece, hab¨ªa inventado un tal M. Demaison. La aparici¨®n efectiva de la tarjeta postal no ocurre, sin embargo, hasta cerca de un siglo despu¨¦s, cuando la conferencia de KarsIruhe propone la edici¨®n de hojas postales destinadas a las comunicaciones no reservadas (1865), y sobre todo cuando aparecen las primeras tarjetas de correspondencia postal en Austria (1869), Francia, Alemania (1870) y Espa?a (1873).Inicialmente fabricadas y vendidas por los propios Estados como un papel timbrado m¨¢s, sello estampado de 10x16 cent¨ªmetros aproximadamente, sencillas y dobles o de respuesta pagada, ilustradas a mano o mec¨¢nicamente, las postales no tardan en pasar a manos de la iniciativa privada, que pronto se plantea su producci¨®n como un negocio de masas: paisajes, monumentos, obras de arte, desnudos, retratos. Medio de comunicaci¨®n popular, la pintura de los que carecen de ella, arte a mano, r¨¢pidamente la postal se destina al visitante de la gran ciudad y al turista de campo y playa: fragmento de retablo de ciego, documento, rememoraci¨®n. A la vez, en las clases media y alta aparece el fen¨®meno del coleccionismo.
Modernismo, d¨¦co, neorrealismo, largos a?os de progresiva esclerosis del medio, cada vez m¨¢s estandarizado, m¨¢s dirigido al consumo, m¨¢s fotogr¨¢fico -excepciones aparte-, la postal convertida en kitsch, la postal como sustitutivo de la realidad vivida, la postal fetiche, flores, cascadas, niflos, gatitos, la torre Eiffel, La Dolorosa, Las meninas, viaje de boda y felicitaci¨®n, museo y vacaciones, milicia y ¨¢lbum escolar ("te quiero mucho, mam¨¢"; 'te a?oro, Puri"), la postal, un medio de comunicaci¨®n y una expresi¨®n del arte de masas, se iba ensimismando poco a poco, vac¨ªa de contenido est¨¦tico y social, envejecida, irrelevante. Pero al fin el ciclo se cumple y ahora, a?os setenta, a?os ochenta, las postales merecen una renovada atenci¨®n, nueva est¨¦tica, nuevo concepto, y nuevo uso.
El papel del 'pop'
Las causas de esta revitalizaci¨®n son varias y diversas. Una, la visi¨®n sociol¨®gica que el movimiento pop tuvo del arte, con su gusto por las expresiones art¨ªsticas de masas, comic, fotonovela, publicidad, cartelismo. Dos, el efecto de ensanchamiento del sector art¨ªstico que gener¨® el conceptual -en este caso concretamente el llamado mail-art- arte postal, el env¨ªo de postales como acci¨®n de arte. On Kawara, S. Brown, H. Hoffmann, R. Johnson, Fluxtis, algo que ya hab¨ªan anticipado los dada¨ªstas, Duchamp y Tzara. Tres, la nivelaci¨®n de los sectores art¨ªsticos que est¨¢ ejerciendo la posmodernidad, donde todo vale en el fondo lo mismo: el dise?o de postales y camisetas, el interiorisino de bares y chal¨¦s, la pintura de lienzo y el v¨ªdeo-clip.Hoy, as¨ª, la postal se ha convertido en un canal m¨¢s de expresi¨®n art¨ªstica, un soporte tan digno como otro cualquiera, y a ella se dedican con inter¨¦s creciente ilustradores y pintores, gente del mundo del comic y del dise?o, artistas que ya no se sienten desmerecidos por ello, que ya no se limitan a ceder una obra para su reproducci¨®n.
La historia espa?ola de este movimiento de alcance internacional es todav¨ªa breve -cuatro a?os, cinco a lo sumo- y ha sido escrita por unos cuantos locos maravillosos (20, 25 como m¨¢ximo), cada uno con sus particulares trapicheos, econom¨ªa sumergida a veces: sociedades editoras que son una sola persona o un simple apartado de correos, o incluso una direcci¨®n inexistente; peque?as tiendas; librer¨ªas de movida, coleccionistas fan¨¢ticos; imitaci¨®n, imaginaci¨®n, b¨²squeda de nuevos espacios para crear; la nueva postal espa?ola es una de las manifestaciones populares art¨ªsticas dotadas de una mayor pujanza.
Precisar con exactitud qui¨¦n fue el iniciador, el pionero, de esta revitalizaci¨®n de la postal, posmoderna, nueva, resulta tan dificil como hasta cierto punto irrelevante, pues poco importa en el fondo si por unos d¨ªas o meses lo fue Ediciones La C¨²pula, Star Grafic, Am¨¦rica S¨¢nchez, Salvad¨®, On/Safia Bizarre Bizness o Dos i Una Grafics, de Barcelona, o bien Kekes, Pagsa, Ediciones P¨¢ramo, Diana o Ediciones y Publicaciones, de Madrid. La realidad es que ese movimiento se inici¨® hacia 1980 como un fen¨®meno profundamente confuso y dispar en el que iniciativas diversas, a menudo ignorantes las unas de las otras, confluyeron en una coincidencia de objetivos: renovar la postal, modernizarla, actualizarla: comic e ingenuismo, Hockney y pompier, fotograf¨ªa de arte y retro, pornograf¨ªa blanda y droga suave, transvanguardia y l¨ªnea chunga.
En este primer momento, adem¨¢s, los importadores de postales extranjeras como Vingon, de Barcelona, o las experiencias del tipo de la de Art Enll¨¤, de Llibres del Mall, tambi¨¦n de Barcelona, con su serie de postales de artista, desempe?aron un papel clave de vanguardia, desencadenador, de arrastre.
Si 1981 y 1982 fueron de progresivo afianzamiento de las editoras ya existentes, pero sin apenas ninguna incorporaci¨®n al medio (Sosnowski Ediciones, Zap Studio y Post-Art, de Barcelona; Francisco S¨¢nchez, de Sevilla, y Silex, de Madrid), 1983, en cambio, signific¨® la gran explosi¨®n del sector, que en el fondo segu¨ªan siendo Dos i Una Grafics, Star Grafic y Ediciones La C¨²pula: tiradas mayores; espectacular aumento del n¨²mero de obras; nuevos editores: Poster del Tiempo, Editorial Juventud, Norma Editorial y Ediarte, de Barcelona; Neo Ama de Kass, Tipical Pictures, A. Cortezo, T. F. S. y sobre todo Suez/Zeus y Moryarty y C¨ªa., de Madrid. Caso especial fue el de la F¨¦te de la Lettre, de la galer¨ªa Eude, de Barcelona, gran colectiva de postales de artista que A. Rabascall hab¨ªa organizado en Par¨ªs la primavera anterior. Al fin hab¨ªa un cat¨¢logo estimable, la calidad hab¨ªa mejorado bastante y la gente empezaba -empez¨¢bamos- a responder de modo algo m¨¢s convincente.
1984, el a?o decisivo
Y en esta misma l¨ªnea, 1984 est¨¢ significando el verdadero inicio de la nueva postal espa?ola, expuesta en quioscos callejeros y librer¨ªas de barrio, exportada al extranjero -Francia, Canad¨¢, Portugal-, reconocida, atendida y estudiada cada vez m¨¢s por los te¨®ricos de la cultura; nueva postal de creaci¨®n, comercial, publicitaria, arte en nuestras manos, arte en la call¨¦. A los grandes de siempre (Dos i Una Grafics, Star Grafic, Ediciones La C¨²pula, Suez/Zeus y Moryarty y C¨ªa.) se han unido recientemente Ciudo Rodr¨ªguez, Sombras Ediciones y Metal Hurlant, de Madrid; Tretzevents, de Les Escaules (Gerona); E. Gurlitt, de San Francisco (Formentera), y Zero y Ediciones Contempor¨¢neas, de Barcelona. ?Nombres? Nazario,,Liberatore, Calonge, Gallardo y Mediavilla, de Ediciones La C¨²pula (El V¨ªbora); Pere Fortuny, Carmelo Hernando Peret, Mariscal y Ram¨®n Puiggen¨¦, de Star Grafic; El Hortelano, Sp¨ªnola, Albert Perram¨®n y Tex, de On/Safia Bizarre Bizness; Cristina Sol¨¦, de Post-Art; Cristina Boronda, de Pagsa; Jos¨¦ Miguel Oriola, de Ediciones y Publicaciones; J. A. Ma?anas, Br¨ªgitte Szenczi, Montxo Algora y Perico Pastor, de Dos i Una Grafics; Ana Juan, Fernando Vicente, Javier de Juan y Guill¨¦n Cifr¨¦, de Sombras Ediciones; Robin Townsend y Alain Baudry, de Tretzevents; Vicente Segrelles, de Norma Ediciones; Cescepe, Oukalele, Jos¨¦ Manuel Nuevo, Juan Ram¨®n Yuste y Jos¨¦ Luis Tirado, de Suez/ Zevis y Moryarty y C¨ªa.; Toninho, Prado, Morata y Das Pastoras, de Zero; Jordi Sarr¨¤, Xavier Conesa, Michele Curel y Manuel Rubiales, de Ediciones Contempor¨¢neas.?Problemas? Todos: de edici¨®n, de distribuci¨®n, de promoci¨®n, de valoraci¨®n, papeles deficientes, tiradas cortas, impresiones poco apuradas, postales en m¨¢rgenes de cubiertas, postales en planchas de empresas ajenas, editores que se esconden, distribuidoras que reh¨²yen el bulto, falta de centros dedicados ampliamente al tema de la postal... La postal, nuestra postal, dejando de lado sus innegables valores creativos, pl¨¢sticos, anda todav¨ªa en cuesti¨®n de calidad t¨¦cnica muy lejos de las grandes firmas del extranjero: la holandesa Verkerke Reproduktions, la belga Maison d'Art Plaizier, las brit¨¢nicas Birch & Birch, Athena International y Candem Graphies, las francesas Sinsemilla Editions, Gl¨¦nat Images, Editions Gentiane, Prodiver y Editione Cartes d'Art, la suiza Wizard & Genius, la sueca Pictura Ciraphics o las italianas Edizioni Graffitti y Miguezo & Smith Editori.
?Perspectivas? Halag¨¹e?as: salida profesional, canal de expresi¨®n y medio comunicativo, la postal, la nueva postal, como el comic, el v¨ªdeo, los fanzines o la m¨²sica, est¨¢ convirti¨¦ndose en una de las expresiones m¨¢s claras de la visi¨®n del mundo, del arte y de las relaciones interpersonales propias de la ¨¦poca, una ¨¦poca visual, consumista, recuperadora de tradiciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.